Scott estrena una nueva sede futurista

No parecen irle nada mal las cosas a Scott. Ahora estrena nueva sede, y lo cierto es que es impresionante. El fabricante de bicicletas suizo renueva sus oficinas y las presenta al público, un espacio de trabajo futurista que define la idea de la marca. Conocemos más de cerca la nueva sede de Scott.

La nueva y flamante sede de Scott

Cuando Ed Scott soldaba el acero allá por 1958 seguro que no imaginó ni por un momento en qué se convertiría su nombre. Pero literalmente, porque Scott, la marca que fundó aquel ingeniero suizo, ha abierto las puertas de su nueva sede y sin duda es asombrosa.

Su nuevo cuartel general tiene 7 plantas que acumulan un total de más de 4000 metros cuadrados funcionales. Un espacio difícil de ocupar, a pesar de la inmensa colección de la que hoy dispone Scott, que no se ha parado en la fabricación de bicicletas de todos los rangos y disciplinas, sino que cuenta con una colección completísima que esta temporada ha ampliado incluso al público infantil.

Casi 6000 m2 de vidrio y 500 puestos de trabajo que ya están abiertos a su plantilla. Sin duda, un espacio mirando de cara al futuro y a la proyección de Scott, una de las marcas que más ha crecido en gran medida gracias a la imagen que aporta su equipo de mountain bike, el Scott-SRAM que ha unido a Kate Courtney y Lars Forster a la leyenda que hoy es Nino Schürter.

El edificio, ubicado en la ciudad suiza de Givisiez, concentrará todas las secciones que hasta ahora Scott tenía disgregadas. Además, tiene un diseño sostenible, controlando en todo momento temperatura, ventilación y acústica y usando para ello energías geotérmica y solar.

La fachada, completamente de aluminio microperforado, está planeada para controlar la luz que entra a las mesas de oficina. 400 ventanas que contienen 880 motores dinámicos que regulan pestañas ancladas en la fachada para mejorar la entrada de luz y la temperatura del edificio de Scott.

El CEO de Scott alaba una obra de futuro

Beat Zaugg, CEO de Scott, ha manifestado que este nuevo edificio trata de reflejar el proyecto de marca de Scott, poniendo los valores de la marca en el centro: sostenibilidad y visión de futuro, en palabras del propio Zaugg.

Scott se está posicionando poco a poco como ejemplo de innovación, y no solo en bicicletas por lo que vemos. Durante toda su historia ha estado en Givisiez y allí piensa seguir más de 40 años después, con una obra también para los próximos 40 años como poco.

Las nuevas dinámicas de trabajo, más centradas en trabajos cooperativos, de equipo, de gestión, de servicios y multidisciplinares necesitan espacios para trabajar acorde a estos principios. No bastan los tradicionales cajones individuales, sino que los espacios abiertos, de encuentro, reunión y debate se antojan fundamentales. La cultura de equipo de Scott se refleja en todos sus campos, también en competición profesional, y tener precisamente a todo su equipo, a su músculo empresarial junto, es la base de lo que viene de Scott.

Una mole impresionante que ya ha recibido varios premios de arquitectura y que define el espíritu de una marca como Scott: seguir creciendo e innovando en ciclismo.