Descubre cuál es el mejor camino en bici hasta tu trabajo
Aquellos que toman la decisión de lanzarse a utilizar su bici en ciudad como medio de transporte para ir a trabajar a menudo se ven envueltos en un mar de dudas acerca de cómo hacerlo. Elegir el mejor recorrido es una de las principales ya que, en muchas ocasiones no somos conscientes de las distancias reales dentro de la ciudad y de la ubicación real de diferentes lugares de la urbe acostumbrados como estamos a circular por donde nos guían las carreteras o por donde nos lleva el transporte público.
Aprende a elegir las mejores rutas en la ciudad
Se podría escribir un libro acerca de cómo elegir la opción idónea para pedalear por la ciudad. Preferencias sobre qué tipo de calles elegir o por donde unir dos puntos no es algo que tenga una respuesta única y depende en muchas ocasiones del concepto ciclista que domine esa ciudad o de nuestra experiencia como ciclistas urbanos, por lo que se hace muy complicado llegar a conclusiones generales.
Sin embargo, si podemos recopilar una serie de consejos generales que te ayudarán a reconocer cuál es el camino óptimo entre dos puntos de la ciudad. Algo para lo que es esencial, en primer lugar, que conozcamos la ciudad. No te pedimos que lo hagas como si fueras un taxista sino que sepas situar barrios y vías principales, tengas una imagen mental de las dificultades orográficas de la ciudad o conozcas los distintos accesos a la urbe.
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Evidentemente, si toda nuestra vida nos hemos movido en coche o en transporte público no tendremos esta imagen mental de la ciudad, algo que sólo la experiencia y el montar en bici van creando. Sin embargo, existen formas de atajar en este proceso. Entrar en foros y grupos de conversación que puedan tener las distintas asociaciones de ciclistas urbanos existentes en casi todas las ciudades nos puede poner en contacto con ciclistas expertos en recorrer las calles y que nos pueden dar útiles consejos. Sin embargo, como decíamos al comienzo, depende mucho de cada persona. Un ciclista acostumbrado a circular sólo por carriles bici puede considerar como imposible un recorrido que a un ciclista habituado a convivir con otros usuarios del a vía le parece trivial.
Internet al rescate
Por suerte para nosotros, en la actualidad existen distintas herramientas que nos pueden facilitar mucho la tarea de diseñar nuestro recorrido. En primer lugar tenemos que citar el heatmap de Strava. Pese a que esta aplicación no sea de excesivo predicamento entre los ciclistas urbanos muchos sí suben sus rutas a la plataforma con la que esta genera un mapa global en el que se nos muestra por donde pasan más los ciclistas. Un vistazo a este mapa en alguna zona que dudemos nos puede ayudar a elegir por donde irr.
A partir de ahí, debemos elegir un editor de ruta que nos haga el diseño general de la misma. Obviamente lo más intuitivo es optar por el Google Maps que se encuentra instalado en todos los móviles Android aunque ya os avisamos que su creador de rutas ciclistas es bastante pobre. Si recurrís a él, se obtienen unos mejores recorridos seleccionando ruta de coche y la opción de recorrido más corto.
En todo caso, si podemos elegir, mejor usar un recorrido específico que se base en los datos de open street maps, cuyos mapas son alimentados de forma altruista por usuarios de todo el mundo, entre los que se incluyen ciclistas en su versión de mapas específicos para nuestra actividad. La propia aplicación del os ciclocomputadores Garmin cuenta con un editor bastante solvente aunque, la que cuenta con un extra es de nuevo la de Strava que hace uso de los mencionados datos del Heatmap a la hora de encaminar las rutas. La única pega es que esta opción está incluida entre los servicios de su cuenta premium.
Teniendo el diseño general de la ruta, debemos afinar el recorrido que nos ha generado la aplicación tirando de nuestros conocimientos sobre la ciudad. En líneas generales, si nos vamos a mover en bici la mejor opción suele ser realizar un recorrido lo más recto posible hasta nuestro destino que nos permite optimizar mucho el tiempo de desplazamiento respecto a coche o transporte público con los que se suelen dar importantes rodeos.
Sin embargo, ahí es donde entra en juego el conocimiento que vayamos adquiriendo de la ciudad y en muchas ocasiones, un pequeño rodeo nos puede evitar una subida complicada o el paso por un lugar con tráfico especialmente complicado. Detalles que vamos puliendo poco a poco según vamos teniendo recorridos habituales y nos acostumbramos a circular por la ciudad.
Los truquitos
Cuando utilizamos estas herramientas de diseño de rutas, a menudob y, sin embargo, los datos recogidos en los mapas no indican que se pueda hacer.
En muchas ocasiones acceder por carretera a la ciudad o unir dos puntos parece cosa imposible y nos somos concientes de que tenemos un camino de tierra que cubre ese trayecto. En esos casos, investigar la vista de satélite de los mapas y el mencionado Heatmap, es la forma e descubrir estos pequeños atajos.
Al ciclista novato se le suele decir que elija calles tranquilas para pedalear sin tener en cuenta que en muchas ocasiones esas calles estrechas suponen un estrés de coches en doble fila y otros que se incorporaran de forma sorpresiva de las vías adyacentes y que resulta más efectivo y relajante, pese a que tengan mayor volúmen de tráfico, usar avenidas principales. O tampoco tenemos en cuenta que hay veces que podemos atajar a través de un parque, siempre que esté permitido pedalear por ellos en nuestra ciudad.
Conocer estos pequeños trucos nos ayudara a dar una vuelta de tuerca más a nuestros recorridos, rascando minutos al trayecto. En todo caso, también es importante, una vez que empecemos a usar un trazado aprender otro tipo de trucos que nos faciliten el desplazamiento: colocarse en tal o cual carril en un semáforo, saber por donde salen coches que nos pueden sorprender o en que calle hay una rejilla en el suelo que conviene evitar, sobre todo si está lloviendo.
Lo que sí redunda en nuestra seguridad pedaleando dentro de la ciudad, es tener ciertos recorridos establecidos y perfectamente interiorizados en los que somos capaces de dominar la mayor parte de parámetros del entorno. Un conocimiento que, además, nos aportará confianza para seguir creciendo como ciclistas urbanos y empezar a contar con la capacidad de improvisar recorridos sobre la marcha según sea necesario.
De todas formas, una vez que tengamos la ruta planificada es recomendable, al menos las primeras veces, que utilicemos nuestro ciclocomputador, o en su defecto el teléfono móvil, para ir haciendo el seguimiento de la misma en marcha y evitar despistes. De todas formas ya os decimos que poco a poco va aumentando nuestro conocimiento de la ciudad hasta que llegamos a un punto de experiencia en el que somos capaces de ir prácticamente a cualquier punto de la misma prácticamente de memoria o sólo haciendo una breve consulta al mapa.
Intermodalidad
En algunas ocasiones, ya sea por distancia o por el complicado acceso a la ciudad si vivimos en la zona metropolitana de la misma, hacer todo el trayecto en bici se convierte en todo un reto sólo al alcance de ciclistas muy expertos. En esos casos, una buena alternativa puede ser el uso del transporte público que nos ayude a llegar a una determinada zona ya dentro de la ciudad desde donde podamos continuar pedaleando hasta nuestro destino.
La única limitación de esta opción la encontramos en las regulaciones existentes a la hora de acceder con bici a los distintos medios de transporte. Por ejemplo, en los autobuses suele ser una opción imposible mientras que en líneas de metro y tren no es extraño que existan limitaciones de acceso ya sea a días u horarios determinados en función de las aglomeraciones de pasajeros. Tenedlo en cuenta a la hora de optar por esta alternativa.
Comparte el conocimiento
Como ya os indicábamos antes, un buen lugar para conocer recorridos y buscar soluciones a distintos puntos suelen ser los grupos y foros de ciclismo urbano de cada ciudad. Un conocimiento que nosotros también deberíamos colaborar en aumentar compartiendo nuestros recorridos a través de la ciudad, aunque sólo sea subiéndolo a Strava para que otros ciclistas se puedan beneficiar de nuestra experiencia.
De hecho, Strava utiliza los datos recogidos, además de para generar el mencionado Heatmap, para alimentar su aplicación Strava Metro que no es más es un inmenso big data de recorridos por ciudades de todo el mundo y que Strava pone a disposición de ayuntamientos y otras entidades, previo paso por caja, claro está, para que estos puedan utilizar estos datos a la hora de planificar la movilidad ciclista en sus calles.
Aparte, también podemos colaborar aportando datos a la comunidad de Open Street Maps añadiendo a sus mapas información sobre nuestras rutas. Por ejemplo indicando que un camino es o no apto para la bici, que determinada calle ha pasado de ser de doble sentido a sentido único, etc. cualquier dato que se nos ocurra y que sirva para mejorar las herramientas de enrrutado.