Las zapatillas de cordones son más aerodinámicas, los profesionales lo saben y algunas marcas no tienen
La aerodinámica se ha convertido en una auténtica obsesión en el ciclismo de carretera y una buena muestra de ello es como las zapatillas con cordones cada vez son más habituales en un pelotón que busca arañar hasta el último vatio. Una moda que ha puesto en un brete a algunas firmas de calzado ciclista que aún no cuentan con modelos con cordones en su catálogo
Modificaciones artesanas, cubrezapatillas, prototipos… las zapatillas con cordones vuelven a estar de moda
Parece mentira, pero los cordones han vuelto con fuerza a las zapatillas de carretera, tal cómo eran en los primigenios zapatos con suela de madera que copaban el pelotón durante gran parte del siglo XX. Luego el velcro comenzó a dominar el panorama para ser progresivamente sustituido primero por los cierres micrométricos y más tarde por la eficiencia del BOA. Ahora, los cordones vuelven a la palestra sacrificando la capacidad de ajuste en marcha a cambio de zapatillas más ligeras y, sobre todo, más aerodinámicas.
Y es que todo suma a la hora de buscar ganancias marginales y, desde que las pruebas en el túnel de viento han empezado a detectar que los cordones suponen un ligero ahorro de unos pocos vatios, muchos ciclistas han comenzado a usar modelos de zapatillas con este tipo de cierre.
RECOMENDADO

Expulsan a este ciclista español del Tour de Mentougou por una publicación en Strava

¿Adiós a las caídas con pedales automáticos? Shimano revoluciona sus calas SPD tras 30 años

Las mejores zapatillas de carretera 2025

Qué significan los colores de las calas Shimano SPD-SL

El prototipo electrónico de FOX logra su primera victoria en la Copa del Mundo XCO con Charlie Aldridge y la Cannondale Scalpel

Para qué sirve la pegatina UCI y qué pasa si tu bici no la tiene
Sin duda, el más icónico es el propio Tadej Pogacar que desde hace ya algunos años emplea las ligerísimas DMT Pogis que la marca italiana ha ido desarrollando para atender a sus necesidades y preferencias y que se han convertido en unas de las zapatillas más deseadas del mercado pese a los más de 400 € que suponen su adquisición.
Una solución sencilla que a menudo han venido usando los ciclistas para mejorar la aerodinámica de las zapatillas ha sido emplear cubrezapatillas, una opción que no suele gustar a los patrocinadores y tampoco al ciclista ya que, pese a que sean livianos de sencilla licra, siempre suponen una reducción en la refrigeración del pie.
Algunos ciclistas, como se pudo ver a Stefan Küng en el Mundial de Kigali han optado por el “hazlo tu mismo”, modificando unas caras Shimano S-Phyre para retirar los Boa y fijar con remaches varias hebillas como las que usan las botas de montaña para poder pasar un cordón y tener su prototipo de Shimano S-Phyre aero. Seguro que la marca japonesa habrá tomado buena nota de ello.
También se han visto adaptaciones en las zapatillas Bontrager que utilizan los ciclistas de Lidl-Trek, en este caso bastante más elaboradas en lo que sí podrían ser prototipos creados por la marca que nos permiten aventurar que la firma de Wisconsin no tardará mucho en lanzar un modelo con cordones.
En cualquier caso, ¿merece la pena el ínfimo ahorro que aportan los cordones con la pérdida de la capacidad de ajuste en marcha? A nivel cicloturista tenemos claro que la mayoría seguirán prefiriendo las bondades del Boa. No es raro apretarse las zapatillas y tener que aflojarlas con el paso de las horas cuando va subiendo la temperatura y los pies se van hinchando. O lo contrario, ir ciñiendolas según aumenta la exigencia del recorrido para contar con un tacto más directo y mejor aporte de fuerzas. Unas posibilidades de ajuste que no proporcionan los cordones pese a que permitan ahorrar unos pocos vatios.