Este estudio confirma que la bicicleta es el transporte más eficiente de la historia

Hace 52 años Scientific American presentó un estudio mostrando los beneficios de la bicicleta, ahora lo actualiza pero la conclusión sigue siendo la misma: moverse en bicicleta es la forma más eficiente de desplazarse, es decir, la que menos consumo de calorías por kilo de masa desplazada requiere.

Ahora que la movilidad sostenible gana importancia, la bicicleta sigue mostrándose como el medio más eficiente

En 1973, Scientific America analizaba diferentes formas de desplazamientos, metiendo en el mismo saco tanto a animales como a diversos medios de transporte humanos. La conclusión de aquel estudio fue, expresado en uno de esos gráficos que recurrentemente circulan por las redes sociales de que moverse en bicicleta era la forma de transporte que mejor relación energía gastada por kilo de masa desplazada obtenía, o lo que es lo mismo, el modo más eficiente de moverse.

Ahora, años después, han decidido reproducir este análisis. Sin embargo, las conclusiones ha vuelto a ser las mismas y la bicicleta continúa ofreciendo la forma óptima de desplazarse si a eficiencia nos referimos. En esta revisión se incluyen las bicicletas eléctricas que reducen parte del gasto energético de la persona y lo sustituyen por el aporte de la batería. Un intercambio que resulta positivo y coloca a las eléctricas como máquinas aún más eficientes que las bicicletas tradicionales.

"Humans aren’t very efficient movers—until you put us on a bicycle, when we become some of the most energy-efficient land travelers in the animal kingdom." pic.twitter.com/sDeidlYiKu

— Andy Boenau (@Boenau) October 16, 2025

El principal motivo por el que la bicicleta requiere tan poca energía para desplazarse a una velocidad que en función de la situación, puede ser bastante elevada lo debemos de busca, por un lado en la eficiencia mecánica a la hora de transformar la fuerza aplicada por el ciclistas en movimiento de la transmisión a base de cadena y ruedas dentadas. Una transmisión que además optimiza la velocidad de desplazamiento gracias a sus distintas relaciones y, sobre todo, a la inercia que permite continuar avanzando incluso cuando se deja de pedalear.

Aparte, la producción de bicicletas exige poco material y recursos energéticos y se trata de un medio de transporte limpio que ayuda a reducir la contaminación por lo que, en las sociedades desarrolladas actuales cada vez ofrece más una alternativa al uso del automóvil como se puede observar en la mayoría de las ciudades donde ya no es extraño ver a gente desplazándose en bicicleta.

Obviamente, esto no nos debe de hacer perder la perspectiva de otros condicionantes de los desplazamientos en bicicleta como son su adaptación a los recorridos ya que al crecer en distancia dejan de ser asequibles a cierto número de usuarios, o el no tratarse de un medio de transporte totalmente democrático al entrar en juego el coste de contar con una bicicleta o las capacidades técnicas y físicas necesarias para poder hacer uso de la misma de forma habitual y efectiva.

Es por esto que, aunque resulte algo menos eficiente, no nos debemos olvidar de aquellos que caminan, que sitúan a los seres humanos entre los animales más eficientes de entre los que se desplazan por sus propios medios apenas superado por el caballo, que durante siglos ha sido el medio de transporte esencial o por los peces que se benefician de su adaptación a un medio ingrávido como es el acuático.

Se echa de menos también en esta comparativa que papel juegan los Vehículos de Movilidad Personal, con los patinetes eléctricos como los más populares, que se han convertido por sus ventajas en cuanto a eficiencia en una de las opciones preferidas en las grandes ciudades. Unos vehículos que, imaginamos, deberían de ocupar un lugar a la par de las bicicletas eléctricas con las que comparten muchas de sus características.