Van der Poel se pasa al golf tras ganar en Namur y afronta una semana clave

Mathieu van der Poel no suele hacer las cosas como el resto. El mismo domingo en el que regresó al ciclocross con una victoria de enorme peso en la Copa del Mundo de Namur, muchos daban por hecho que el lunes siguiente estaría sobre la bicicleta, acumulando horas de entrenamiento. Sin embargo, el campeón del mundo optó por un plan bien distinto y al día siguiente de ganar en uno de los circuitos más exigentes del calendario, Van der Poel se fue directamente al campo de golf.

Van der Poel se va directo al golf después de ganar una de las carreras más difíciles

Las imágenes compartidas en redes sociales le mostraban golpeando bolas junto al golfista profesional belga Alan De Bondt, confirmando una vez más su afición por un deporte que, lejos de ser un simple pasatiempo, parece formar parte de su particular método de recuperación entre carreras. Una elección poco habitual en el pelotón del ciclocross, pero muy coherente con la forma de entender el alto rendimiento de un corredor que siempre ha marcado su propio camino.

La victoria de Van der Poel en Namur no fue una más. Para muchos, incluido el propio Mathieu, se trataba probablemente de una de las carreras más complicadas para arrancar la temporada. El trazado de la Ciudadela, técnico, exigente y poco indulgente con los errores, no es precisamente el escenario ideal para debutar tras varias semanas sin competir en ciclocross.

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Mathieu van der Poel llega, gana y sigue imbatible en la Copa del Mundo CX de Namur

A ello se sumaba un estado de forma todavía en construcción. Van der Poel llegaba sin el ritmo específico de competición que sí acumulaban rivales como Thibau Nys, Michael Vanthourenhout o Lars van der Haar. Aun así, el neerlandés fue capaz de resistir, leer la carrera y rematar en el momento clave para llevarse un triunfo tan valioso como simbólico.

Tras la carrera, quien no pasó desapercibido fue Adrie van der Poel. El padre del campeón del mundo no dudó en “hacer leña del árbol caído” con unas declaraciones que no tardaron en generar debate. En su opinión, Namur representaba una de las mejores, si no la mejor, oportunidades de Thibau Nys para derrotar a Mathieu esta temporada.

Según Adrie, el circuito corto, explosivo y técnico encajaba a la perfección con las cualidades de Nys y coincidía además con una versión de su hijo aún lejos de su pico de forma. Si no fue capaz de ganar aquí, las opciones se reducirán notablemente a medida que Van der Poel acumule carreras y sensaciones. Un análisis frío, directo y que refuerza la idea de que la jerarquía en el ciclocross puede haber cambiado de nuevo en apenas una carrera.

El “efecto Van der Poel”, más visible que nunca

Namur no solo dejó espectáculo deportivo. También confirmó algo que muchos ya denominan abiertamente como el “efecto Van der Poel”. La prueba belga registró un récord histórico de asistencia, con más de 12.000 espectadores pasando por el circuito a lo largo de la jornada, una cifra nunca antes vista en la Ciudadela.

La organización no dudó en atribuir gran parte de este éxito al regreso del neerlandés. Desde el momento en que se confirmó su presencia, la venta de entradas se disparó, demostrando una vez más que Van der Poel no solo eleva el nivel competitivo, sino que es un auténtico imán para el público. Su impacto va mucho más allá de lo deportivo y refuerza el valor mediático del ciclocross cuando sus grandes estrellas están en la parrilla de salida.

Semana clave: doble Copa del Mundo y primer cara a cara con Van Aert

Tras su victoria y su sesión de golf, Mathieu van der Poel afronta ahora una semana especialmente intensa. Este fin de semana disputará dos pruebas consecutivas de la Copa del Mundo: el sábado 20 de diciembre en Amberes y el domingo 21 en Koksijde.

Todo apunta a que Amberes será, además, el primer gran duelo de la temporada entre Van der Poel y Wout van Aert, un enfrentamiento que siempre eleva la tensión y el interés del ciclocross a otro nivel. C

on Namur ya en el bolsillo y la maquinaria en marcha, queda por ver hasta dónde puede llegar Mathieu en esta campaña invernal que, como él mismo ha dejado claro, está cuidadosamente planificada con un único gran objetivo en el horizonte.