Tiene un FTP de 480 W y toma 140g/h de carbohidratos en carrera: así ha sido la temporada de este ganador de la Cape Epic

El ciclista sudafricando del equipo Specialized Off-Road, Matthew Beers se ha convertido en una de las grandes estrellas del gravel tras una fabulosa temporada 2025 en la que incluso ha logrado vencer sobre la bici de montaña, por cuarta vez, la mítica Cape Epic. Así ha sido la temporada de este portento de la naturaleza.

De dominar la Cape Epic a convertirse en uno de los mejores ciclistas de gravel de la actualidad

Una entrevista publicada en la conocida web CyclingWeekly nos ha permitido conocer en mayor profundidad a Matthew Beers, el que hoy en día, tras un 2025 auténticamente brutal en el que se ha impuesto en pruebas como la Gravel Burn, Big Sugar Classic, Belgian Waffle Ride o la Lafu Gravel Worlds se ha convertido en el máximo referente del gravel a nivel mundial.

Un corpulento sudafricano que estuvo a prueba como stagiare con el UAE Team Emirates durante el año 2019 aunque finalmente no encontrara acomodo en la carretera. Mismo año en el que logró su primera victoria en la Cape Epic, en aquella ocasión junto a las estrella del mountain bike, Jordan Sarrou.

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Como ciclista de gran envergadura,, Matthew Beers cuenta como mejor arma en competición con la tremenda potencia que es capaz de generar, por lo que puede presumir de tener un salvaje FTP de 480 W que, con el formato de recorridos que se suelen encontrar en las pruebas de gravel, sin subidas demasiado largas en la mayoría de los casos, hace que el sudafricano se encuentre como pez en el agua en un tipo de competición consistente en mover mucha potencia durante mucho tiempo, a lo que sumar su experiencia en MTB que le proporciona el necesario dominio técnico de la bici para ser letal fuera del asfalto.

La temporada 2025 no empezó excesivamente bien para Matthew Beers “en las carreras previas a la Cape Epic tuve muchos problemas mecánicos”, hasta que la llegada de la prueba sudafricana, donde compitió con su amigo y también gran referente del gravel, Keegan Swenson logrando revalidar la victoria que consiguió el año anterior, supuso el punto de inflexión en su temporada, ya que después de eso logró ganar en Bélgica y dos pruebas en Estados Unidos. Sin embargo, en el día grande del gravel, la Unbound, se tuvo que conformar con un 16º lugar en la prueba reina de 200 millas. También compitió en The Traka, donde consiguió un meritorio 2º puesto.

Entre mayo y agosto las cosas se volvieron a torcer para Beers hasta que, a mediados de octubre, conseguía una arrasadora victoria en la Big Sugar Gravel, sorprendiendo a todos los favoritos y promediando unos salvajes 413 W durante las más de dos horas de duración de la carrera.

Beers cita como uno de los aspectos más importantes de su rendimiento a la nutrición, algo que ha ido perfeccionando con los años para conseguir aportar a su corpachón de 1,94 m de estatura y 80 kg de peso la energía suficiente para rendir al máximo en las larguísimas competiciones de gravel. Una nutrición que varía en función de la temperatura a la que se dispute la prueba pero que puede oscilar entre los 90 g/h de carbohidratos hasta unos tremendos 120-140 gramos de carbohidratos por hora, algo sólo a la altura de estómagos muy entrenados.

Una corpulencia que, en el gravel, Matthew Beers convierte en ventaja en los amplios tramos de terreno llano que se suelen encontrar en las pruebas de gravel aunque también cita que ser tan grande va en su contra en lo que respecta a la aerodinámica por lo que encontrar el punto óptimo entre aerodinámica, comodidad y capacidad de aportar potencia es ahora uno de sus caballos de batalla.
Aunque en Estados Unidos es donde Beers ha crecido como ciclista de gravel, no puede evitar destacar las enormes posibilidades de su país natal, Sudafrica, para esta modalidad de ciclismo de la que dice “tiene algunas de las mejores carreteras de grava del mundo, especialmente en el Cabo Occidental. Espero que la UCI traiga el Mundial a Sudafrica antes de que me retire”.

Pese a que la temporada 2025 concluyó con una rotura de clavícula de la que ahora se está recuperando, ya tiene puesta la mirada en el próximo año en el que se centrará aún más en el gravel aunque, por el momento, no tiene ningún objetivo prefijado “Todavía no me he sentado a analizarlo, pero hay carreras que siguen ahí como Unbound o el Campeonato del Mundo. Otras como The Traka o Sea Otter Classic son carreras que me encantaría ganar”.