El arte de borrar penes antes de que los vea el helicóptero
El Tour de Francia se emite en más de 190 países y lo siguen más de 3,5 millones de personas cada año. Es uno de los eventos deportivos más importantes del calendario, y también una oportunidad única para promocionar el país: sus paisajes, pueblos, castillos y cultura. Por eso, la organización cuida hasta el más mínimo detall, incluso lo que está pintado en el asfalto.
Así se disimulan las pintadas que el Tour no quiere mostrar: dos hombres, 350 litros de pintura y mucho ingenio
Cada mañana, antes del inicio de la etapa, el Tour moviliza a un pequeño equipo con una tarea muy concreta: detectar y disimular los dibujos ofensivos que algunos espectadores pintan en la carretera. Aunque muchas pintadas son mensajes de ánimo para los ciclistas, otras incluyen falos gigantescos, lemas políticos o referencias al dopaje. Es entonces cuando entra en escena el popular “comando borra-penes”.
Hoe verander je een 'Tourpiemel' op het asfalt in een vlinder of een uil?
— NOS Sport (@NOSsport) 20 de julio de 2019
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Desde 2016, este peculiar dúo —Patrick Dancoisne y Joël Gautriand, empleados de la empresa Doublet— recorre las etapas del Tour para camuflar con creatividad lo que no puede salir en televisión. Lo hacen a toda velocidad, poco antes de que llegue la caravana publicitaria, porque si borrasen los dibujos con demasiada antelación, alguien podría volver a pintarlos.
Los 3.338 kilómetros del Tour 2025 son potencialmente sospechosos de albergar cualquier tipo de “arte fálico improvisado”. Patrick y Joël hacen dos pasadas por cada etapa: la primera para eliminar lo ya pintado, y la segunda para borrar lo que pueda haber aparecido en el último momento.
Transforman penes en búhos, mariposas, conejos, escaleras o incluso naves espaciales. Y cuando no hay tiempo, se limitan a cubrir el dibujo con tachones.

Patrick Dancoisne, apodado “l’effaceur” (“el borrador”) lleva 15 años realizando esta tarea. Tiene 65 años, es de la región Norte de Francia y no esconde el cariño que ha cogido a su trabajo. “Borro todo lo que tenga que ver con el sexo”, explicó con una sonrisa al medio ICI Nord. Con su polo azul, brocha y pintura blanca, asegura que se lo toma muy en serio, aunque el resultado a veces provoque risa: “Hago dibujos dentro”, cuenta, refiriéndose a cómo transforma los genitales en simpáticos animales.
Patrick recuerda con gracia cómo un día, mientras pintaba un búho, pasó la televisión y lo grabaron. “Después vinieron reportajes, hasta alemanes… Muchos reportajes extranjeros. Me he hecho popular, incluso ha inspirado un cortometraje titulado Les Effaceurs, dirigido por Joey Starr, donde el actor interpreta su papel. “¡Hasta lo pusieron en la tele!”, dice orgulloso.
Pero, más allá del humor, Dancoisne insiste en que su labor tiene una función seria: “Esto es serio, hay que tomárselo en serio”, afirma. Además de evitar que los dibujos lleguen a las pantallas, también contribuye a la seguridad de los corredores, del personal del Tour y de los miles de espectadores que se agolpan en la carretera. “No estoy aquí para hacerme el artista pintor, lo importante es que no se vea nada inapropiado”.
Así que, mientras los ciclistas luchan por el maillot amarillo, Patrick y Joël seguirán ganando una carrera distinta: la de borrar falos antes de que los vea el mundo entero.