“Solo sonreí los primeros cinco kilómetros”: Van der Poel y Rickaert explican la fuga que nadie entendió

La etapa del Tour de Francia en Châteauroux dejó una de las imágenes más comentadas de esta edición: una larga y valiente escapada firmada por Mathieu van der Poel y Jonas Rickaert. Rodaron durante toda la jornada a más de 50 km/h de media, en una aventura que sorprendió a todos por su intensidad y por su aparente falta de sentido competitivo. Pero la realidad, como tantas veces, era mucho más simple y humana.

Una fuga por amistad: Van der Poel y Rickaert protagonizan la escapada más emotiva del Tour

“No había una táctica secreta, ni un objetivo de equipo. Jonas quería subir al podio del Tour al menos una vez en su vida, así que nos inventamos esta acción para intentar lograrlo”, confesó Mathieu Van der Poel al término de la etapa. El neerlandés resistió hasta los últimos 650 metros antes de ser neutralizado por el pelotón, en un esfuerzo titánico que no le valió la gloria, pero sí el respeto del pelotón.

Remco Evenepoel, compañero de equipo de Merlier (el ganador de la etapa), se acercó a Van der Poel para pedirle disculpas por haber frustrado su intento: “No podíamos dejar escapar la victoria con Merlier”, le dijo.

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Por su parte, Jonas Rickaert, de 31 años, ofreció una versión más extensa y emotiva del día. “Fue una jornada muy dura, pero también muy especial. Todo empezó casi como una broma. El sábado nos dijimos que, si lográbamos meternos en una escapada, tiraríamos turnándonos cada cinco minutos, manteniendo una potencia determinada para intentar desgastar al grupo. Y eso hicimos, hasta el final”.

Apenas se hablaron durante la carrera, pero Rickaert sí recordó lo que pensó al ver a su amigo lanzarse con él: “Cuando vi que Mathieu también venía, me pregunté: ‘¿Dónde creemos que vamos a llegar?’”.

Finalmente este enorme esfuerzo tuvo su recompensa y Rickaert subió al podio como el ciclista más combativo del día. "¡He cumplido con mi objetivo vital de subir por lo menos una vez al podio del Tour!"