Consejos para que las suspensiones funcionen mejor durante más tiempo
En tiempos de crisis, nunca vienen mal algunos consejos. Sobre todo si suponen mejorar nuestra suspensión de mountain bike invirtiendo poco y haciendo que vaya como la seda.
Cuidar tus suspensiones para evitar dañarlas
Cuando no puedes cambiar tu suspensión por una nueva, cuando notas que ha perdido facultades y que necesita una mejora o una revisión, es el momento de hacer que funcione mejor siguiendo algunos consejos y logrando con ello un mejor rendimiento.
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Porque no hablamos de un componente ni barato ni sencillo de reemplazar, debemos asumir que cuanto más apliquemos buenas prácticas a nuestra suspensión, más vida le daremos. Así que aquí tienes algunos consejos para hacer que tu suspensión de mountain bike funcione mejor. Durante un tiempo al menos. Así que larga vida a tu suspensión. Allá vamos.
Consejos básicos para que tus suspensiones funcionen mejor y duren más
Utiliza guardabarros
En caso de que transites por veredas muy embarradas, es aconsejable tirar de guardabarros. Tanto delantero, para proteger también la horquilla; como trasero, para el amortiguador trasero. Aunque sea un guardabarros de quita y pon de plástico, circunstancialmente te puede quitar mucha suciedad que la propia mountain bike va a escupir hacia ambos sin tú apenas darte cuenta.
Cuida tus vástagos
El funcionamiento de una suspensión es relativamente sencillo: dos barras (una en el caso de la Lefty de Cannondale) penetran en el bloque de suspensión. Todo funciona como un todo, dicho de manera simple, así que hay partes que se pueden sustituir en una suspensión y otra que no. Estos tubos superiores, barras o vástagos son de las que no pueden cambiarse, porque vienen en bloque desde su fabricación.
Y aquí viene lo interesante: esos tubos tienen una capa anodizada. Esto significa que el metal, normalmente el aluminio, se trata para crear una capa de óxido de aluminio. Que no te suene mal lo de óxido, porque en este caso esa capa protege a las barras de la corrosión, la abrasión o el desgaste. Las hace más resistentes.
Pues bien, esos tubos que entran y salen de tu bloque de suspensión, pueden sufrir arañazos con el tiempo y a pesar del anodizado e insertar suciedad en el interior de la suspensión. El consejo es mantener esta parte limpia con productos especiales para superficies anodizadas. Sobre todo si te ha salido una tarde embarrada. Una vez limpios, lubrícalas con algún producto aconsejado para ello, es algo barato. Este simple cuidado prolongará la vida de tu suspensión.
Guarda tu mountain bike al revés
Sí, es el consejo aparentemente absurdo que tiene todo el sentido del mundo. Si el lubricante de tu horquilla aún tiene vida, debes entender que su lugar idóneo es justo debajo de la entrada de los vástagos en el bloque de la horquilla. Así que usar el sentido común para empapar bien esta zona hará que lubrique mejor en tu próxima salida.
Paga por revisiones periódicas a un profesional
Se estima que cada 100-120 horas de uso de tus amortiguadores, deberías darles una revisión y hacerles un reajuste. Son las cifras que la mayoría de fabricantes barajan.
Por lo tanto, intenta estimar esas horas: calcula cuántas sales a la semana de media y cuántas semanas hace que no cuidas tus muelles. Con eso, siempre sabrás más o menos cuándo toca revisión de suspensión y amortiguador. Y, en ese caso, mejor pagar un poco por una revisión puntual que procurarle un daño irreparable a tu amortiguador. Confía en profesionales, sobre todo si el mantenimiento más serio no sabes hacerlo o sencillamente no te fías de ti mismo. Recuerda: más vale invertir 30 o 40 euros en una revisión periódica que 300 o 400 en una avería o sustitución completa.