S-Works: qué significa realmente y de dónde viene la etiqueta más exclusiva de Specialized
Hay marcas que se cuelan en el imaginario popular por mérito propio. Si nos centramos en el mundo del ciclismo, no cabe duda de que S-Works es una de esas denominaciones que todo el que monta en bici asocia a algunas de las mejores bicis del mundo, pero ¿cuál es el origen de esta marca?
S-Works, paradigma de excelencia ciclista
Ahora es algo más común que las marcas tengan un tope de gama diferenciado al que buscan dar un punto extra diferenciador que justifique su precio apoyándose en las mejores prestaciones, los mejores materiales, la elaboración más cuidada o los montajes más exquisitos. Sin embargo, cuando en 1992 Specialized creo su división S-Works los de Morgan Hill fueron pioneros en elevar el límite de sus propios productos.

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Una división que nacía inspirada en la de la firma aeronáutica Lockheed Martin, la mítica Skunks Works que creó uno de los aviones más icónicos de la historia como fue el SR71 Blackbird. Con esa misma filosofía de investigación, uso de los materiales más selectos Specialized puso a sus mejores hombres a llevar un paso más allá sus ya excelentes bicis. La primera de ellas fue la mítica bici de montaña Stumjumper S-Works.
Además del evidente paralelismo con la legendaria división Skunk Works de Lockheed Martin, existe otra versión que explica el nombre y que apunta directamente a la cultura popular de mediados del siglo XX. En aquella época era muy conocida la tira cómica Li’l Abner, donde aparecía una fábrica escondida en el bosque llamada Skonk Works, un lugar casi clandestino en el que se elaboraban brebajes extraños a base de zapatos viejos y mofetas. La anécdota cuenta que uno de los ingenieros de Lockheed, agobiado por el olor de la carpa provisional en la que trabajaban y la cercanía de una fábrica de plásticos, contestó al teléfono bromeando con un “aquí Skonk Works”. Aquella salida improvisada terminó convirtiéndose en el apodo interno del grupo y más tarde en un nombre oficial con su propia mofeta como emblema.
Specialized heredó esa mezcla de ingenio, hermetismo y ambición técnica para bautizar S-Works, una denominación que hoy resume su filosofía de innovación radical aplicada a bicicletas, componentes y accesorios.

En la actualidad, los modelos S-Works utilizan en exclusiva el máximo nivel de fibra de carbono disponible, su Fact 12r, pero no sólo eso. También reciben una elaboración más cuidadosa, con una colocación precisa de sus capas de fibra o el uso de la cantidad mínima necesaria de resinas para evitar cualquier material innecesario.
Eso en lo que respecta a la fabricación de bicis, pero S-Works también es investigación y desarrollo de nuevos modelos y, no sólo de bicis sino también de sus componentes y accesorios. Aquí nacen sillines o zapatillas aplicando el concepto Body Geometry que desde hace décadas busca adaptar los puntos de contacto al ciclista y no al revés, aplicando innovaciones como la tecnología Mirror de sus sillines que se elaboran mediante impresión 3D.
Tampoco nos podemos olvidar de la cada vez más relevancia de la aerodinámica en el desarrollo de productos destinados a la competición. Specialized también fue pionero al ser la primera marca en contar con un túnel de viento propio especialmente diseñado para el estudio a las velocidades de referencia para una bicicleta.
Hoy en día, más marcas han ido creando, ya sea como división independiente o como línea de producto, este tope de gama diferenciado. Encontramos claros ejemplos en los modelos CFR de Canyon, el Reparto Corse de Bianchi o en en el Lab71 que Cannondale introdujo hace unos meses con una filosofía similar a la aplicada por los de Morgan Hill.