“No quiero ganar todo, no quiero esa presión”: Pauline Ferrand-Prévot desvela sus objetivos para 2026

Pauline Ferrand-Prévot llegó este año a la carretera como una de las grandes incógnitas para muchos, pero la francesa ha demostrado que su talento está a prueba de nuevas generaciones y ha firmado una temporada para enmarcar. Ahora explica su nueva filosofía deportiva y apunta a renovar su triunfo en el Tour de Francia como su gran objetivo de 2026.

Pauline Ferrand-Prévot cambia la presión por la precisión

Apenas ha pasado un año desde que Pauline Ferrand-Prévot anunciaba su adiós al XCO, justo después de conquistar el oro olímpico en París 2024, para centrarse de nuevo en la carretera, la modalidad en la que ya fue campeona del mundo en 2014. Desde entonces, su regreso al asfalto ha sido tan brillante como meditado: victoria en el Tour de Francia Femmes 2025, triunfo en la París-Roubaix, y un segundo puesto en el Tour de Flandes, además de varios podios que confirman que sigue siendo una de las corredoras más completas del pelotón mundial.

Sin embargo, no todo ha sido perfecto. Ferrand-Prévot decidió participar a última hora en el Campeonato del Mundo de Ruanda, donde su actuación no estuvo a la altura de las expectativas. Pocos días después, la corredora del Team Visma Lease a Bike pasó por el quirófano para solucionar unas molestias en el tobillo que arrastraba durante toda la temporada, poniendo así punto final a un curso tan exigente como exitoso.

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En una extensa entrevista concedida a Ouest-France, Ferrand-Prévot explicó su manera de entender la competición y su plan de cara a 2026:

“No quiero ganar todo porque no quiero esa presión”, declaró. “Prefiero limitar mis objetivos a uno o dos al año. Es lo que realmente me motiva”.

“El Tour es el gran objetivo”, añadió, aunque reconoció que las clásicas de primavera siguen siendo importantes: “Fui buena en las Clásicas, pero creo que puedo ser mejor allí, y después estar bien en el Tour. Puedo trabajar muy bien este invierno para intentar alcanzar un nivel no necesariamente igual que el del Tour, pero no muy lejos, para las Clásicas, y luego estar en forma para el Tour. Ese será el verdadero objetivo para 2026”.

Ferrand-Prévot también explicó que no siente una atracción especial por competir constantemente:

“Es un poco contradictorio, pero no me gusta necesariamente la competición. No es lo que me impulsa a montar en bici. Correr cada fin de semana no es algo que me guste especialmente. Mentalmente, para mí, es demasiado cansado”.

“Lo que realmente me gusta es preparar un objetivo específico y poner todo en su sitio para intentar alcanzarlo. Por eso volví a la carretera. Tenía el Tour de Francia como objetivo”.

En cuanto a su relación con el equipo Visma | Lease a Bike, la francesa subrayó que comparte filosofía con sus compañeros:

“Correr por correr ya no me interesa. Eso pasaba cuando era profesional con Rabobank o en Canyon-SRAM. Para mí, el Tour es muy importante, y por eso elegí este equipo. Me dieron libertad de elección. Saben que no quiero correr todos los domingos y eso encaja con la filosofía del equipo”.

“Trabajo así, con objetivos concretos. Es lo que me hace levantarme cada mañana. También me preocupa hacerlo mejor cada día que el anterior. Aunque ahora estoy lesionada, me reuní con Richard Plugge para ver qué puedo mejorar”.

De cara al futuro, Ferrand-Prévot confirmó que su motivación sigue intacta y que no piensa en la retirada:

“Quiero ver hasta dónde puedo llegar. Sé que gané, pero sé que las demás van a trabajar más para intentar batirme, y nosotros tenemos que mantener nuestra ventaja”.

“Cuando me desperté al día siguiente [de ganar el Tour] me sentí vacía, lloré, creo que durante dos días. Era un sueño. Estaba muy feliz, pero también un poco perdida porque no sabía qué sentido darle a mi carrera después de eso. Ahora lo veo de otra manera: fue genial hacerlo una vez, pero hacerlo dos veces podría ser aún mejor”.

En su mirada a largo plazo, Ferrand-Prévot piensa en el Mundial de 2027, que se disputará en Francia, como un sueño especial: recuperar el arcoíris en casa más de una década después de haberlo conseguido por primera vez