Esta nueva teoría apuesta por el efecto anticancerígeno del deporte

La prevención de cualquier tipo de cáncer es una de las mayores preocupaciones de la sociedad y la medicina actuales. Diversos estudios ya avalaban el poder del ejercicio, al que ahora se suma una nueva investigación que expone que practicar deporte durante un tiempo prolongado previene varios tipos de cáncer. Te contamos más.

Hacer deporte previene padecer cáncer

Todo esto ocurrió antes de toda esta pandemia del coronavirus. El pasado 2019, una reunión de uno de los grupos internacionales de trabajo oncológico derivó en un artículo que revisaba todo lo estudiado hasta entonces sobre la relación entre practicar deporte y prevenir el cáncer.

Todo este compendio de sabiduría se puede resumir en una idea sintética: practicar deporte de forma regular reduce el riesgo de sufrir casi cualquier tipo de cáncer y en algunos de ellos lo hace hasta en un 25%. En otros muchos tipos, este valor era inferior, pero siempre superior al 10%.

De hecho, esta idea resume pero no cuenta todo lo que el estudio, publicado en la revista científica Trends in Cancer, supo sobre esta relación. Por ejemplo, otro de los datos más sorprendentes en que en pacientes que ya sufrían algún tipo de cáncer, el ejercicio también mejoraba su calidad y duración de vida, es decir, vivían más y mejor gracias a que hacían deporte.

Por qué hacer deporte puede prevenir el cáncer

Lo cierto es que ya había estudios anteriores que apuntaban en este sentido, pero este nuevo paper ahondó más en las causas de por qué ocurría eso y así, es decir, por qué el deporte era capaz de reducir las probabilidades de sufrir cáncer.

Estudios anteriores apuntaron a los niveles hormonales, la aparición de niveles bajos de azúcar en sangre, estrés oxidativo y demás causas, pero este grupo de investigación dirigido por el profesor Peter Biro, de la Universidad de Biro, Australia, añadió un nuevo concepto, al que bautizaron como “capacidad energética”. Esto consiste en que las personas en buena forma física pueden aumentar y mantener altos niveles de consumo de energía, por lo que su sistema inmune es más fuerte frente a la aparición de cualquier tipo de células cancerosas.

Sobre el papel, esta teoría no era nada sencilla de probar, pero los investigadores se fundamentaron en cuatro pilares: todos poseemos una capacidad energética diferente; la capacidad energética está totalmente vinculada a la tasa metabólica; el ejercicio físico es causa y consecuencia de esta alta capacidad energética; y comprobaron que esta capacidad energética que nace en combinación con el resto de factores es la razón que ayuda a prevenir y combatir el cáncer.

Es cierto que el estudio aún no se ha llevado a cabo en humanos para saber si esta relación entre deporte y prevención del cáncer está avalada, una fase que comienza ahora y para la cual los investigadores son muy optimistas.