Una cadencia alta no tiene beneficios en ciclistas aficionados
Mantener la posición y evitar el balanceo que se produce con cadencia alta aumentaría el gasto de energía y reduciría la eficiencia de la pedalada en ciclistas de un perfil recreativo, así lo afirma este nuevo estudio.
Obligarte a pedalear con cadencia alta no tiene por qué ser lo más eficiente.
Un estudio publicado en el International Journal of Sport Medicine, a cargo del Dr. Federico Formenti del King’s College de Londres afirmaría que pedalear con cadencia alta no aporta beneficios, en especial si nos referimos a intensidades altas.
Utilizar cadencias altas se ha convertido en los últimos años en una de las principales recomendaciones a los ciclistas noveles. La razón principal es porque se reduce el trabajo muscular de las piernas, una tarea que pasa a manos del sistema cardiovascular, mucho más resistente a esfuerzos prolongados.
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La mayor oferta de desarrollos ha ayudado a que elegir la mejor cadencia en cada momento sea más sencillo. Lejos quedan los tiempos en los que las bicis llevaban 5 o 6 piñones y los platos eran, inevitablemente, una combinación 52/42, lo que obligaba a subir los puertos a golpe de riñón y hacía de este deporte algo solo al alcance de aquellos con un muy buen entrenamiento.
En la actualidad, con casetes de 12 piñones y combinaciones de platos y piñones que nos permiten incluso tener una relación 1:1 el ciclista tiene mayor margen para encontrar la combinación en la que más cómodo se encuentre.
Como resulta habitual en el ciclismo de carretera, la competición también ha influido en la cadencia que utilizan los cicloturistas. Fue llegar Lance Armstrong con su famoso molinillo y comenzar a ver ciclistas en la carretera que trataban de emular al texano con cadencias de pedalada imposibles.
El estudio planteado por el Dr. Formenti contó con una muestra de 9 ciclistas recreacionales de entre 21 y 55 años a los que se hizo pedalear a una cadencia de 40, 50, 60, 70, 80 y 90 pedaladas por minuto durante 4 minutos cada intervalo a intensidad de su umbral ventilatorio mientras se monitorizaban sus parámetros fisiológicos.
Se comprobó que la fuerza aplicada sobre los pedales disminuía al aumentar la cadencia, algo completamente esperable ya que, una de las principales razones para utilizar cadencias altas es precisamente liberar de trabajo a los músculos de las piernas. Sin embargo, se apreció un claro aumento de la frecuencia cardiaca lo que implica un mayor gasto de energía, detectando a 90 pedaladas por minuto un aumento de esta cifrado en un 15%.
El Dr. Formenti señalaba que pedalear a más de 90 ppm puede resultar beneficioso para los ciclistas profesionales, resulta ineficiente cuando hablamos de ciclistas recreativos, en los que se reduce la proporción entre el oxígeno que nuestro sistema es capaz de aportar y la demanda de oxígeno de los músculos.
El responsable del estudio apuntaba como posibles razones para esta reducción de eficiencia la demanda extra de oxígeno de los músculos encargados del control postural para evitar el balanceo que se genera al pedalear con cadencias mayores.
Los ciclistas profesionales tienen un ciclo de pedalada trabajado durante años de entrenamiento y trabajan concienzudamente la musculatura estabilizadora lo que les permite una mayor economía de pedalada con la que pueden mantener cadencias altas si que ello les suponga malgastar energía.
En cualquier caso, cómo suele ocurrir en este tipo de estudios, el reducido volumen de la muestra utilizada en el estudio y el que se trate de ciclistas calificados como recreacionales hace complicado extrapolar las conclusiones del mismo a la heterogénea población ciclista, donde podemos encontrar desde los que montan en bici apenas una o dos meses por semana, hasta quienes llevan un entrenamiento planificado con sesiones prácticamente a diario.
La tendencia actual es que los ciclistas puedan desenvolverse de forma eficiente en un amplio rango de cadencias ya que nos vamos a encontrar ocasiones en las que no podamos utilizar la cadencia en la que nos encontremos más cómodo, por ejemplo cuando tenemos que ascender un puerto de grandes pendientes y el desarrollo disponible no nos permite pedalear con agilidad o, en el extremo opuesto, si tratamos de cazar a un grupo en un tramo descendente donde el desarrollo más largo que llevemos no es suficiente para correr más.