Ponemos a prueba la nueva Trek Fuel EXe 2023: la eléctrica más natural del momento
Las mountain bikes eléctricas y ligeras están de moda y prueba de ello es que las grandes marcas del sector han apostado fuerte por tener al menos un modelo en su catálogo. Es el caso de la Trek Fuel EXe, una eMTB muy próxima a una convencional que llega con el nuevo motor TQ HPR50 y un alto nivel de integración.
Después de varias semanas rodando con ella te contamos todas sus características y las sensaciones que nos ha transmitido.
Trek Fuel EXe ¿eléctrica?
Tras dos años de desarrollo por parte de la marca de Wisconsin, ha visto la luz la nueva Trek Fuel EXe con un objetivo claro, situarse a medio camino entre su E-bike más ligera, la E-Caliber y la más potente, la Rail.
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Partiendo del uso del carbono OCLV Mountain se ha fabricado un cuadro que comparte diseño con su hermana muscular, la Trek Fuel EX 2023. Apostar por el compacto sistema TQ HPR50 ha permitido a Trek diseñar un cuadro casi sin diferencia con el muscular, optimizando y reduciendo el tamaño de los tubos, en especial el tubo diagonal que aloja la batería.
Es precisamente su éstetica lo que hace que muchos de los que la ven por primera vez se pregunten si la Trek Fuel EXe es realmente una MTB eléctrica.
Todas las versiones tienen recorridos de 150 y 140 mm delante y detrás respectivamente, y ruedas de 29”, con opción de montar una rueda trasera de 27,5” para convertirla en Mullet y ganar algo de manejabilidad. El único requisito para esto último es que el sistema MinoLink debe estar en posición High.
El sistema ABP (Active Braking Pivot) de Trek consiste en un pivote concéntrico alrededor del eje de la rueda que permite mejorar el funcionamiento de la suspensión aislando las fuerzas de aceleración y frenado.
Las vainas tienen una longitud de 440 mm. Una cifra bastante corta si nos fijamos en su buen paso de rueda, que permite el montaje de neumáticos de 2,5” dejando espacio suficiente con tirantes y vainas. Se usa el estándar Boost convencional de 148 mm y una línea de cadena de 55 mm. Justo encima de la unión de las vainas con el tubo vertical encontramos un protector plástico que evita acumulación de barro en esa articulación.
En el tubo horizontal se integra un panel de control a la vista y cerca de los mandos para manipularlo. Esa ubicación priva a la Fuel EXe de contar con el bloqueo de dirección Knock Block, pero en nuestra unidad, todos los componentes quedaban lejos del tubo superior al girar el manillar. El guiado interno de los cables se hace a través de unos canales integrados en el cuadro que facilitan el mantenimiento de estos.
Geometría Trail variable
Esta Trek Fuel EXe incluye el sistema MinoLink de la marca que permite modificar el ángulo de dirección en aproximadamente medio grado, al mismo tiempo que modifica entre 6 y 9 mm la altura del pedalier. Una operativa sencilla que se realiza con una simple llave allen modificando la posición de unas levas. Esto permite jugar con la geometría en función de nuestras preferencias o de las características del recorrido que nos vayamos a encontrar en nuestras rutas.
De su geometría podemos decir que cumple con los actuales estándares del trail, en los que destaca el ángulo de dirección a 64,7º para ganar capacidad bajadora, pero alejándose de una cota excesivamente lanzada que penalicen en subida y tramos rodadores.
El ángulo de sillín de 76,7º ofrece una posición cómoda y efectiva de pedaleo. Un generoso reach de 452,2 mm en talla M y una distancia del pedalier al suelo de 342 mm.
Estos números son con el MinoLink en posición Low, si decidimos cambiarlo a la posición High, los ángulos se verán incrementados en 0,5º y su distancia libre al suelo quedará en 349 mm.
Al igual que con el diseño de los tubos, gracias al empleo del compacto motor TQ se ha podido desarrollar esta geometría que ayuda a conseguir el objetivo de la marca de obtener sensaciones tan naturales y cercanas a una bicicleta muscular.
El conjunto TQ, un paso más allá en la motorización
El corazón de la Trek Fuel Exe corre a cargo del TQ HPR50, un motor desarrollado y ensamblado en Europa por parte de la empresa alemana TQ. Aunque para muchos puede ser una marca novedosa, lleva fabricando motores para E-bike desde 2008, pero ha sido ahora cuando se ha hecho un hueco entre las marcas de bicicletas más conocidas.
El TQ HPR50 es la unidad estrella del fabricante y destaca por no emplear un sistema de correa y engranajes habituales, en su lugar usa un mecanismo de transmisión armónica de diseño redondo formado por rodamientos dentados que realizan un movimiento oscilante, de ahí su nombre Harmonic Pin Ring (HPR). Este tipo de motor se caracteriza principalmente por trabajar de forma muy silenciosa, casi imperceptible al oído humano. Además, según comenta el fabricante es capaz de funcionar a unas revoluciones 3 veces más bajas que los motores habituales, propiciando un menor desgaste en sus piezas internas.
Entrega un par motor de 50 Nm de una manera poco intrusiva, que se transforma en un pedaleo de lo más natural. Se trata de una cifra que se aleja de los motores más potentes, pero que se sitúa por encima de los motores más conservadores del mercado. A pesar de tener una potencia nominal de 250 W, es capaz de ofrecer picos de 300 W.
La unidad tiene un peso de 1.850 gramos, que lo sitúa a la cabeza en cuanto a ligereza respecto a sus competidores.
La batería ofrece una capacidad de 360 Wh y sigue con la misma premisa del motor, ligereza y poco volumen para facilitar una buena integración en el tubo diagonal.
Una de sus principales características es la de poder extraerse para cargarla de forma independiente, una opción interesante si no disponemos de un punto de cargar donde guardamos nuestra bicicleta. Tan solo es necesario aflojar un tornillo y retirar la tapa del motor para sacarla. El punto de carga queda ubicado en la parte superior del tubo diagonal, bastante protegido de cualquier golpe y las inclemencias del tiempo. Otro dato importante es que se carga por completo en unas 2 horas.
El peso de la batería es de 1.835 gramos, lo que deja el conjunto en tan solo 3,9 kg. Una de las claves para conseguir montajes super ligeros en esta E-bike.
También cabe la posibilidad de ampliar la autonomía de la batería añadiendo un range extender de 160 Wh, que se coloca en el porta-bidón y se conecta al puerto de carga ofreciéndonos en torno a un 44% más de distancia a recorrer.
El conjunto se controla mediante un discreto mando ubicado en el manillar. Equipa dos botones que sirven para pasar por los tres modos de asistencia (Eco, Mid y High), o para activar el modo walk assist en caso de tener que bajarnos en alguna pendiente muy pronunciada.
Pantalla integrada
Como ya hemos adelantado, la Trek Fuel EXe cuenta con una pantalla O-LED de 2 pulgadas integrada en el tubo superior. En esta pantalla tenemos toda la información necesaria para el control de la parte eléctrica. Incluye un diminuto botón que enciende y apaga el sistema. Además de usarse para recorrer las cuatro páginas que muestran las métricas claves, como son el estado de la batería, la velocidad de conducción, la velocidad promedio, la potencia del ciclista, la potencia del motor, autonomía restante… En ella solo hemos echado de menos encontrar el dato de cadencia.
Todo el control en una sola App
El sistema se conecta mediante bluetooth al móvil y con la App Trek Central podemos controlar todos los parámetros tanto del motor como de nuestras rutas. Desde ella podemos personalizar los diferentes modos, ajustando la potencia, nivel de asistencia y velocidad de respuesta. También podemos usarla como navegador y tener de un simple vistazo en el móvil los datos de velocidad, nivel de batería, kms restantes… Incluso podemos guardar nuestras rutas o exportarlas a Strava y Komoot.
Además de todo eso, podemos emparejar los dispositivos TyreWiz, AirWiz para seguir en tiempo real la presión de las cubiertas y suspensiones, así como la transmisión AXS para realizar los ajustes del cambio.
Montaje de alta gama
Nuestra unidad de test ha sido la Trek Fuel Exe 9.9 XX1 AXS, el modelo más alto de la gama.
En la transmisión nos encontramos con un grupo Sram XX1 Eagle AXS en acabado rainbow, de sobra conocido por todos, del cual podemos destacar la batería del cambio trasero, que viene alimentada desde la batería principal por un fino cable (TQ Smart Box). Una manera de eliminar la posibilidad de quedarte sin batería por un olvido a la hora de cargarla. Aunque, por otro lado, se corre el riesgo de agotar por completo la batería principal y quedarnos sin alimentación para el cambio, aun sí Trek dice que todavía quedan unos 200 cambios una vez que la batería principal se haya agotado.
Las bielas corren a cargo de E-Thirteen E-Spec Plus, fabricadas en carbono y con un plato de 34 dientes (nuestra unidad venía con un 32T), que en combinación con el cassette 10-52 nos da una relación de transmisión más que suficiente para subir cualquier pendiente que se cruce en nuestro camino.
La gestión electrónica de los componentes eleva la calidad del montaje un punto más arriba. Nos encontramos con un juego de suspensiones formado por una horquilla RockShox Lyrik Ultimate y un amortiguador RockShox Deluxe Ultimate, ambos equipados con válvula AirWiz, que nos permiten controlar su configuración desde la App Trek Central o desde la App de Sram. Un complemento que nos hará sacarle el máximo partido a nuestras suspensiones, incluso servir de guía a los biker más inexpertos para ayudarlos a conseguir una configuración más que decente de su conjunto horquilla-amortiguador.
Los frenos son unos Sram Code RSC de potente frenada y tacto seco, acompañado de unos discos de 200 mm que paran sin problema esta E-bike.
El ecosistema Sram se completa con la tija telescópica RockShox Reverb AXS de 34,9 mm de diámetro, con recorridos que varían en función de la talla, desde los 100 mm para la S hasta los 170 mm para la L-XL. Un complemento que se ha vuelto necesario en bicicletas destinadas a esta modalidad.
Bontrager firma el resto de los componentes. El conjunto de manillar y potencia Bontrager RSL de 820 mm de ancho, una medida que puede ser comprometida en los senderos más estrechos. El conjunto incluye una completa multiherramienta del sistema BITS en la entrada del tubo de dirección.
Por último, las ruedas Bontrager Line Pro 30 con el aro de fibra de carbono OCLV y neumáticos Bontrager SE5 Team Issue de 2,5”. Equipan la tecnología TyreWiz con la que puedes controlar la presión de los neumáticos a través de las Apps mencionadas anteriormente. En función de las características del neumático, peso del rider y modalidad a practicar te recomienda unas presiones, además de tenerlas controladas en todo momento a través de sus leds incorporados. Estos se iluminan en verde cuando está en la presión correcta y rojo cuando es necesario de revisar. Cabe destacar el empleo en la rueda trasera del buje rapid drive 108, característico por tener 108 puntos de contacto como indica su nombre., el cual ofrece una transmisión de la potencia casi instantánea.
Con estos componentes se consigue parar la báscula en 18,7 kg reales.
Poniendo a prueba la Trek Fuel EXe
Llegó el momento de la verdad. Nada más llegarnos la unidad de test ya teníamos preparada la App Trek Central para vincularla. Realizamos los pertinentes ajustes, la puesta a punto de las suspensiones con la ayuda del AirWiz y directamente salimos a rodar por primera vez. Durante toda la salida no dejó de sorprendernos lo sigiloso que es el motor. Hay una ausencia casi total de ruido, que se hace aún más evidente al ir en ruta con otras E-bikes. Tenemos que prestar atención si queremos llegar a escucharlo ya que su sonido se camufla con el rodar de los neumáticos.
Según un estudio de tonalidad (forma en la que percibimos el sonido) realizado por Trek y TQ, La Trek Fuel Exe tiene una tonalidad más parecida al de una MTB muscular que al de una E-bike. Esto hace también que se elimine una distracción para el biker, centrándonos más en la conducción. Podemos decir que es la E-bike más silenciosa que ha pasado por nuestra redacción hasta el momento.
La entrega de potencia en muy natural, acompasándose a la perfección con la pedalada, entrando de manera suave y fluida. Los tres modos de asistencia con los que cuenta el TQ HPR50 son personalizables y dinámicos, es decir, aumentan o disminuyen la entrega de potencia en base a la fuerza y cadencia que estemos ejerciendo en cada momento. Esto último sumado a unos pequeños retoques en la configuración de los modos realizados en la App, nos ha permitido conseguir unos saltos entre modos casi imperceptibles.
En la variedad de rutas realizadas, hemos podido comprobar como su par de 50 Nm es suficiente para subir cualquier pendiente o tramo técnico. Eso, y que se cuenta con un desarrollo de 32T en el plato y 52T en el cassette Sram.
También hemos podido comprobar como la estimación realizada por Trek de la autonomía de entre 2 y 5 horas no va muy desencaminada. Las 2 horas las rebasa sin problemas incluso abusando del modo High, sin embargo, para llegar a las 5 horas hay que cuidar bastante la batería, no obstante, es algo que se ve facilitado por la estimación de autonomía restante expresado en tiempo y porcentaje que se muestra en la pantalla. Esta ha sido nuestra experiencia con la autonomía, pero como siempre decimos, es algo que depende de varios factores.
Alternar entre los tres modos nos resulta sencillo gracias al minimalista pulsador ubicado en la parte izquierda del manillar junto a la maneta de freno.
El modo ECO nos obliga a esforzarnos en el pedaleo, sobre todo en repechos, donde hace que tengamos que exigirles un poco más a las piernas. La posición MID ha sido el más usado en nuestras pruebas. Con un consumo ajustado y una asistencia suficiente para afrontar subidas sin agotarnos. El modo HIGH lo hemos podido dejar reservado para las pendientes más pronunciadas.
El objetivo de Trek estaba claro con esta bicicleta, desarrollar una geometría y ligereza cercanas a cualquier MTB muscular lo cual ha sido posible gracias a tener un motor tan compacto. El contar con algo menos de potencia que otras E-bikes del mercado, se traduce en una experiencia de conducción natural, algo que sin duda justifica con creces ese esfuerzo extra que tenemos que realizar en nuestra pedalada.
En marcha, la posición sobre ella es de lo más habitual. Nuevamente entra en juego el motor TQ, en este caso haciendo gala de su reducido Q-Factor de 135 mm.
La mayoría de subidas las hemos afrontado sentados de forma cómoda, es una posición ideal que deja nuestro peso bien posicionado. Se muestra reactiva en las zonas más técnicas y de mayor pendiente, en parte gracias a las vainas de 440 mm.
En las zonas reviradas es una bicicleta fácil de controlar, dándonos sensación de una mayor ligereza y haciendo que el paso por cada sendero sea de lo más dinámico. En este tipo de terreno en el que se arranca y para de pedalear constantemente, se nota la entrega de potencia fluida por parte del motor TQ. Además, gracias a su mecanismo de rueda libre hace que pedalear cuando está desconectado transmita una sensación similar a la de hacerlo con una MTB muscular. Su amplio manillar facilita los cambios de dirección, pero los 820 mm originales pueden darte una sorpresa en los senderos más estrechos, aunque no deja de ser algo fácil de solucionar.
En bajadas es donde más se disfruta con ella. Se muestra ágil para sortear obstáculos siendo este punto una ventaja sobre las E-bikes de mayor potencia y peso. Su lanzado ángulo de dirección y el amplio reach facilitan pasar con seguridad las zonas técnicas. Un punto más a su favor vuelve a ser la ausencia de ruidos provenientes del motor, por el contrario, sí que se perciben desde la multiherramienta alojada en la potencia y de la palanca del cierre de la rueda trasera.
El conjunto de la suspensión es equilibrado y ofrece sensación de estabilidad a velocidades altas. El sistema ABP dota al tren trasero de mucho aplomo en todas las situaciones, aprovechando cada milímetro del recorrido del amortiguador y permite pedalear sin apenas contaminar nuestro movimiento. El tren delantero se muestra más firme en la primera parte del recorrido filtrando en menor medida las pequeñas imperfecciones del terreno. En cambio, ofrece un gran control a medida que avanza su recorrido y la velocidad de trabajo aumenta.
Los neumáticos tienen un generoso balón, con un taqueado que no es excesivamente agresivo, aun así, muestran un buen nivel de agarre y un comportamiento predecible. Para los biker que quieran exigirle más a esta bici puede ser buena opción montar un neumático delantero con un taqueado más pronunciado.
La mayor parte del tiempo la hemos usado con el MinoLink en posición Low, si bien es cierto que al cambiarlo a posición High se ha notado una dirección más reactiva, siendo una geometría más equilibrada cuando hemos realizado rutas en las que abundaban los tramos de pedaleo.
Conclusiones
En definitiva, la nueva Trek Fuel Exe ha llegado para elevar al siguiente nivel el concepto de E-bike ligera, destacando por su compacto motor TQ HPR50 de 50 Nm que hará que te olvides de que lo llevas y además pasará desapercibido por tus compañeros de grupeta. La suave entrega de potencia unida a su adecuado reparto de pesos y su geometría Trail te llevará a desenvolverte con total facilidad en la mayoría de los terrenos.
Mención aparte tiene su nivel de integración, que entre otras, apuesta por una pantalla incorporada en el tubo superior y un minimalista controlador en el puño izquierdo que hacen que no parezca una bicicleta eléctrica.
Con esta bicicleta Trek abre las puertas de lo que posiblemente sea el camino a seguir por las E-bike ligeras del futuro. Una opción a tener en cuenta para aquellos que quieren dar el salto a una E-MTB sin perder esa sensación de conducción natural de la bicicleta muscular.
Trek Fuel Exe 9.9 XX1 AXS: especificaciones y peso
- Cuadro: Carbono OCLV Mountain, bieleta de aleación, 140 mm de recorrido.
- Horquilla: RockShox Lyrik Ultimate, AirWiz, DebonAir Charger 3 RC2, 150 mm de recorrido.
- Amortiguador: RockShox Super Deluxe Ultimate AirWiz, amortiguador RCT2.
- Ruedas: Bontrager Line Pro 30, carbono OCLV Mountain, TR.
- Cierre trasero: Eje pasante Bontrager Switch.
- Cubierta: Bontrager SE5 Team Issue, TR, 120 tpi, 29 x 2,50''.
- Quarq TyreWiz tire pressure monitors.
- Maneta de cambio: SRAM XX1 Eagle AXS.
- Cambio: SRAM XX1 Eagle AXS.
- Biela: E*thirteen E*spec Race carbono, 32T.
- Cassette: SRAM Eagle XG-1299, 10-52, 12v
- Cadena: SRAM XX1 Eagle.
- Sillín: Bontrager Arvada.
- Tija de sillín: RockShox Reverb AXS, 34,9 mm.
- Manillar y potencia: Sistema integrado Bontrager RSL, carbono OCLV, 820 mm.
- Puños: Bontrager XR Trail Elite.
- Frenos: SRAM Code RSC, discos SRAM 200 mm de 6 tornillos
- Motor: TQ HPR50, 300 vatios, 50 Nm
- Batería: TQ 360 W
- Consola: Pantalla TQ LED con conectividad Bluetooth y ANT+
- Mando: TQ instalado en el manillar
- Peso: 18.7 kg (talla M)