El turismo en bici bate récords en Europa

La pandemia que asola a toda Europa ha provocado algunos cambios drásticos en nuestros comportamientos sociales. De esos cambios, el sector del ciclismo se ha visto beneficiado en algunos aspectos, el último, el turismo en bici.

El turismo se estanca, el turismo en bici crece

Nos cuesta reconocer estos hechos, pero hay que atenerse a los datos. Cuesta porque no son plato de buen gusto en la situación tan complicada que estamos viviendo este 2020 por la pandemia mundial de coronavirus. Pero entre tanto lodo, el sector ciclista sigue impoluto.

Si hace poco tiempo hablábamos sobre el crecimiento del sector ciclista en números generales a raíz de la Covid 19, ahora aparecen nuevas datos y de diferentes sectores que corroboran en potencial del ciclismo en las sociedades y en las economías modernas y desarrolladas.

Nadie desea una pandemia para tener que descubrir todo esto, pero la situación es esa, y poco a poco tendremos que ir rescatando lo que esta pandemia ha dejado en pie.

Un estudio europeo centrado sobre todo en Francia y Hungría ha puesto sobre el tapete unos datos sorprendentes: 2020 ha supuesto un récord en lo que se refiere a turismo interno con el uso de bicicleta. De hecho, en algunas regiones de estos países, los datos son el doble que los que venían sucediéndose años atrás. La región de los lagos húngaros, como el Velence, el Balaton o el Ferto, los niveles llegan incluso a marcar un 200% más de turismo en bici.

También ha ayudado que en esta zona se implementó un ambicioso plan de equipación y ampliación de las rutas ciclistas, infraestructuras que unidas a la situación de estos meses, en los que el turismo y los viajes han estado totalmente congelados, han hecho que el turismo en bici en esta región haya supuesto el mayor crecimiento sectorial de la economía local.

En Francia, este crecimiento a nivel nacional se ha estimado en casi un 30% según un estudio desarrollado entre el 11 de mayo y el 30 de agosto y comparando estos datos con los del año 2019.

Hacer turismo en bici como vector de mejora

Por lo tanto, una muestra más del poder de la bicicleta. El turismo en bici puede ser muy útil para dinamizar o desarrollar ciertas regiones muy aptas para explotar sus recursos naturales como base para la implantación de un modelo turístico en bici.

Hay zonas, incluso en España, que tienen un marcado carácter receptor de turistas en bici. Mallorca, por ejemplo, se ha convertido en un lugar idóneo, fundamentalmente en la Playa de Muro. La costa alicantina también, no sólo por la gran comunidad foránea que existe, sino también por sus características físicas y económicas, que han hecho que un gran número de equipos Pro Tour se hayan decantado por la opción de la Costa Blanca para sus pretemporadas.

La bicicleta ya se ha impuesto como el medio de transporte más seguro en plena pandemia. Transporte, turismo, deporte, economía. ¿Qué más se puede pedir? Con adaptar algunas regiones para la práctica ciclista, el turismo en bici puede convertirse en un elemento más que aporte económicamente.

El uso de la bicicleta en Europa ya creció este verano en un 9% en los entornos urbanos e interurbanos, y hasta un 31% en viajes de todo tipo tras el confinamiento y las restricciones por la Covid 19.

Esta aportación al turismo en bici tiene cifras asombrosas: 2300 viajes de cicloturismo en Europa cada año, que suponían 44000 millones de euros en 2012, cuando se llevó a cabo el último estudio comunitario. Cifras que habrán crecido mucho, con total seguridad, durante estos 8 años. Y, visto lo visto, tienen previsión de seguir haciéndolo.