Temporada baja ciclista: qué es, cuánto debe durar y cuál es el objetivo real

Estos meses de otoño son, para la mayoría de los ciclistas, su temporada baja, momento en el que, tras un largo año de entrenamientos, disciplina y esfuerzo toca tomarse unas vacaciones de la bici para permitir al cuerpo recuperar a fin de poder elevar nuestro listón de forma aún más en la campaña venidera. Un periodo del año que, al igual que todo lo que rodea el entrenamiento, también ha evolucionado según han mejorado los conocimientos acerca de la preparación.

Final de temporada. Momento de recargar las pilas para volver con renovadas fuerzas

La llegada del frío y de las lluvias marca, para casi todos los ciclistas menos para los del ciclocross que es ahora cuando arrancan, el final de una temporada larga y exigente que, en muchos casos, arrancó a comienzos del mes de enero en lo que respecta a la competición. Antes aún si tenemos en cuenta el periodo de preparación que la precede.

Entre una y otra campaña la temporada baja ciclista supone ese escaso periodo de vacaciones en el que el ciclista puede permitirse olvidar la bici durante unos días, permitirse ciertas alegrías alimenticias e incluso escaparse de vacaciones antes de embarcarse en la siguiente temporada.

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Una temporada baja que tiene su razón de ser desde el punto de vista fisiológico y del entrenamiento ya que permite al organismo regenerarse y poder crecer más aún en la siguiente temporada. El entrenamiento deportivo se estructura en distintos periodos que se pueden agrupar en macrociclos, mesociclos o microciclos. El primero de ellos suele ocupar una temporada, aunque, por ejemplo, en los deportes olímpicos el ciclo de cuatro años también se suele considerar un macrociclo.

Un mesociclo suele ser un bloque de entrenamiento concreto en el que se suele poner el foco en trabajar una determinada característica pese a que no se descuiden otras capacidades y suele abarcar 4 o 5 semanas. Por su parte, los microciclos se suelen identificar con cada una de las semanas de entrenamiento. Siguiendo el principio de supecompensación, el entrenamiento deportivo, ya sea entre los intervalos de una misma sesión o repartiendo los entrenos a lo largo de un mes cosiste esencialmente en aplicar una carga progresiva y dejar recuperar al cuerpo que reaccionará adaptándose a cargas mayores. Volveremos a aplicar una carga un poco más alta, volveremos a dejar recuperar al cuerpo y así sucesivamente.

Sin embargo, esta evolución no se puede mantener indefinidamente ya que todo organismo tiene un límite y el por ello que, finalizada la temporada, toca dejar al cuerpo regenerarse completamente para volver a empezar el proceso pero arrancando un poco más arriba que en la campaña anterior.

El enfoque de la temporada baja ha cambiado con el tiempo según han ido perfeccionandose los métodos de entrenamiento. Tradicionalmente, llegadas estas fechas, los ciclistas de competición metían la bici en un cuarto, cerrada bajo cuatro llaves y se olvidaban de pedalear durante al menos un mes. También se olvidaba la alimentación, después de meses de penurias en una época en donde la nutrición deportiva no estaba tan trabajada y lo único que contaba era estar lo más delgado posible. Esto hacía que muchos ciclistas llegaran al inicio de campaña exageradamente pasados de peso.

Tras este periodo de descanso, el arranque de la temporada no se hacía directamente en la bici sino que los entrenadores prescribían actividades aeróbicas suaves como subir a hacer senderismo a la montaña o el esquí de fondo y, cuando por fin se volvía a la bici, los primeros meses y las primeras carreras consistían en un largo acondicionamiento antes de introducir el trabajo de intensidad que les permitía llegar al 100% a sus citas claves.
Hoy en día todo eso ha cambiado. El ciclista profesional tiene que rendir al máximo en las carreras que se disputan desde enero hasta octubre por lo que se establecen, dentro de una misma temporada, minitemporadas o picos de forma con sus posteriores periodos de recuperación. Esto supone que el ciclista, aunque exigido, no llegue al verdadero final de campaña tan quemado.

Por ello, en la actualidad es extraño que en su temporada baja, los ciclistas pasen más de un par de semanas sin tocar la bici y no son pocos los que incluso no llegan a abandonarla aprovechando para participar en otro tipo de eventos como pruebas de gravel o realizando recorridos en bici por mero ocio aunque sin la exigencia de los entrenamientos planificados. Otros sin embargo aprovechan para realizar otras actividades deportivas como correr, jugar al golf, etc.

Un periodo de descanso que dura poco porque ya en noviembre los equipos comienzan a realizar las primeras concentraciones de pretemporada y el ciclista tiene que comenzar muy suavemente con el acondicionamiento previo en el que la bici cobra protagonismo aunque, en muchas ocasiones, se siguen manteniendo esos otros deportes que ayudan a ir ganando un principio de forma sin el estrés de tener que realizar desde el principio todo el trabajo sobre la bici. Algunos incluso optan por la carrera a pie, en otros tiempos una actividad demonizada o usan la temporada de ciclocross como puesta a punto para la campaña de carretera o MTB.

Años atrás, la exigencia de los entrenamientos, en un tiempo donde no se tenían tantos conocimientos acerca de la fisiología del deportista y la máxima del entrenamiento era “cuanto más, mejor”, obligaba a un periodo de descanso al final de la temporada mucho más largo. Hoy en día tanto los conocimientos como la metodología de entrenamiento hacen posible medir las cargas y la evolución de la forma del ciclista prácticamente al milímetro. Aparte, el que a lo largo del año se establezcan varios picos de forma, seguidos de periodos que prácticamente se asemejan a una temporada baja, han permitido acortar los finales de temporada lo que, por otra parte, permite que la pérdida de forma sea menor.

Si lo asemejáramos a la actividad laboral de cualquiera de nosotros, hace años era habitual que el mes de vacaciones se disfrutara del tirón mientras que actualmente se van repartiendo esos días de vacaciones a lo largo de todo el año.