Qué veremos en la última semana de La Vuelta

Apenas 6 etapas para la conclusión de La Vuelta a España 2023 y, aunque el dominio de Jumbo-Visma parece incontestable, aún queda terreno por delante para tratar de dar la vuelta a la carrera. Las dos jornadas asturianas y la encerrona en la Sierra de Guadarrama son las tres últimas balas que restan a Enric Mas, Juan, Ayuso, Marc Soler o Mikel Landa para cambiar un guion que parece escrito.

Última semana de La Vuelta 2023 ¿Podrá alguien discutir el dominio de Jumbo-Visma?

Al igual que ocurrió en la pasada edición y pese a los intentos de la organización por llegar con la carrera sin decidir hasta el último día, lo cierto es que La Vuelta a España 2023 parece vista para sentencia, con la única incógnita de qué ciclista de Jumbo-Visma, Jonas Vingegaard, Primoz Roglic o Sepp Kuss, será quién se alce con el maillot rojo final y, bueno, también si los tres coparan el podio, algo que ningún equipo ha logrado a lo largo de la historia y que, además sería el remate a la temporada perfecta de los neerlandeses, que lograrían así la victoria en Giro de Italia, Tour de Francia y La Vuelta a España.

La principal duda que se plantea ahora sobre la carrera es si Sepp Kuss contará con la fortaleza suficiente como para resistir de rojo en las etapas restantes. No olvidemos que el ciclista norteamericano afronta con su participación en La Vuelta su tercera grande de esta temporada lo que daría sin duda aún más valor a su hipotética victoria. Parece descartado que veamos lucha entre ellos tres, máxime cuando la imagen que se ha venido percibiendo es la de perfecta sintonía. Entre los tres se han repartido el rol de vigilar cada uno a unos ciclistas determinados y seguramente sea el movimiento de estos el que determine quién de ellos acaba llevándose el gato al agua.

En frente, Juan Ayuso y Enric Mas son los mejor colocados para intentar evitar el triplete de Jumbo-Visma, aunque los 2 minutos 37 que cede el alicantino respecto a Kuss, algo menos de un minuto hasta posición de podio; y los 3:06 que separan a Enric del maillot rojo, 1:22 hasta el podio, son una distancia razonable como para tratar de asaltar una plaza en el cajón pero se antojan excesivos como para alcanzar el liderato, máxime cuando no se trata de desbancar a un sólo corredor sino que han de fallar tres.

En todo caso, quién parece contar con la mejor posición para intentar la machada es Juan Ayuso, no sólo por la actitud mostrada sino porque el sexto de la general es su compañero Marc Soler que, como se pudo observar en el movimiento que se produjo en la etapa de ayer, puede ser el elemento desequilibrante.

Por cierto, no podemos olvidarnos de Remco Evenepoel. Aunque el belga haya perdido todas las opciones de cara a la general, podemos estar seguro de que va a seguir intentando meterse en fugas y buscando ataques y, quién sabe si su presencia y sus movimientos no podrían ser aprovechados por alguno de los aspirantes al podio ¿veremos trabajo de equipo anticipado de cara al año que viene entre Remco Evenepoel y Mikel Landa?

Seis etapas para el desenlace

El menú de La Vuelta en la última semana comenzará mañana con una jornada por tierras cántabras con final en Bejes. Etapa llana pero con una durísima subida final de 4 kilómetros y porcentajes imposibles que, si bien no es previsible que produzca grandes diferencias, no debemos olvidar que venimos del día de descanso y a alguno, especialmente a corredores más diesel como Mas o Landa se les podría atragantar.

Le seguirán las dos durísimas jornadas asturianas, comenzando por el mítico Angliru pero que, tratándose de una etapa de apenas 124 kilómetros y con las escasas diferencias que se han producido tradicionalmente en el Angliru tampoco es presumible que puede haber grandes cambios en la clasificación salvo, al igual que en la jornada anterior que a alguno de los favoritos se le crucen los durísimos porcentajes de este coloso.

Le seguirá la etapa de Cruz de Lináres, esta sí, un auténtico etapón de montaña que roza los 180 kilómetros y cuenta en su mitad con el durísimo San Lorenzo, un puerto que sobre el papel da juego para poder romper la carrera pero ¿tratará alguien de hacerlo tan lejos de meta y estando en la tercera semana? Es más previsible que todo el desenlace se produzca en Cruz de Linares que, por sí sólo y teniendo en cuenta que se asciende en dos ocasiones podría ser el lugar idóneo para hacer saltar la banca del podio.

La etapa del viernes camino de Íscar puede parecer un mero descanso antes de la traca final en la Sierra de Guadarrama. Pero, pese a ser una etapa totalmente llana, se atraviesa toda la Tierra de Campos y ya sabemos que el viento puede ser un factor decisivo en las interminables llanuras Castellanas, especialmente porque el trazado de la carrera es prácticamente una línea recta que sigue rumbo sureste entre la Bañeza e Íscar por lo que, si el viento hace su aparición en la dirección adecuada podríamos estar ante una etapa similar a la que vivimos en el año 2019 camino de Guadalajara.

Por último, la encerrona que espera a los ciclistas en la Sierra de Guadarrama. Huyendo de los tradicionales puestos, una etapa tipo clásica sin un metro llano y montones de sitios en los que hacer daño. Si visteis el Campeonato de España, con un recorrido similar, ya sabéis de lo que hablamos.

Como veis, aún queda mucha tela que cortar antes de llegar a Madrid. Cierto es que Jumbo-Visma se está mostrando tremendamente sólido pero ya sabemos que en este deporte la sorpresa puede saltar cuando uno menos se lo espera o, ¿alguien imaginaba que Remco Evenepoel iba a perder todas sus opciones en la etapa reina de los Pirineos?