Van der Poel se siente satisfecho con su estreno en la Milán San Remo

Mathieu Van der Poel estuvo lejos de las opciones de victoria en la Milán San Remo hace unos días. Sin embargo, el holandés hace un buen balance de la prueba de cara al resto de la temporada.

El papel de Van der Poel en la Milán San Remo 2020

Lo cierto es que, en resumen, podríamos decir que en la Milán San Remo 2020 vimos a un combativo Mathieu Van der Poel. Pero este resumen no esconde que el resultado no fue el mejor: una 13ª posición que gran parte de la afición consideraba pobre, lejos de las pretensiones y los objetivos del holandés.

Van der Poel partía como líder de su equipo, el Alpecin-Fenix, pero esta posición, incluso fuera de los 10 mejores, dejó un sabor amargo. Tras la exposición que hizo de fuerza el pasado año en las clásicas primaverales (sobre todo, su demostración en la Amstel Gold Race, cuyo final de etapa es para enmarcar en la historia de Van der Poel), quizá había creado mucha expectación.

A sus 25 años acudía a la clásica italiana por primera vez, y según sus propias palabras “Disfruté de mi primer Milán-San Remo. Es una gran carrera. El objetivo era estar delante en el Poggio y lo conseguimos, así que como equipo hicimos una carrera perfecta”. Después de eso. Alaphilippe y Van Aert cogieron 3 segundos que fueron un mundo para el resto, con victoria final para Wout van Aert.

Eso sí, reconoce lo que es un hecho innegable: “El resultado no es el que esperábamos, pero las sensaciones son buenas. Ahora miramos al miércoles, al Giro del Piamonte”. Pues veremos si consigue mejorar sus resultados en esta vuelta del ciclismo profesional, que no han sido todo lo buenos que podía esperar, nunca alcanzando el top ten.

El equipo de Van der Poel le respalda

Sin embargo, no sólo Mathieu Van der Poel ha salido al paso de estas consideraciones para afirmar que personalmente él se siente muy satisfecho con su estreno en la Clasicissima, como comentábamos. Su director de escuadra, Christoph Roodhoft, también respaldó a Van der Poel, sobre todo en sus decisiones tácticas, a pesar de que no obtuvieron un buen resultado.

“Van der Poel pensó que con la cantidad de corredores aún en la persecución, habría más colaboración por atrapar a los dos escapados, pero no sucedió así. Apostó a eso y perdió, no siempre se puede acertar”, dijo.

Es pronto para sacar conclusiones, también dijo Roodhoft, aunque esperaban más de estas pruebas en Italia. Ahora, tras el Giro del Piamonte, vendrá Lombardía y más tarde la Tirreno-Adriático en septiembre. Octubre, con las clásicas de las Ardenas y las dos grandes: Tour de Flandes y París-Roubaix. Hay mucha carne que cortar todavía, veremos a ver si Van der Poel sigue perdiendo fuelle y sale definitivamente del foco de atención o se reivindica.