"El ciclismo es gratuito": la contundente respuesta a los que proponen cobrar por ir a ver el Tour en directo
Hace unos días, en su participación en un podcast, el exciclista Jerome Pineau lanzaba la idea de cobrar por acceder a los puertos final de etapa. No hizo falta mucho más para que el debate en redes sociales fuera cobrando entidad como si fuera una bola de nieve. Hasta el punto que la propia ASO ha tenido que desmentir que se esté planteando algo por el estilo.

ASO desmiente cualquier intención de cobrar por ver los finales en alto del Tour de Francia
¿Cuántas veces hemos escuchado eso de que el ciclismo no es un deporte de más relevancia porque no se cobra la entrada? Esto cuando la realidad es que, si algo ha hecho popular al ciclismo históricamente es que las masas podían acercarse a pie de carretera para ver, aunque sólo fuera por unos segundos, a sus ídolos de cerca. Unos personajes los ciclistas capaces de hazañas sobre humanas.
Sin embargo, ni siquiera el ciclismo y su popularidad han sido ajenos a la búsqueda por monetizar cualquier actividad que impera hoy en día. Ya este verano pasado, el director de Visma-Lease a Bike dejaba caer en unas declaraciones durante el Tour de Francia que una manera de reducir la peligrosidad en los puertos finales podría ser cobrar por acceder a ellos de forma que habría menos espectadores a pie de carretera.
RECOMENDADO
Pon tu bici a dieta: dónde recortar gramos sin arruinarte
"No voy a hacer carreras como profesional, solo voy a entrenar con ellos": Aleix Espargaró aparca el ciclismo para centrarse en la moto
El equipo Israel desaparece de internet y señala el adiós de Froome al final de 2025
Temporada baja ciclista: qué es, cuánto debe durar y cuál es el objetivo real
Proteína y ciclismo a partir de los 40: por qué tus necesidades cambian (y cómo ajustarlas para rendir mejor)
Mitad carbono, mitad titanio, así es lo último de Passoni

Hace unos días volvía a salir el tema a la palestra cunado el exciclista Jerome Pineau expresaba en un podcast “¡Cerremos los últimos cinco kilómetros de esta subida, privatizémosla! Así podríamos cobrar entrada. ¡Invitemos también a VIPs! ¡Creemos algo para ganar dinero!”, una opinión que, al contrario que la de Plugge, que pasó bastante desapercibida, sí que ha generado un importante revuelo en un momento, fuera de temporada, donde todo el mundo está ávido por cualquier noticia relacionada con el ciclismo de carrera.
El primero en pronunciarse al respecto fue el presidente de la UCI, David Lappartient que no se mostró a favor de la medida apelando al rechazo que algo así generaría entre los aficionados, en especial para el público francés del Tour de Francia para el que esta prueba es algo más que una carrera de bicicletas. De hecho, Lappartient llegó a comparar la posible reacción de los aficionados franceses ante una medida así con las protestas de los chalecos amarillos cuando desde el gobierno se trató de subir la edad de jubilación en Francia.
También se ha pronunciado ASO a través de uno de sus subdirectores quien ha sido rotundo a la hora de expresar la opinión del organizador del Tour de Francia “El ciclismo es gratuito por definición. La introducción de venta de entradas está completamente descartada”.

Resulta curiosa la solidez de estas afirmaciones sobre todo, cuando estamos en plena temporada de ciclocross donde el público debe de abonar una entrada para acceder a los circuitos aunque también es verdad que, sobre todo en Bélgica, país donde más relevancia tiene este deporte, el ciclocross durante el invierno tiene un seguimiento similar al que disfruta la liga de fúbol en otros países y las carreras se convierten en una auténtica fiesta que va más allá de la prueba en sí.
Algo similar ocurre, también en Bélgica durante las clásicas flamencas donde la organización de Flanders Classic, desde hace ya unos cuantos años, sitúa carpas VIP junto a los tramos más espectaculares. Unas carpas que son una fiesta total, con música, cerveza a raudales y la posibilidad de ver la carrera en lugares de referencia como Oude Kwaremont por donde los ciclistas, en el caso del Tour de Flandes, pasan hasta en tres ocasiones siendo además el lugar donde suele suceder el desenlace de la prueba.