¿Llegará pronto un culotte con airbag al pelotón?

La preocupación creciente sobre cómo mejorar la seguridad de los ciclistas ha hecho que muchos agudicen el ingenio para tratar de mejorarla. Uno de ellos es Sam Ratajczak, exjefe de I+D de Bioracer y fundador de SID Sport Innovation Design, marca bajo la que se encuentra desarrollando un culotte con airbag incorporado que promete ser un antes y un después en cuanto a protección en caso de caída.

El ciclismo se inspira en las motos para crear un culotte con airbag

En unos días movidos, con la grave caída de Wout van Aert aún coleando o la polémica sobre la modificación de la llegada al tramo de Arenberg en la París-Roubaix que se disputará el próximo domingo para evitar caídas, la seguridad del ciclista vuelve a ser un tema candente.

Entre las propuestas, no para reducir el riesgo de caída sino como medida de protección para cuando esta se produce nos ha llamado la atención la publicación realizada por Sam Rtajczak, exjefe de I+D dde Bioracer en su cuenta de LinkedIn donde muestra su prototipo de culotte con airbag, un sistema que podría suponer una tremenda mejora a la hora de reducir las consecuencias de las caídas.

El uso de prendas con airbag no es algo novedoso. En el mundo de las motos ya son habituales en chaquetas de alta gama y prendas de competición, habiendo contribuido mejorar la seguridad del motorista. En cicismo, sin embargo, existe el condicionante de que la prenda ha de mantener su funcionalidad para no perjudicar ni a la comodidad ni al rendimiento a la hora de pedalear. Aparte, en el ciclismo los impactos, a fin de decidir cuándo se debe activar el sistema son mucho más complicados de detectar de forma adecuada, algo que seguro saben de sobra los usuarios de ciclocomputadores con función de detección de caídas, que no es raro que reciban falsos positivos que activan la alarma.

En todo esto se centra el proyecto de desarrollo de un culotte con airbag de SID Sport Innovation Design en cuyo prototipo podemos ver cómo cuenta con bolsas de aire en la zona de cadera, la que primero suele recibir el impacto en la mayoría de caídas, así como siguiendo el contorno de los tirantes lo que también asegura la protección en pecho y espalda sin modificar la estructura convencional de un culotte.

Evidentemente, lo que se puede ver no deja de ser un prototipo que aún habrá que seguir desarrollando para resolver los problemas que indicábamos antes además de otros como de qué manera realizar el inflado, que en las chaquetas de moto se realiza mediante una bombona de CO2 como las que se emplean para reparar los pinchazos.

En todo caso, no es la primera propuesta de prenda ciclista diseñada para tratar de minimizar las consecuencias de una caída. No podemos olvidarnos de que la firma española Etxeondo cuenta en su catálogo con el culotte Orhi con paneles laterales elaborados en tejido antiabrasivo Dyneema que añaden un extra de protección ya no frente al impacto en sí, lo que de momento, es inevitable, pero sí ante esas caídas tan habituales en las que salimos resbalando y el efecto son abrasiones que, en el caso de los ciclistas de carretera, suponen prácticamente despellejarse la zona.

También es destacable el casco con airbag para uso urbano que comercializó la firma sueca Hövding y que tuvo que ser retirado del mercado tras varios vídeos virales en los que este se inflaba sin razón aparente y que acabó provocando la quiebra de la compañía.

Donde aún no se ha ideado nada en en desarrollar una protección frente a la lesión más habitual del ciclista, la rotura de clavícula, una zona del cuerpo en la que los diseñadores de este tipo de sistemas se enfrentan a los mismos problemas que mencionábamos para los culottes y que, como la detección de caídas, presentan una tremenda complejidad debido a todo el rango de movimientos que realiza el ciclista.