Ridley afirma que la nueva Grifn es la única bici para carretera y gravel que necesitas

A medio camino entre su gravel de competición Kanzo y la gran fondo Fenix, Ridley añade a su catálogo esta Grifn con la que busca el equilibrio con una bici capaz de rendir tan bien en carretera como en los caminos. La bici nacida para satisfacer a aquellos que sólo quieren tener una bicicleta en casa.

Ridley Grifn, la bici para todo

Con el lanzamiento de su nueva Grifn, Ridley da un paso atrás en el concepto del gravel buscando recuperar la polivalencia con la que que esta disciclina comenzó a introducirse en el mercado. Si miramos unos años atrás, lo habitual eran cubiertas de 35 mm y bicis orientadas a un uso indistinto entre asfalto y caminos.

Sin embargo, poco a poco, el gravel ha ido dirigiéndose hacia la vertiente off-road lo que quizás ha restado a las bicis parte de esa polivalencia, al menos en lo que refiere al uso sobre asfalto, con geometrías más dirigidas hacia un buen comportamiento fuera de la carretera o adecuándolas para emplear cubiertas con cada vez mayor balón.

Ubicada dentro de la gama de Ridley a medio camino entre la gran fondo de carretera Fenix SLiC y su afamada gravel Kanzo Fast, esta Grifn recoge lo mejor de ambas para mostrarse tan solvente sobre el asfalto como fuera de él.

De entrada, se trata de una bici ligera, con un peso de 8,5 kg en su montaje tope de gama con Shimano GRX800 Di2. Las cotas de su geometría, se quedan a medio camino entre los mencionados modelos, demostrando otra vez la búsqueda de ese equilibrio de cualidades. En lo que respecta al tamaño de las cubiertas, 40 mm es la medida máxima que acepta, en configuración monoplato. Si usamos 2 platos únicamente podremos montar 38 mm.

En cualquier caso, no renuncia a la posibilidad de montar guardabarros y otros accesorios, o la disponibilidad de roscas extras en el cuadro como los tornillos superiores, discretamente camuflados bajo una cubierta plástica si no se usan, para colocar una bolsa de tubo superior. Incluso su horquilla está diseñada para montar un buje de dinamo y guiar por su interior el cableado de esta.

Del lado carretero podemos considerar su conjunto manillar potencia integrado, que obviamente, guía todo el cableado de forma interna de extremo a extremo.

Al igual que otros modelos de Ridley, tenemos a nuestro disposición el programa de personalización de la marca belga con el que podemos elegir a nuestro gusto los colores del cuadro y el montaje que más se adecúa a nosotros, incluida la medida del conjunto manillar potencia Cirrus Pro, disponible en 4 opciones de longitud y ancho.

Ridley Grifn: Montajes y precios

Como es habitual en Ridley, no existen montajes claramente definidos sino que es el propio usuario el que elige el suyo a través del útil configurador de su página web. Esta Grifn se puede montar con grupos específicos de gravel, cuya opción tope de gama está basada en el grupo Shimano GRX 800 Di2 a las que se añade el cockpit integrado y ruedas Forza Levanto Gravel DB que se calzan con neumáticos Vitoria Terreno Dry de 700x35 o 38. Un montaje que asciende hasta los 6.224 € en los diseños de pintura estándar.

Por la parte de abajo, podemos elegir, en configuración gravel, la opción del Shimano GRX 600, que con ruedas Shimano RS171 DB y un conjunto de manillar y potencia convencionales, se queda en 3.199 €. Entre medias encontramos las opciones del Shimano GRX 800 mecánico y SRAM Force eTap AXS WIDE que tienen un precio de 4.199 € y 5.499 € respectivalente.

En el caso de los montajes con opción de carretera, encontramos también cubiertas Vitoria, aunque en este caso el modelo de carretera Corsa en medida de 700x32 mm. Su montaje superior utiliza SRAM Force eTap AXS, con platos de carretera 48/35. sin embargo, volvemos a encontrar las mismas ruedas Forza Levanto Gravel. Una opción que asciende a 5.499 €.

Por debajo, podemos elegir entre el Shimano 105 tanto en versión Di2 como mecánica con unos precios de 4.699 € y 3.199 € respectivamente.