Qué supone la llegada de Red Bull al ciclismo de carretera

La irrupción de Red-Bull en el ciclismo de carretera, tras la adquisición de la mayoría del accionariado de Bora-Hasgrohe supondrá un impulso, no sólo para la escuadra alemana sino también, seguramente el objetivo que busca la firma de bebidas energéticas, para el ciclismo, abriendo a la marca un frente que apenas había tanteado de forma tímida con patrocinios individuales.

Red Bull apuesta fuerte por la ruta

La irrupción de Red Bull en el ciclismo de carrera, adquiriendo el 51% de las acciones del equipo Bora-Hansgroe podrían suponer un revulsivo para el mundo de las ruedas finas. Más allá del apoyo al equipo que, con la plantilla que ha configurado de cara a 2024, con Primoz Roglic como fichaje estrella, se postula a situarse entre las grandes escuadras junto a UAE Team Emirates y el intocable Visma-Lease a Bike, también es importante lo que supone la presencia de Red Bull a nivel de imagen y de atraer atención hacia esta modalidad.

Mientras se concreta el papel que tendrá Red Bull en el Bora-Hansgrohe ya que, por el momento, únicamente ha adquirido la participación pero, tanto la dirección, como los patrocinios que ya se encontraban cerrados para 2024 permanecen inalterados. En todo caso, la relación de Bora-Hansgrohe y Red Bull no es nueva ya que la firma austriaca venía colaborando con el equipo a través del programa de búsqueda de talentos Red Bull Junior Brothers.

De hecho, se llegó a especular que el fichaje de Primoz Roglic habría sido costeado por Red Bull tras una visita del esloveno al Red Bull Performance Center de Salzburgo, aspecto que fue desmentido por el director general del equipo, Ralph Denk. De hecho, Denk también ha puntualizado en declaraciones recientes que la llegada de Red Bull al accionariado no supone un aumento de presupuesto respecto a lo previsto.

Sin embargo, conociendo los precedentes de la marca, como su irrupción disruptiva en el mundo de la Formula 1 donde se han convertido en el rival a batir, posición que mantienen desde hace un buen número de años, resultaría extraño que no tratara de perseguir un nivel de relevancia similar para hacer buena su apuesta por el ciclismo de carretera. Una modalidad por la que, hasta ahora, habían pasado de puntillas, únicamente con patrocinios personales como los de Tom Pidcock o Wout van Aert.

En todo caso, quién puede sacar beneficio de la llegada de Red Bull seguro que es el propio ciclismo de carretera que pone sobre sí un nuevo foco que le permite llegar a mucha más gente como ocurre con casi cualquier cosa patrocinada por la marca de bebidas energéticas. Únicamente tenemos que tener un poco de paciencia. Seguro que más pronto que tarde conoceremos qué planes tiene Red Bull para el ciclismo de carretera.