Qué sucedió realmente dentro del Jumbo-Visma en La Vuelta 2023

Unas declaraciones de Merijn Zeeman arrojan luz sobre la tensa situación que se vivió en el autobús de Jumbo-Visma a lo largo de la disputa de La Vuelta a España 2024 en la que se acabó imponiendo, Sepp Kuss con sus compañeros Primoz Roglic y Jonas Vingegaard secundándole en el podio.

Las tensiones en Jumbo-Visma durante La Vuelta van saliendo a la luz

Pese a que ya han transcurrido un par de meses desde la disputa de La Vuelta a España 2024 con toda la polémica situación que se vivió con la actitud de Jumbo-Visma cuyos líderes Primoz Roglic y Jonas Vingegaard llegaron a poner en jaque el maillot rojo que en esos momentos portaba su compañero Sepp Kuss, a la postre vencedor de la carrera, las declaraciones de unos y otros continúan alimentando la polémica y dándonos una buena imagen de lo que tuvo que ocurrir en el seno del equipo durante aquellas tensas jornadas.

El último en echar leña al fuego ha sido el director deportivo del equipo neerlandés Merijn Zeeman, que en unas declaraciones recientes hablaba de la reunión que tuvo tras la polémica etapa del Angliru indicando “todos estuvieron de acuerdo en dejar ganar a Sepp, menos uno”, un uno que casualmente es Primoz Roglic que ya no forma parte del equipo tras su reciente fichaje por Bora-Hansgrohe.

El esloveno era el único partidario en que los tres compitieran por el maillot rojo de La Vuelta como habían acordado durante la primera semana. Sin embargo, visto en perspectiva Zeeman admite que debían de haber colaborado en la subida al Angliru en vez de ofrecer el espectáculo que se vio en las rampas del coloso asturiano.

Esa noche tuvieron una reunión en el hotel para definir la táctica de cara a las etapas restantes donde finalmente fumaron la pipa de la paz decidiendo que Kuss sería el ganador de la carrera.

Por supuesto, para entender lo que pasó durante aquellos días hay que poner todo en contexto. En primer lugar, Primoz Roglic era el líder a priori asignado para La Vuelta, en la que buscaría el récord de victorias en la carrrera y redondear un fantástico año que ya había coronado en el mes de mayo con el triunfo en el Giro de Italia.

Tras conquistar su segundo Tour de Francia, Jonas Vingegaard sorprendía a todos cuando anunció que correría La Vuelta. Lo que parecía una forma de devolver a Roglic el trabajo desarrollado el año pasado para ayudarle a conquistar el maillot amarillo, pronto se vio que no era tal y que el danés acudía a La Vuelta con toda la intención de disputarla.

Por último, el tercero en discordia, Sepp Kuss, gregario de lujo, trabajador incansable y que llegaba a la ronda española tras doblar Giro y Tour al máximo nivel y que, caprichos del destino, se colaba en una fuga camino de Javalambre que le colocaba en los puestos de honor de la general con una jugosa ventaja, a lo que sumaría una fantástica e inesperada contrarreloj que le dejaba como líder sólido.

Obviamente, pocos creyeron inicialmente en las opciones de Kuss, incluso dentro de su equipo, ya que la fatiga acumulada por la disputa de las tres grandes a buen seguro le iba a pasar factura tarde o temprano. Lo que en principio parecía un situación táctica envidiable para jugar con la carrera a su gusto, poco a poco fue enrareciendo el ambiente dentro del equipo hasta el desenlace que todos conocemos durante la jornada en el Angliru aunque las tornas ya venían torcidas desde hacía varios días.

Aunque Zeeman logró apagar el fuego y que la sangre no llegara al río, quizás lo hizo demasiado tarde con la erosión para la imagen del equipo que supuso la etapa del Angliru y que finalmente, seguro que fue el desencadenante de la salida de Primoz Roglic hacia Bora-Hansgrohe donde acude con la premisa de ser líder único en las carreras que dispute.