Cuándo es necesario cambiar la relación de tu bici y qué tamaño de plato y cassette elegir

Hace unos años, cuando los grupos tenían 8, 9, 10 piñones una de las preocupaciones habituales del ciclista era escoger el desarrollo adecuado para sus bicis. Hoy en día, con los grupos de 12v es algo que ha quedado un poco en el olvido y que, sin embargo, prestarle atención puede hacernos disfrutar más de nuestras salidas ciclistas.

Qué desarrollos necesitas en tu bici

Hoy en día, con la estandarización de los desarrollos y los grandes rangos que ofrecen los grupos actuales de 12v son pocos los que se plantean si el desarrollo de su bici es o no adecuado para el uso que hacen de ella. Sin embargo, cuando nos encontramos a ciclistas clavados en los puertos o algunos en el llano que no son capaces de rodar a rueda de una grupeta por no darles más las piernas uno se da cuenda que el pan para todos que han decretado las marcar no siempre es lo idóneo. Por suerte, aún contamos con opciones para adaptar los cambios disponibles en nuestra bici tanto al uso que hagamos de ella, terreno por el que transitemos habitualmente y, por supuesto, nuestro nivel físico.

Comenzamos por el ciclismo de carretera, disciplina en la que sin duda, más versatilidad encontramos gracias a que aún se mantiene el uso de dos platos junto a los 12 piñones de los grupos actuales lo que posibilita tener un gran rango entre extremos a la vez que se mantiene un escalonado entre desarrollos contiguos muy progresivo.

Encontramos dos tendencias en los últimos años, primero la de Shimano y Campagnolo que mantienen platos grandes y, en los últimos tiempos, han ido diseñando sus cambios traseros para poder usar un piñón extremo más grande, 34 dientes en su opción de casette de mayor rango, sin embargo, se mantienen opciones más tradicionales de platos con el 52/36 como opción más estándardd. SRAM por su lado también cuenta con casettes que suben hasta los 33 dientes, pero arrancando en un 10 y optando por platos más pequeños, 48/35, como configuración más común.

Por suerte las tres marcas mantienen opciones de desarrollo más suave como el 50/34 de Shimano y Campagnolo, una opción que resulta perfecta para el cicloturista amante de los grandes puertos, aunque haya caído incomprensiblemente en desuso u opciones de desarrollos sólo aptos para profesionales como el 54/40 del Dura-Ace de Shimano o el 50/37 de SRAM.

Para un uso en gravel los suministradores de grupos han optado por introducir versiones con desarrollos más suaves de sus grupos de carretera o grupos específicos que derivan de estos. SRAM, que utiliza los mismos grupos para carretera y gravel denomina a sus opciones con desarrollos más suaves denominados XPLR, también utilizables en carretera, con un casette 11-44 y una opción más corta en doble plato de 46/33 y en monoplato un 36 como plato más pequeño disponible.

Por su parte, Campagnolo dispone de su grupo específico de 13 piñones Ekar y Ekar GT donde encontramos hasta 48 dientes como piñón más grande y monoplatos que van desde el 44 hasta 36. Por último, Shimano tiene sus grupos GRX con hasta 51 dientes en el piñón trasero y bielas monoplato 42 o 40, o en versión doble plato 48/31.

En mountain bike, el monoplato se ha impuesto. En esta modalidad la variación de desarrollo se centra más en elegir el plato más adecuado que se combina con casettes con un enorme rango que abarca desde el piñón de 10 dientes hasta un 50, 51 o incluso 52 dientes y platos que suelen abarcar desde un 30 a un 38.

¿Cómo elijo el mejor desarrollo para mi bici?

Para saber que es lo que necesitamos el primer paso es plantear por qué terreno nos movemos y cómo solemos encontrarnos cuando pedaleamos y qué piñones empleamos habitualmente. Si la mayor parte del tiempo estás utilizando desarrollos extremos, tanto por arriba como por abajo, será una clara señal de que quizás debamos adaptar el desarrollo de nuestra bici a uno más largo o más corto, por el contrario si repartimos el uso entre todo el rango es un claro indicativo que la opción escogida es la adecuada para nosotros.

A la hora de elegir el desarrollo de la bici hemos de valorar lo que encontremos en la mayoría de situaciones. Obviamente si vivimos en el llano y un día vamos a subir puertos y nos encontramos clavados en una subida determinada de gran porcentaje es algo a valorar pero que no debería llevarnos a tomar una decisión más allá de, si acaso, contar con una opción de desarrollo únicamente para esos días especiales.

Respecto a esto, quizás el uso de monoplato nos permite mayor flexibilidad simplemente contanddo con un par de platos para afrontar distintas situaciones, por ejemplo, alguien que use su bici de gravel tanto para caminos como para carretera puede contar con un plato de 42 dientes para usar en el asfalto y uno de 38 para rodar fuera de él. Sustituir un plato es cuestión de apenas cinco minutos.

Obviamente, también podríamos contar con un par de casettes de distintos dentados pero hemos de tener en cuenta que la variación entre una versión y la contigua de casette se nota muy poco en el resultado final al contrario que el plato cuya afectación en todo el rango de desarrollo es más importante. Aparte, nos podemos encontrar la sorpresa de que usemos habitualmente un casette y, cuando queramos utilizar el otro en uno de esos días especiales, la cadena salte a causa del desgaste, algo que no suele ocurrir si optamos por sustituir el plato, elemento que sufre menos desgaste que los piñones por regla general.

Si utilizamos doble plato la capacidad de elección se limita. Con el casette encontramos los mismos problemas que señalábamos antes y cambiar el dentado de los platos aparte de más laborioso también nos obligaría a reajustar la altura del desviador para lograr un funcionamiento óptimo de este. A cambio, el mayor rango de desarrollo disponible hace mucho más improbable que necesitemos cambiar de desarrollo aunque nos exige una elección inicial mucho más cuidadosa.

Os recordamos que la forma de calcular el desarrollo, es decir, los metros que se avanzas por pedalada, consiste en dividir el número de dientes del plato entre los dientes del piñón para obtener la relación de cambio, cifra que multiplicaremos por la circunferencia de la rueda. Sabiendo esto, podemos hacernos una simple tabla de excel que nos ayude, sabiendo que desarrollos son los que más usamos, que elegir para que la mayor parte de tiempo engranemos relaciones intermedias y dispongamos de margen tanto por arriba como por abajo.

En cualquier caso, quedarse corto de desarrollo habitualmente, por ejemplo si vivimos en el llano y salimos en grupeta a menudo, o necesitar uno más largo por afrontar puertos de forma habitual serán claros indicativos de que necesitamos adaptar el desarrollo de nuestra bici, algo que, por otra parte también varía en gran medida en función de nuestra forma física.