Apuesta por la contrarreloj en el Giro de Italia 2024

Presentada la edición 2024 del Giro de Italia en el que la organización ha decidido cambiar el paradigma de los últimos años con recorrido cargados de etapas duras y optar por un trazado más equilibrado y variado en el que destaca la ya nada habitual presencia de dos contrarrelojes largas que obligarán a los escaladores a ser más valientes que nunca en la montaña.

El Giro de Italia cambia su filosofía de los últimos años

Tras dos ediciones bastante insulsas del Giro de Italia, RCS, empresa organizadora de la ronda italiana tenía que optar por otro camino en el diseño de un recorrido que se acaba de presentar. Menos montaña, menos etapas kilométricas y más contrarreloj. Lo que no ha perdido son las típicas etapas trampa y la dureza de los Dolomitas que serán decisivos en la carrera, con permiso del Monte Grappa.

Arrancará la carrera con la región del Piamonte como protagonista de las 3 etapas que forman parte de la Grande Partenza. En concreto, el primer día disfrutaremos de una etapa corta y nerviosa por los alrededores de Turín, tan sólo una mero calentamiento que precede al final, al día siguiente, en una cima tan mítica como la del Santuario de Oropa, aunque no deje de ser una etapa de media montaña pensada más para empezar a definir la clasificación que para establecer grandes diferencias.

Una primera semana que tendrá alguna trampa más como la que encontrarán los ciclistas en la etapa 6, por tierras toscanas en la que no se podía evitar el famoso sterrato, teniendo que superar tres sectores sobre tierra. Finalizará este primer tercio de carrera con una contrarreloj individual de nada menos que 37 kilómetros, cifra totalmente inusual en los tiempos que corren. Si añadimos que la parte final de la crono es en ascenso, es muy probable que podamos ver diferencias notables en la clasificación tras este día.

Etapas llanas y de media montaña caracterizarán a la segunda semana con un final demoledor en el que se enlazarán una segunda crono individual, esta de 31 kilómetros y totalmente llana, con una de las primeras etapas reinas que conducirá al pelotón hacia Livigno con un interesante encadenado final.

Tras las segunda jornada de descanso, como es habitual en el Giro de Italia, la tercera semana es la que concentra la mayor dureza. En concreto, arrancará la semana con una segunda etapa alpina en el que la carrera atravesará el mítico Stelvio, un año más, Cima Coppi de la carrera, o sea, la de mayor altitud que se supera en esta edición. Sin embargo, se corona a casi 150 kilómetros de meta y con un largo llano detrás que conducirá a la carrera hasta los Dolomitas situando su final tras encadenar el Passo Pinei y el inédito final en Santa Cristina Valgardena.

Más interesante si cabe será el menú del día siguiente, esta sí, una auténtica etapa dolomítica, que concluirá con un doble ascenso al paso Brocon tras haber superado ese día otras ascensiones de entidad como el Passo Sella, Passo Rolle o el Passo Gobbera.

Tras este día únicamente quedará una bala a quien pretenda asaltar la maglia rosa en una etapa 20 que tendrá como protagonista el Monte Grappa al que la carrera hará una doble ascensión para terminar tras un espeluznante descenso en la localidad de Bassano de Grappa, una de las ciudades más importantes de la región del Veneto. Desde ahí, viaje hasta Roma para el triunfal paseo homenaje al vencedor que repite de forma idéntica la del año pasado.

Atrevido cambio de paradigma el del Giro de Italia, pero una reacción necesaria ante la pérdida de relevancia que venía sufriendo la carrera italiana tras dos ediciones que han distado mucho de la épica y la competitividad que ha dado tradicionalmente nombre a esta carrera. Ahora solo habrá que esperar que podamos disfrutarla plenamente y no tengamos que sufrir las polémicas por la meteorología o la falta de competitividad del la última edición.