Razones por las que la Trek Domane es una bici de carretera perfecta

Una de las pioneras en el concepto de bici gran fondo, la Trek Domane, llegó en 2022 a su 4ª generación, ahondando en un concepto que combina versatilidad de uso con la máxima comodidad para quienes gustan de pasar muchas horas sobre la bici y sin menoscabo de un gran rendimiento que convierten a esta Trek Domane en una opción muy a tener en cuenta para la gran mayoría de los ciclistas.

Trek Domane: el equilibrio justo

Pese a la moda de las bicis gravel, las bicis gran fondo siguen siendo la opción perfecta para aquellos que no desean abandonar el asfalto ni quieren uno de los agresivos modelos de competición que pueblan en mercado pero que exigen una postura y conducción exigentes. El concepto de bici gran fondo o endurance, como se denomina en algunos catálogos, se convierte en la mejor opción para el tipo de ciclismo que hace la mayoría de ciclistas que pueblan las carreteras.

Os recordamos que el concepto gran fondo deriva de las bicicletas de competición creadas por las marcas para una carrera tan específica como la París-Roubaix y, por extensión, eran también utilizadas en las clásicas de adoquines. La Trek Domane fue una de las pioneras en crear una bici con este concepto hace ya más de 10 años. Una bici que fue evolucionando atendiendo a las necesidades de ciclistas como el gran Fabian Cancellara, dominador de los adoquines en la pasada década.

En esta 4ª generación, la Trek Domane ha acentuado su carácter cicloturista aunque continúa conservando la vertiente deportiva al mantener en catálogo la versión RSL, con una geometría más agresiva y prescindiendo de las características más cicloturistas pero manteniendo la misma construcción de cuadro lo que demuestra que rendimiento no es un aspecto reñido con la comodidad de una bici gran fondo como demostró Elisa Longo Borghini imponiéndose con contundencia el año pasado en la París-Roubaix. Varias son las claves del éxito de esta Trek Domane.

Comodidad total

La capacidad de absorción es la principal seña de las bicis gran fondo como la Trek Domane. Una bici en la que, desde su primera edición, ha destacado el sistema IsoSpeed que aprovecha la elasticidad del carbono como un efectivo sistema de microsuspensión.

El IsoSpeed, que ha ido variando durante las sucesivas generaciones, llegando a incluir la posibilidad de ajuste, en esta última versión ha decidido retornar a la sencillez de sus inicios lo que permite ahorrar complejidad y peso. El concepto sin embargo no ha variado, aislando el tubo del sillín del resto del cuadro, pudiendo este deformarse de forma controlada ante los impactos que llegan del suelo con el casquillo que ocupa la unión entre el tubo de sillín, el horizontal y los tirantes como punto de giro y de apoyo para la palanca en la que se basa el sistema. Simplicidad y eficiencia.

Posición y conducción intuitivas

Otra de las principales señas de identidad de los modelos gran fondo es una geometría más estable que la empleada en las deportivas bicicletas de competición, pero con el equilibrio justo que no las haga perder el necesario punto de agilidad que necesitamos cuando, por ejemplo, descendemos un puerto con decenas de curvas enlazadas.

Para lograr el comportamiento deseado, la Trek Domane aumenta la distancia entre ejes y baja el centro de gravedad al disminuir la distancia entre el eje de pedalier y el suelo. Esto proporciona mucho más aplomo a la bici cuando la velocidad crece. A su vez, los parámetros de la dirección se mantienen en cifras cercanas a las usadas en los modelos de competición a fin de conservar ese punto de rapidez a la hora de cambiar de dirección la bici.

Por otro lado, la geometría Endurance de las Trek Domane se escala de forma que el reach, la distancia efectiva entre el puesto de conducción y el manillar, es más reducido; y el stack, la altura de la dirección, es mayor que en los modelos de competición, proporcionando al ciclista una posición menos exigente, lejos de la agresividad de sus modelos más deportivos.

Esto, además de hacer que un mayor número de ciclistas pueda adaptarse a la bici sin necesidad de ser auténticos atletas con gran flexibilidad y tono muscular en todo su cuerpo, que podamos tener una bici con una mejor estética sin tener que recurrir a los habituales separadores colocados bajo la potencia para lograr la altura de manillar deseada.

Omnipresente aerodinámica

Habitualmente el cicloturista medio piensa que la aerodinámica es algo sólo para los profesionales capaces de pedalear durante horas a altísimas velocidades. Pocos son conscientes de que los efectos de la resistencia son patentes a velocidades a partir de 20 km/h, unas velocidades asequibles a cualquier cicloturista y que, en muchas ocasiones son aún mayores si tenemos en cuenta la influencia del viento que aumenta en muchos casos la velocidad relativa a la que el ciclista atraviesa el flujo de aire.

Es por ello que esta Trek Domane no renuncia a tubos con el ya habitual perfil aerodinámico de cola recortada o Kammtail, o componentes como un conjunto manillar y potencia aerodinámicos o ruedas de carbono Bontrager Aeoulus con cierto perfil.

Todo a mano

Ahondando en el concepto de bici versátil y aventurera en el que se adentro la Trek Domane ya en su tercera generación, Trek mantiene un compartimento de almacenamiento en el tubo diagonal, fácilmente accesible retirando la tapa que se oculta bajo el portabidón. En su espacio podemos llevar a buen recaudo herramientas y repuesto para repara un inoportuno pinchazo o incluso algo de ropa como un chubasquero u otras prendas finas sin que estas ocupen sitio en nuestro maillot.

Bici para todo

Aunque esta Trek Domane es una bicicleta de carretera, siguiendo la tendencia actual, cuenta con unos pasos de rueda muy generosos que amplían las posibilidades de uso. Ya de serie monta cubiertas de 32 mm que nos permite pedalear con total comodidad por cualquier tipo de carreteras, incluso esas de la España más profunda con asfalto precario tras décadas sin apenas mantenimiento más allá de un parcheo tras otro.

Pero esta Trek Domane va más lejos y es capaz de albergar neumáticos de hasta 38 milímetros con lo que podemos optar por cubiertas con taco que nos permiten dar un uso gravel a esta bici para lo que es capaz de cumplir sobradamente pese a estar pensada para la carretera y estar equipada con desarrollos para uso sobre asfalto.

Una versatilidad de uso que se ve ampliada por las distintas roscas ubicadas por el cuadro que nos permiten, por ejemplo, fijar guardabarros delantero y trasero que Trek proporciona como accesorio, o una práctica bolsa de bikepacking sobre el tubo horizontal.

Para todos los públicos

El escalado de la gama Trek Domane es otro de los puntos fuertes de esta bici. Partiendo de los mismos moldes, Trek elabora esta Domane en dos niveles de cuadro, SLR con su carbono OCLV Serie 800, el de más calidad disponible en el arsenal de la marca de Waterloo y el más asequible Serie 500 que se utiliza para fabricar sus cuadros SL.

Una completa gama que tiene como versión estrella la espectacular Domane SLR 9 AXS Gen 4, montada con SRAM Red y ruedas Bontrager Aeoulos RSL 37 por la que tendremos que desembolsar 14.499 € hasta, en el otro extremo, el montaje más accesible de la SL 5 Gen 4 que por 3.699 € nos ofrece un solvente montaje en Shimano 105 y un cuadro que, salvo por algunos gramos más, nada tiene que envidiar al de sus hermanas mayores.

También, pensando en la versatilidad y en llevar esta Trek Domane a un público más amplio, la firma norteamericana dispone de una versión con asistencia eléctrica Domane+ basada en el ligero y compacto motor TQ ubicado en el eje de pedalier. Todas ellas disponibles a través de la propia página web de Trek o de su amplísima red de tiendas en las que obtendrás el asesoramiento más profesional para encontrar la bici Trek que más se adecúe a tus necesidades.