Robo de película en Pinarello: 19 bicis valoradas en 250.000 €

No uno, sino dos robos el mismo día, ambos perfectamente planificados y ejecutados dejaron a la sede de Pinarello en Treviso sin algunas de las joyas de su showroom. Un argumento digno de película que vuelve a demostrar que, en muchas ocasiones, la realidad acaba superando a la ficción.

Los ladrones dan buena cuenta de la sede central de Pinarello

Bien podría ser el guion de una película pero no, lo que sucedió en la sede de Pinarello, en las afueras de Treviso, hace unos días es completamente verídico. Un espectacular doble robo en el que sustrajeron nada menos que 19 bicis de la exposición que la marca italiana tiene en sus oficinas centrales, valoradas en la friolera de 250.000 €.

El primero de los robos se produjo sobre las 3 de la madrugada, con los ladrones llegando en una furgoneta, completamente encapuchados y con guantes para evitar dejar pistas. Accedieron al edificio a través de una de las salidas de emergencia y fueron directamente a la zona de exposición para hacerse con 12 bicis, unos 150.000 € entre todas. Un asalto metículosamente planificado y en el que lo ladrones, en los apenas 3 minutos que duró, fueron directamente a por los modelos más selectos de la colección.

No contentos con el botín cosechado, los amantes de lo ajeno regresaron ese mismo día, alrededor de las 23h para, con idéntico modus operandi, hacerse con otras 7 bicis más, estas valoradas en unos 100.000 €.

Una historia que se repite demasiado a menudo, sobre todo en tiendas con gran superficie de exposición o durante competiciones con los ciclistas profesionales como principales afectados. Un buen ejemplo de ello, es el robo sufrido en el año 2021 por la selección italiana de pista a la que le fueron sustraídas nada menos que 22 bicis durante la disputa del Campeonato del Mundo de la especialidad.

Decíamos que se trata de una historia que se comienza a repetir demasiado a menudo dado el gran valor que alcanzan los modelos tope de gama y la relativa sencillez que supone robar una bici. Modelos que además, por lo general, suelen tener un buen precio de reventa en las webs de segunda mano lo que hace que sea un negocio bastante redondo para los amantes de lo ajeno que han encontrado en las bicis un nuevo filón sobre el que posar su mirada.