Exhibición y gloria olímpica para Remco Evenepoel que certifica su doblete en crono y ruta
Increíble último mes para Remco Evenepoel que, tras lograr un gran tercer puesto en el Tour de Francia 2024 llegaba a los Juegos Olímpicos de París 2024 con la contrarreloj como principal objetivo. Un oro que lograba con total solvencia hace justo una semana. No estaba sin embargo entre las primeras bazas en las apuestas para la prueba en ruta donde, sorprendiendo con un brutal contraataque a 40 kilómetros de meta ha logrado la proeza de sumar las dos medallas de oro del ciclismo de carretera. Hablando de dobletes, Francia cerraba el podio con Madouas y Laporte.
Ni Van der Poel ni Van Aert, el oro de París 2024 es para Remco Evenepoel tras un descomunal ataque
Una vez más, ciclismo de muchísimos quilates el que hemos podido disfrutar en la carrera en línea de los Juegos Olímpicos de París 2024, una de las pruebas más locas de cuantas se disputan en este deporte al estar conformada por un pelotón de apenas 90 ciclistas con equipos de máximo 4 integrantes. Una carrera que ha servido para coronar en el Olimpo del ciclismo a Remco Evenepoel que volvió a deleitarnos con una exhibición de las suyas, como la que le llevó a vencer en el Mundial disputado en Australia hace dos años o como las que le han permitido tener dos Lieja-Bastoña-Lieja en su selecto palmarés.
Una prueba que comenzaba muchas horas antes a pie de la Torre Eifel para encarar un maratoniano trazado de 272 kilómetros por los alrededores de París. Un terreno quebrado y plagado de colinas que había que atravesar en multitud de cotas cortas. Buscando una similitud sería algo similar a lo que los ciclistas encuentran cuando disputan la Amstel Gold Race.
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Momento de protagonismo antes de la salida para un Peter Sagan, ya retirado totalmente de la competición quién no lograba su objetivo de competir en estos Juegos Olímpicos de París 2024 lastrado por los problemas cardíacos a comienzo de temporada y al que correspondió el honor de efectuar la ceremonia de los tres golpes en el suelo con el bastón que estamos viendo en todos los eventos de estos JJ.OO. Un ritual que se remonta al teatro francés desde la edad media y que se utilizaba para llamar la atención del público en los prolegómenos del espectáculo instándoles a guardar silencio.
Como suele ocurrir en estas citas y no iba a ser menos en estos Juegos Olímpicos de París, una ocasión de lucimiento para estos ciclistas de los circuitos continentales asiáticos o africanos, que tienen la ocasión de que las cámaras se fijen en ellos durante varias horas. En esta ocasión, el protagonismo de formar parte de la fuga del día fue para el ruandes Eric Manizaballo, el representante de Islas Mauricio Christopher Rougier-Lagane y el tailandés Thanakhan Chaiyasombat a los que se sumaban, llegando desde el pelotón varios kilómetros más adelante el ugandés Charles Kagimu y el marroquí Achraf Ed Doghmy.
El pelotón rápidamente les dejaba ganar diferencia hasta aproximadamente los 5 minutos y medio, momento en que comenzaban a trabajar en el pelotón el neerlandés Daan Houle y el danés Mikkel Bjerg. Sin embargo, ante la falta de colaboración de más selecciones decidían parar y, en unos kilómetros de auténtico paseo, la diferencia se iba hasta más allá de los 10 minutos.
Concluía la calma cuando, en los típicos ataques que se producen más por enfado que por otra cosa, arrancaba uno de los eslovenos y comenzaban unos kilómetros de ataques de esos que parece que no van a ningún lado hasta que, finalmente, fructificaba el realizado por el irlandés Ryan Mullen quién abría hueco en compañía del griego de Burgos-BH Georgios Bouglas, el italiano Elia Viviani y el ruso Gleb Syritsa, aunque este último acabaría claudicando más adelante.
Un corte más serio que obliga al pelotón a reaccionar, de nuevo en las figuras de Houle y Bjerg a quienes se sumaba en el trabajo Tiesj Benoot. Comenzaba así a reducirse poco a poco la diferencia al igual que ocurría entre la cabeza y el grupo perseguidor que acababan fusionándose cuando restaban 120 kilómetros para la conclusión.
Obviamente, con el paso de las distintas cotas, los integrantes de la fuga original fueron cediendo ante el ritmo de ciclistas de la calidad de Viviani Y Mullen. Mientras tanto, detrás comenzaban a producirse movimientos en una serie de cotas enlazadas que se afrontaban a falta de unos 110 kilómetros a la llegada, lo que daba el pistoletazo de salida a un zafarrancho en el que acababan sacando partido otro irlandés, Ben Healy y el kazajo Alexey Lutsenko que lograban abrir hueco para ir aproximándose progresivamente a la cabeza que acabarían alcanzando.
Y poco antes de llegar de nuevo a París, cuando faltaban 72 kilómetros para la conclusión, era Remco Evenepoel quien lanzaba un primer órdago tras una de estas cotas que mencionábamos. Sin éxito más allá de dejar a la fuga a tiro de piedra pero, sin llegar a neutralizarla, volverían a abrir hueco Healy y Lutsenko. Un ataque del belga que se repetiría unos kilómetros después de nuevo sin éxito.
Se llegaba así al circuito final por las calles de París, con un trazado ratonero, de asfalto irregular y marcado por un duro repecho en mitad del mismo y, sobre todo, por la subida al Montmartre con algún tramo realmente exigente y suelo en parte adoquinado. Un circuito en el que se disfrutó de un ambiente como el de los grandes momentos, con tremendas multitudes abarrotando el circuito, un publico que, más allá de las calles de París también pobló en gran número prácticamente los 200 kilómetros previos.
Se formaba en la primera aproximación al Montmartre, en plena vorágine de ataques, un peligroso corte en el que se insertaban Madouas, Wright, Woods Politt al que conseguían llegar en segunda instancia Küng, Haller y el mongol de Burgos-BH Sainbayar que lograban abrir medio minuto mientras detrás se producía un pequeño parón. Unos kilómetros de tensión que acababa explotando en plena subida al Montmartre con el esperado ataque de Mathieu van der Poel, seco y potente que nos hacía recordar la temporada de ciclocross cuando únicamente conseguía salir a su rueda Wout van Aert.
Sin embargo, la subida no es todo lo dura que debería para marcar diferencias y, tras la misma, lograban llegar a rueda hombres como Alaphilippe, Skujins o Jorgenson. Mientras tanto, en cabeza, Ben Healy seguía a lo suyo y había conseguido desembarazarse de Lutsenko en un movimiento a todo o nada.
Lo que sí había causado el ataque de Van der Poel fue seleccionar el grupo de favoritos, quedando detrás cortados hombres importantes, entre ellos un Mads Pedersen que se veía obligado a arrancar desde un 4º grupo para llegar hasta el resultante de la ofensiva de Van der Poel. Un movimiento del ciclista danés que servía para llevarse a su rueda a otro buen número de ciclistas que habían cedido. Entre ellos un Remco Evenepoel que, seguramente, ya veía cercenadas sus opciones y al que se le abría el cielo con el movimiento de Pedersen.
No se lo pensó dos veces Remco. Pese a que restaban unos 40 kilómetros para la conclusión, según lograba enlazar Pedersen con el grupo de Wout van Aert y Mathieu van der Poel, aprovechando la vigilancia a estos, ni siquiera paraba a tomar un respiro y lanzaba un descomunal ataque que nadie vio venir. Visión de carrera y olfato que lo llaman.
En un santiamén lograba neutralizar el cerca de medio minuto de ventaja con que contaba el grupo perseguidor de Ben Healy en el que tomaba la cabeza y marcaba un tremendo ritmo, sin importar quién viniera a rueda que lograba neutralizar la ventaja del irlandés.
En la segunda subida al Motmartre, Remco Evenepoel redoblaba su ritmo, diezmando el grupo cabecero logrando resistir a duras penas un voluntarioso Valentin Madouas que sabía que ese sufrimiento al límite seguramente tendría premio. Detrás se repetía la jugada, esta vez con un ataque progresivo en vez de seco de Mathieu van der Poel que tenía el mismo efecto que el anterior: únicamente Wout van Aert era capaz de seguir su rueda y, al igual que en la vuelta anterior, arriba no se decide a tirar hacia delante con un Van Aert a rueda que seguramente le remataría, lo que provoca que vuelva a entrar gente como Alaphilippe, Laporte, Jorgenson. De hecho, estos aprovecharían un poco más adelante la vigilancia entre Wout y Mathieu para destacarse en un movimiento del norteamericano que llegaba hasta la rueda de Healy y Haller en compañía de Küng y Laporte.
En este punto ya estaba meridianamente claro que la victoria iba a ser para Remco Evenepoel merced al lenguaje corporal del francés. De hecho, el belga no esperó a la tercera subida al Montmartre y se deshizo de su acompañante en el repecho de mitad del recorrido a fin de asumir la subida al barrio bohemio ya en solitario en medio del fervor de la multitud, muchos de ellos belgas.
Detrás, Madouas conseguía resistir sufriendo al límite y coronaba el Montmartre con, en principio tiempo suficiente para garantizar la medalla de plata pese a que, a unos 40 segundos, venían como lobos Matteo Jorgenson con quien colaboraba otro francés, Christophe Laporte, desconocedor por la ausencia de pinganillos de que su compañero iba por delante.
Pese a estar todo decidido, todo estuvo a punto de irse al traste para Remco Evenepoel a falta de algo menos de 4 kilómetros para la conclusión cuando un inoportuno pinchazo ponía al belga y a toda la afición al borde del infarto. Por suerte, la diferencia con sus perseguidores ya era lo suficientemente amplia para que los comisarios hubieran permitido pasar a su coche quién pudo entregarle la bici de repuesto con la suficiente celeridad para que todo quedara en anécdota.
Lograba así Remco Evenepoel una memorable victoria. Detrás, algo más de un minuto más tarde lograba corroborar la plata Valentin Madouas quién ya sentía el aliento de sus perseguidores en un grupo que encabezaría Christophe Laporte para delirio de los aficionados franceses. Incluso Julian Alaphilppe entraba unos segundos después en un muy meritorio undécimo lugar.
Discretísimo papel de la selección española con Alex Aranburu como mejor clasificado en el puesto 18º mientras que Juan Ayuso ocupaba el 22º y Oier Lazkano el 35º.
Clasificación Ruta Masculina Juegos Olímpicos París 2024
- Remco Evenpoel (Bélgica) 6h19’34’’
- Valentin Madouas (Francia) +1’11’’
- Christophe Laporte (Francia) +1’16’’
- Attila Valter (Hungría) m.t.
- Toms Skujins (Letonia) m.t.
- Marco Haller (Austria) m.t.
- Stefan Küng (Suiza) m.t.
- Jan Tratnik (Eslovenia) m.t.
- Matteo Jorgenson (EE.UU.) m.t.
- Ben Healy (Irlanda) +1’20’’