Conocer la escala RPE es clave para entrenar por sensaciones
La percepción del esfuerzo juega un papel clave en el rendimiento del ciclista y es una de las grandes olvidadas para entender y controlar la intensidad del pedaleo. La escala RPE devuelve el cuerpo al centro del entrenamiento y entenderla tiene una importancia fundamental para la mejora en el desempeño sobre los pedales.
La escala RPE: el papel clave de la percepción del esfuerzo en el rendimiento
La constante evolución del ciclismo ha inundado el deporte de un arsenal sin antecedentes de aparatos que registran infinidad de parámetros. Los datos han sustituido el criterio del ciclista, relegado a la indiferencia frente a los onmipresentes potenciómetros y medidores de lactato, entre muchos otros. Sin embargo, la realidad es que el cuerpo humano tiene una complejidad tremenda y los datos son incapaces de leerlo tan bien como podemos hacerlo nosotros mismos.
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En esta carrera en la que viven los profesionales -y cada vez más quienes no son profesionales- por recopilar y analizar datos, se ha dejado de lado la propia percepción del esfuerzo. El dominio de este parámetro subjetivo puede ser clave para mejorar el rendimiento. Vayamos por partes.
En primer lugar, hay que encontrar una definición que nos acerque a este término. La percepción del esfuerzo -RPE, por sus siglas en inglés- es la sensación que experimentamos y que nos permite clasificar internamente la dureza -el esfuerzo- de un ejercicio. A pesar de que la potencia es un factor importante, de nada sirve si desconocemos el esfuerzo al que estamos sometiendo el cuerpo; es decir, a igual potencia, el esfuerzo puede ser diferente.
En segundo lugar, para un análisis adecuado es necesario trasformar esta sensación subjetiva en números. Para ello, se creó la escala de Borg, que relaciona el tiempo que se puede mantener un ejercicio con la RPE. Sin embargo, al oscilar entre los números 6 y el 20 -a fin de relacionarla con la frecuencia cardíaca- era menos intuitiva que aquellas que se usan comúnmente y que van entre el 0 y el 10.
A continuación, este es un ejemplo de una escala RPE.
Valor | Denominación | Tiempo límite aproximado |
0 | Reposo | - |
1 | Muy, muy débil | - |
2 | Muy débil | 2 h 30' - 7 h |
3 | Moderado | 2 h 30' - 7 h |
4 | Moderado + | 2 h 30' - 7 h |
5 | Fuerte | 1 h - 2h 30' |
6 | Fuerte + | 1 h - 2h 30' |
7 | Muy fuerte | 20' - 60' |
8 | Muy, muy fuerte | 7' - 20' |
9 | Extremadamente fuerte | 30" - 7' |
10 | Máximo | menos de 30" |
Cuanto más experimentado sea el ciclista, mejor criterio tendrá para determinar la RPE. La importancia de la percepción del esfuerzo es que ella es la principal responsable de que el ciclista detenga o aminore la intensidad del pedaleo; el cuerpo ha desarrollado un mecanismo por el cual la mente nos induce unas sensaciones desagradables -dolor o fatiga- antes de que el ejercicio nos sobrepase y desencadene consecuencias graves en el organismo.
Hay que entender que la mente y los músculos se comunican sin descanso. El cerebro evalúa la carga de trabajo a la que se ven sometidos los múculos y, si lo considera necesario, reprograma el ritmo para permitirnos acabar el ejercicio antes de desfallecer y evitar consecuencias mayores.
La RPE depende -en gran medida- del nivel de la respuesta física del cuerpo y la motivación de soportar este esfuerzo.
En la comunidad científica existen dos vías de pensamiento que correlacionan la comunicación mente-músculos. Cada una de ellas afecta de manera diferente a la forma que tenemos de entener la RPE.
Por un lado, la línea de quienes defienden que se trata de un mecanismo involuntario que obliga a los músculos a aflojar el ritmo; por otro, la línea de quienes defienden que a pesar de que el cerbro emite sensaciones de fatiga y dolor, parar el ejercicio es una decisión voluntaria que guarda relación con la motivación que tenemos.
De acuerdo con esta última línea de pensamiento, un ciclista motivado podrá aguantar más tiempo a igual RPE que alguien que no lo esté.
Sea como sea, reducir la RPE ayudará a conseguir una mejora del rendimiento. Para reducir la RPE, el ciclista tendrá que mejorar sus condiciones físicas. Y, en relación con la segunda línea de pensamiento, también entraría en juego la motivación.
En cualquier caso, la percepción del esfuerzo ayudará a mejorar el rendimiento, ya que, según algunas voces expertas, al final es ella la responsable de hacernos parar.