Del primer neumático desmontable al tubeless: Michelin, más de un siglo innovando en el ciclismo
Cuando se habla de neumáticos pocos nombres resuenan con tanta fuerza como Michelin. La marca francesa, reconocida en todo el mundo por su inconfundible muñeco, su guía gastronómica y por sus constantes avances tecnológicos en el ámbito de la automoción, lleva más de un siglo escribiendo capítulos decisivos en la historia de la bicicleta y del ciclismo competitivo.
Su trayectoria, marcada por la innovación continua, tiene un nuevo escenario de referencia en el mountain bike desde hace un par de temporadas gracias a su papel como socio principal de la WHOOP UCI Mountain Bike World Series.
Michelin inventó el neumático moderno de bicicleta
La historia de Michelin arranca en 1889 en Clermont-Ferrand, Francia, de la mano de los hermanos Édouard y André Michelin. Y aunque la compañía alcanzó notoriedad mundial gracias a sus neumáticos para automóvil, lo cierto es que la bicicleta desempeñó un papel crucial en su desarrollo inicial.
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En 1889, los hermanos André y Édouard Michelin heredaron en Clermont-Ferrand el pequeño taller familiar que hasta entonces se había dedicado a reparar herramientas agrícolas y neumáticos de bicicleta. Allí, un día, apareció un ciclista con una rueda pinchada y cubiertas pegadas al aro (un sistema tubular como los que aún se utilizan en ciclocross ), un sistema efectivo pero muy difícil de reparar, que requería horas de trabajo y un secado prolongado. Intrigado por el problema, Édouard se puso manos a la obra para buscar una solución más práctica. Tras dos años de pruebas e intentos, los hermanos consiguieron dar forma al primer neumático desmontable de bicicleta, que permitía sustituir una cubierta en apenas quince minutos. Con ello nacía el neumático moderno y una de las grandes revoluciones en la historia del ciclismo.

La eficacia de esta innovación quedó demostrada muy pronto. En 1891, el francés Charles Terront tomó la salida de la mítica París-Brest-París equipado con los nuevos neumáticos Michelin. Fue el único de los 200 participantes en rodar con este sistema y logró imponerse de manera incontestable al cruzar la meta con más de ocho horas de ventaja sobre el segundo clasificado.
El impacto fue inmediato y al año siguiente más de 10.000 ciclistas ya utilizaban los neumáticos desmontables de la joven compañía francesa. Este éxito marcó el inicio de una relación indisoluble entre Michelin y el ciclismo, en la que la innovación siempre ha sido el motor principal.
Ese primer gran éxito en el ciclismo sirvió de trampolín para ampliar horizontes. En 1895 Michelin presentó el Éclair, el primer automóvil concebido por la compañía y equipado con sus propios neumáticos, con el que se atrevió a participar en la exigente París-Burdeos-París. La experiencia abrió la puerta a un nuevo campo de pruebas: las competiciones automovilísticas. Desde entonces, la firma francesa se implicó en algunos de los certámenes más prestigiosos de la época, como la Copa Gordon Bennett, consolidando una reputación internacional que ya no se limitaría al ciclismo, sino que se extendería al conjunto de la movilidad moderna.
El muñeco y la Guía Michelin, dos iconos de la cultura del S.XX en adelante
En paralelo a sus innovaciones técnicas, Michelin también construyó un universo de marca reconocible en todo el planeta y hoy en día es una de las pocas marcas que ha transcendido los límites de su sector para saltar directamente a la cultura popular.
A finales del siglo XIX, durante la Exposición Universal y Colonial de Lyon de 1894, una pila de neumáticos llamó la atención de Édouard Michelin. Al observarla, comentó a su hermano André que, con brazos y piernas, se parecería a un muñeco. Aquella idea tomó forma unos años más tarde gracias al ilustrador Marius Rossillon, conocido como O’Galop, que en 1898 creó el primer boceto de Bibendum, el conocido muñeco Michelin. Con el paso del tiempo, este se convirtió en un referente publicitario universal, elegido incluso en el año 2000 como el mejor logotipo del siglo XX por un jurado internacional del Financial Times.
Casi a la vez, la empresa lanzó en 1900 otro de sus grandes iconos: la Guía Michelin. En un contexto en el que apenas circulaban automóviles, la compañía imprimió 35.000 ejemplares de su primera edición para facilitar la movilidad en carretera y fomentar el transporte, un práctico manual para viajeros que incluía mapas, consejos mecánicos, estaciones de servicio y recomendaciones de alojamiento y restauración. Desde entonces se ha convertido en el estándar mundial para medir la excelencia gastronómica, elevando la guía al rango de icono cultural y manteniéndose vigente hasta nuestros días.
Michelin también desarrolló el tubless y sigue liderando la innovación en el ciclismo
Hoy, más de 130 años después de aquel primer neumático desmontable, Michelin mantiene intacto su compromiso con el ciclismo. Y la marca lo demuestra con nuevas tecnologías que buscan optimizar el contacto con el terreno, mejorar la seguridad y, al mismo tiempo, respetar criterios de sostenibilidad.
Esa vocación innovadora también quedó patente en 1999, cuando junto a Mavic y Hutchinson presentó el Universal Standard Tubeless (UST), el primer sistema de ruedas sin cámara diseñado para bicicletas. Esta solución, que revolucionó sobre todo el mountain bike, se concibió como un estándar abierto para garantizar la compatibilidad entre llantas y cubiertas de distintos fabricantes.
Con el paso de los años, el sistema tubeless se ha extendido a prácticamente todas las disciplinas del ciclismo y ha transformado por completo la forma de rodar y competir. Si hace apenas una década la tendencia era utilizar presiones altas bajo la idea de que ofrecían mayor velocidad, hoy está demostrado que ocurre lo contrario. Gracias al tubeless, los ciclistas pueden rodar con presiones mucho más bajas de lo que era habitual, lo que se traduce en un notable aumento de tracción y comodidad, factores que en conjunto también repercuten en una mayor rapidez sobre el terreno.
La apuesta constante por la innovación y el desarrollo de compuestos de última generación ha permitido a Michelin seguir en la élite del ciclismo, con soluciones específicas para prácticamente todas sus disciplinas.
En disciplinas como E-Bike y Gravity (Enduro y Descenso), Michelin es una marca muy presente y destaca con tecnologías específicas, como la carcasa E-Bike Ready, reforzada para soportar el mayor par de los motores eléctricos. O la tecnología patentada Cuttable Blocks Tecnology, una nueva generación de dibujos de la banda de rodadura en cubiertas para DH y Enduro, que permite realizar recortes en los tacos de forma rápida para mejorar el agarre y la precisión en la dirección.
En XCO, Michelin dispone de modelos de referencia como el Jet XC2 Racing Line, que incorpora la carcasa Cross Shield² (con el doble de hilos en la zona del talón para ofrecer la máxima resistencia sin aumentar el peso) junto al compuesto Gum-X, capaz de equilibrar una rodadura rápida con una tracción eficaz en distintos terrenos. La marca francesa también es socia de varios equipos de la Copa del Mundo y sus neumáticos se han convertido en habituales en el podio. Un ejemplo es el del francés Mathis Azzaro, del Origine Racing Division, a quien ya hemos visto competir con los modelos de catálogo y otros prototipos Michelin fácilmente reconocibles por la inscripción “Work in Progress” en su lateral. Con ellos, el joven corredor ya ha logrado subirse al podio en más de una ocasión esta misma temporada.
En conjunto, estas tecnologías permiten a Michelin ofrecer una gama de neumáticos capaz de adaptarse a cada disciplina y tipo de ciclista, garantizando siempre seguridad, rendimiento y fiabilidad tanto en el más alto nivel competitivo como en el uso recreativo.
Michelin en la Copa del Mundo UCI de MTB
La presencia de Michelin en la alta competición no es casualidad. A lo largo de su historia, la marca ha entendido que el deporte es el escaparate perfecto para poner a prueba sus avances técnicos. En este sentido, el ciclismo profesional se ha convertido en un laboratorio vivo y lo que funciona en carrera acaba llegando a los ciclistas aficionados.
Ese compromiso con la competición alcanzó un nuevo nivel en 2024, cuando Michelin se convirtió en socio principal de la WHOOP UCI Mountain Bike World Series, el actual circuito de referencia mundial para XCO/XCC, DH y Enduro. Este acuerdo no solo refuerza la visibilidad de la marca en un escenario global, sino que también supone un respaldo directo a un deporte en pleno crecimiento, seguido por millones de aficionados y practicado en los rincones más diversos del planeta.
Mirando hacia adelante, la relación de Michelin con el ciclismo no hace más que fortalecerse. La compañía sigue invirtiendo en nuevas soluciones que aporten valor tanto a los profesionales como a los aficionados, manteniendo siempre el mismo principio que guió a sus fundadores, la innovación al servicio de la movilidad (y la competición).