El Soudal-QuickStep ha quedado tocado tras el lío con el Jumbo

El presidente de Soudal-QuickStep, Bessel Kok analiza las consecuencias de la fallida fusión de su equipo con el Jumbo-Visma en una entrevista concedida al diario belga Het Laaste Niewsblad a la vez que se muestra muy crítico de cómo se ha llevado un proceso que se concibió como si dos empresas se trataran sin tener en cuenta todas las connotaciones de un equipo ciclista.

Las consecuencias de la fallida fusión entre Soudal-QuickStep y Jumbo-Visma

“Mucho daño y pocos resultados” así de contundente se mostró Bessel Kok, presidente de Soudal-QuickStep en una entrevista concedida a Het Laaste Niewsblad en referencia a la complicadísima situación que tanto ciclistas como miembros del staff del equipo belga han sufrido durante las últimas semanas y que en parte ha acabado con ese espíritu de equipo, “la manada de lobos”, que era seña de identidad de esta escuadra.

Y no es para menos. Cualquiera que haya pasado por un proceso similar en su vida laboral, por desgracia algo habitual en los últimos tiempos, sabe lo destructivo que llegan a ser la tensión, los continuos rumores y, sobre todo, la incertidumbre. Sin embargo, el veterano dirigente confía en que poco a poco la situación acabe volviendo a su cauce y puedan volver a contar con un equipo de garantías.

Por suerte, Soudal ya ha salido a calmar el panorama del equipo garantizando que continuará apoyando al equipo. Sin embargo, el problema viene con Zdenek Bakala, copropietario del equipo junto a Patrick Lefevere y principar impulsor de la fallida fusión. Tanto él como QuickStep se han ido poco a poco alejando del equipo y no es improbable que más pronto que tarde la escuadra belga deje de contar su aportación económica.

Por su parte, Patrick Lefevere ya confirmó que quiere continuar con el proyecto, al menos hasta 2025, todo un superviviente de este deporte que, a buen seguro, ya está moviendo sus hilos para conseguir encontrar un respaldo que pueda sostener la estructura en el futuro ante el previsible alejamiento de QuickStep.

Kok, que pese a ocupar el cargo de presidente, a sus 81 años mantiene un papel testimonial y, aunque fue conocedor de todo el proceso de fusión no fue parte activa en el mismo, reprochaba también la premura con la que se trató de cerrar todo. Todo estaba previsto ya para 2024 y esa fecha no era posible tratándose de dos de las estructuras más importantes del ciclismo.

Según él, el problema de partida fue contemplar la fusión como una operación meramente financiera sin tener en cuenta todas las implicaciones que hay detrás de un equipo ciclista como las ya mencionadas de que iba a ocurrir con el personal sobrante o los corredores con los que no se contaba. Esto desencadenó que crecieran las tensiones y la baraja acabó rompiéndose por parte del patrocinador neerlandés que dijo “basta”.

De entrada parece que las aguas volverán a su cauce, al menos durante 2024, para QuickStep, sin embargo, mucho tendrán que trabajar en los próximos meses para asegurarse la continuidad en el pelotón a partir de 2025.