Japón está cazando a ciclistas ebrios, quitándoles el carnet de conducir y quiere endurecer la normativa
Casi 900 ciclistas han sufrido la retirada de sus carnets de conducir no por cometer una infracción con su coche sino por ser sorprendidos pedaleando en sus bicicletas bajo los efectos del alcohol. La consecuencia de las duras medidas adoptadas por Japón para poner coto a los accidentes en bicicleta.

Penas de cárcel, duras sanciones y retirada del carnet de conducir para los ciclistas borrachos en Japón
En 2023 se produjeron en Japón más de 72.000 accidentes con bicicletas implicadas, una cifra que supone nada menos que el 20% de los accidentes de tráfico que se produjeron en todo el país. Un auténtico problema de seguridad vial al que las autoridades niponas han decidido poner coto mediante el endurecimiento de las normas.
Hasta ahora, los ciclistas sólo eran sometidos a pruebas de alcoholemia si presentaban síntomas evidentes de circular bajo los efectos del alcohol. Con todo ello, 4.500 ciclistas fueron detectados entre noviembre de 2024 y junio de 2025 en condiciones poco aptas para pedalear en un país en el que no hay reunión en la que no corra la cerveza o el sake.
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Por ello, las autoridades japonesas han decidido atajar el problema con unas nuevas normas más estrictas, comenzando por la limitación del valor permitido de alcoholemia que reduce el umbral a 0,15 mililitros y generalizando los controles a los ciclistas, presenten o no síntomas de conducción ebria. Esto ha supuesto que, en apenas un año que llevan en vigor las nuevas leyes, 900 ciclistas hayan sido cazados incumpliendo este límite.
Unos ciclistas que han sido sancionados con la retirada del carnet de conducir al asumir las nueva legislación que quien conduce borracho una bicicleta tampoco tendrá problema en hacerlo en coche pudiendo representar un riesgo aún mayor para la seguridad vial y que se ha reflejado en un considerable aumento de las licencias retiradas respecto a años anteriores.

Además de la retirada del carnet, los ciclistas se enfrentan a sanciones que pueden alcanzar los 500.000 yenes, unos 2.700 € al cambio actual y, en los casos más graves, incluso penas de prisión que pueden llegar hasta los 3 años.
Aparte, se prevé un nuevo endurecimiento de las normas de cara al próximo año para establecer sanciones a aquellos ciclistas que, por ejemplo, conduzcan su bici con un paraguas en la mano, utilizando el teléfono móvil, se salten semáforos o no hagan uso de luces durante el pedaleo nocturno.