De las gafas de 5.000€ de Kristoff al reloj de 125.000€ de Alaphilippe, el equipamiento más caro del Tour

En pleno Tour de Francia, las extravagancias no cesan. Muchos son los ciclistas que aprovechan el foco mediático para lucir parte de sus pertenencias más lujosas. Y no dejan a nadie indiferente. Estos días estamos viendo auténticas joyas a precios inaccesibles para el común de los mortales.

El equipamiento más caro del Tour de Francia

De las gafas de 5.000€ de Kristoff al reloj de 125.000€ de Alaphilippe, durante estas primeras etapas los ciclistas portan sus mejores galas. Estos han sido sin lugar a dudas los dos ejemplos más notables y más llamativos, porque de bicis caras ya suponemos que harían ostentación, pero de pequeños complementos siempre supone una sorpresa.

Empezando por las gafas de Alexander Kristoff, que además tuvo el foco encima por su victoria en la primera etapa de forma brillante. El noruego del UAE, veloz siempre en el último kilómetro, subió al pódium a recoger el famoso peluche del león con unas gafas nada baratas.

Portaba las Scicon Sports Aerowing, que ya de por sí son un modelo muy bonito, pero con un pequeño matiz con respecto a las que venden en tiendas: las suyas estaban chapadas en oro y decoradas con 36 diamantes, 18 en cada lado de la gafa de ciclismo.

No hay precio para unas gafas tan exclusivas, pero diversas webs y foros, donde multitud de entendidos aproximan su valor, estimaron que podrían costar alrededor de unos 5000€.

Es la forma en que la marca ha presentado su producto: unas gafas de oro y diamantes protegiendo al líder del Tour de Francia 2020 en aquel momento. Brillante es quizá la palabra más adecuada. Aún seguimos viendo este modelo en el UAE, en el Israel Start-Up Nation y en el NTT Pro Cycling.

El reloj de Alaphilippe: equipamiento de cientos de miles de euros

El francés se enfundó el maillot de líder a las primeras de cambio y aprovechó la notoriedad para lucir un reloj de un valor desorbitante: cuesta alrededor de 125.000€ y lo fabrica Richard Mille.

El modelo en cuestión es el RM 67-02 y está fabricado en carbono y titanio, con un peso final de solamente, agárrense, 32 gramos. No decimos que gane por el reloj, claro está, pero en esa lucha enfermiza por reducir peso este reloj carísimo también ayuda, por qué no.

El francés lleva luciéndolo todo el verano y se ve que es cómodo, porque no se lo ha quitado en este Tour de Francia 2020 y parece irle bien con él en su muñeca. Los rubíes y el oro blanzo, con cuarzo y rodamientos cerámicos completan una pieza impresionante.

Los de Richard Mille no van de farol: Rafael Nadal es otro deportista de élite que lleva un modelo fabricado por ellos, en este caso el RM 27-03 valorado en nada menos que más de medio millón de euros.

Sí, el equipamiento normalmente no es tan caro, por suerte.