Los datos de potencia de Pogacar en el Europeo confirman que está a otro nivel
Pese a que Pogacar, como otros grandes ases del ciclismo mundial, no publica sus datos de potencia para no dar pistas a sus rivales, las herramientas actuales nos permiten estimar estas cifras con mucha precisión en base a los ritmos de ascensión y el conocimiento de perfil de una subida. El análisis concienzudo de lo acaecido en el Campeonato de Europa de Ciclismo da idea de la superioridad absoluta de Tadej Pogacar pero también permite atisbar una manera de derrotarle.
El secreto para vencer a Tadej Pogacar podría estar en la Amstel Gold Race 2025
El rendimiento de Tadej Pogacar para vencer en el Campeonato de Europa de Ciclismo fue increíble una vez más. Una exhibición que resulta de aún más calibre si la ponemos en el contexto con datos de rendimiento y que permite inferir que el ciclista esloveno tendría un FTP o, Umbral Funcional de Pontencia, que rondaría los 7 W/Kg, una auténtica brutalidad que le permite conservar aún intactas sus fuerzas cuando los demás ya van acumulando fatiga.
Y es que en el Campeonato de Europa la táctica de Bélgica fue precisamente endurecer la carrera al máximo para aislar al esloveno y que este tuviera que desgastarse. Una ofensiva que comenzó con los primeros movimientos a más de 100 km a meta, los que acabaron con Jonas Vingegaard y a los que dio continuidad durante el descenso del Col de Sain Romain de Lerps en un corte en el que se filtraba Evenepoel, Jan Christen, Matej Mohoric y Pavel Sivakov.
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Una ofensiva que, pese a lo que pareció por televisión, fue un esfuerzo máximo tal como demostraban los datos de potencia de Pavel Sivakov, estos sí reales al ser el francés uno de los pocos que los hace públicos, ascendiéndose dicho puerto a un tremendo ritmo, tomando como referencia los metros hora de ganancia o VAM, un dato que permite inferir el nivel de esfuerzo en los puertos, de unos inhumanos 2.500 m/h.
Justo después de eso, en el muro de Val d’Efer, buscaría sorprender Remco Evenepoel lo que resultó que, en los algo menos de tres minutos de ascenso a esa cosa, el ritmo fuera de unos impresionantes 9 W/Kg, sin duda un duro desgaste para todos menos, al parecer, para Tadej Pogacar.
Una vuelta después Tadej Pogacar no se dejaría sorprender y prácticamente desde el inicio de la subida era él quién lanzaba su ataque al que trataba de responder en primera instancia Remco Evenepoel para acabar explotando unos minutos después. De nuevo, los datos de Pavel Sivakov arrojan mucha luz, arancando la ascensión a unos impresionantes 7 W/Kg para acabar explotando y teniendo que subir por debajo de 5,8 W/Kg.
Tras abrir este hueco con Remco Evenepoel, quien tardó en recuperar, y de hecho fue alcanzado por Seixas, Ayuso y Scaroni. Un tiempo decisivo que permitió a Tadej Pogacar abrir un hueco de un minuto que, sumado a la falta de entendimiento inicial en la persecución supuso que ya no pudieran echarle mano. Buena muestra es que Remco Evenepoel tuvo que lanzar un ataque y perseguir en solitario.
Esta baza del ataque duro, hueco y aprovechar la desconfianza en cazar, la desorganización o que sus perseguidores comiencen a pensar en asegurar el segundo puesto más que en cazar es la clave de por qué resultan tan efectivas las cabalgadas de Tadej Pogacar más allá de su capacidad de seguir manteniendo un ritmo altísimo tras realizar esos ataques demoledores que nadie en la actualidad es capaz de seguir.
Entonces ¿cuál sería la táctica para vencer a Tadej Pogacar? Pues seguramente la que vimos en Amstel Gold Race y que acabó con la sorprendente victoria de Matthias Skjelmose. En primer lugar, no tratar de seguir el ataque ya que el ritmo durante esos minutos ha demostrado ser inasumible para cualquier ciclista.
En vez de eso la solución es seguir manteniendo un ritmo altísimo y organizar la persecución justo tras el ataque, evitando que la diferencia se dispare. Precisamente eso es lo que ocurrió en la Amstel Gold Race con un Skjelmose que no dudo en vaciarse en la caza a lo que se unió las enormes capacidades de rodador de Remco Evenepoel. El resultado de la colaboración de ambos, y todo hay que decirlo, de un día no totalmente súper de Pogacar, es que ha sido la única vez en la que una de estas exhibiciones del esloveno no llegaba a buen puerto.