El sistema de puntos UCI dictará la estrategia de los equipos en el Tour

Aunque aún resten dos años y medio de validez de las licencias de los equipos World Tour, las escuadras no quieren sorpresas ni estar apurados y mantienen un ojo constante en lograr la mayor cantidad posible de puntos en las competiciones que disputan. Una lucha por los puntos que llega a definir la táctica de los equipos como vimos en el Giro de Italia y, seguramente, veremos durante la disputa del Tour de Francia, una de las carreras que más puntos otorga.

El renovado sistema de puntos abre nuevas opciones a los equipos participantes en el Tour de Francia

Si hay algo en lo que el Giro de Italia se ha salido de lo habitual es en el nivel de las fugas. Entre la vigilancia y cautela de los favoritos y unos trazados que se prestaban a que corredores de calidad pudieran llevar a buen término sus aventuras el hecho es que muchas de las etapas se han vencido desde la escapada.

En esta proliferación de fugas selectas ha tenido también mucho que ver el cambio en las puntuaciones otorgadas por la UCI tras las críticas que se venían produciendo en el anterior ciclo trienal y donde los equipos protestaban por la descompensación de los puntos otorgados en las clásicas y los que se concedían en las grandes vueltas, en las que se primaba mucho el puesto en la general pero apenas las victorias y puestos en las etapas.

El renovado sistema de puntuación ha provocado que los equipos, que tras las tensiones que muchos tuvieron que sufrir a finales de la temporada pasada para eludir el descenso, estén buscando la máxima cantidad de puntos desde el principio, aunque aún queden 2 años y medio hasta la siguiente ronda de ascensos y descensos. En este nuevo sistema, la mayor posibilidad de lograr puntos en las grandes vueltas ha supuesto que equipos sin un líder claro para la general estén buscando otro tipo de táctica a la hora de encarar estas pruebas.

Un claro ejemplo lo tenemos en Derek Gee. El Israel-PremierTech fue uno de los equipos que descendieron a la categoría Pro Tour al final de la pasada temporada. Esto significa que para ellos la lucha por los puntos es vital ya que los dos mejores equipos Pro Team consiguen invitación automática para todas las carreras World Tour del año siguiente.

Bien, Derek Gee logró en el Giro de Italia 990 puntos gracias a sus seis Top 10, el puesto 22 y su segundo lugar en las clasificaciones de la montaña y por puntos, más puntos que lo que consiguió por su segundo puesto en la general el galés Geraint Thomas. Otro buen ejemplo de cómo conseguir un buen botín de puntos en una gran vuelta es aprovechar las llegadas al sprint, ya no venciendo la etapa, algo al alcance sólo de los mejores llegadores del pelotón, pero sí acumulando puestos entre los 10 primeros como demostró Trek-Segafredo con Mads Pedersen que venció una etapa y acumuló cuatro Top 5, un papel que complementó con el buen nivel de Toms Skujins, muy activo en las fugas.

De hecho, en el próximo Tour de Francia, el 66% de los puntos totales que concede la prueba van destinados al resultado de las etapas mientras que sólo un 29% se asignan al resultado final en la clasificación general quedando el resto de los que faltan destinados a las clasificaciones secundarias y al líder de la general cada día.

Parece que este nuevo sistema ha logrado acallar las críticas al anterior por primar mucho más los resultados en clásicas que en Vueltas y ha abierto el panorama a que los equipos sin hombres para la general encuentren una motivación extra para salir a disputar las etapas y no meramente a ir pasándolas de forma anónima en el seno del pelotón.

Lo que sí no ha cambiado respecto a los años anteriores es que los equipos grandes, aquellos con los mayores presupuestos, siguen siendo los que copan la clasificación que, tras el Giro de Italia, estaba comandada por UAE Team Emirates con Jumbo-Visma e INEOS Grenadiers siguiéndoles de cerca.