Motivos para llevar un timbre, aunque tu bici cueste más de 7.000€

Sí, puede parecerte algo innecesario, pero hay muchísimas situaciones en las que un timbre de bici te va a ser súper útil. Seas un ciclista urbano o uno de competición. Porque tiene su función y porque hay timbres de bici invisibles y muy bien integrados. Te damos las razones para montarlo en tu bici, aunque sea de las caras.

Por qué montar un timbre de bici es útil

Hay un par de palabras que van a condensar nuestros argumentos para que consideres montar un timbre de bici en tu maravilla de dos ruedas, por cara y bonita que sea. Estas dos palabras son utilidad y humildad.

Un timbre de bici es útil, y te vamos a explicar por qué. Pero además, el hecho de no montarlo en tu bici no debería deberse jamás a cuestiones estéticas o clasistas, porque debería primar lo utilitario, la seguridad, las funciones que te puede aportar.

Algunos ejemplos son muy manifiestos en cuanto a la necesidad de llevar un timbre de bici. Y muchos de estos ejemplos se ven en plena competición de mountain bike, por ejemplo. Cada vez es más recurrente ver cómo los ciclistas montan timbres (muy minimalistas, eso sí) que les son muy útiles sobre todo en tramos muy estrechos y de subida o bajada.

Porque cuando el trazado es tan estrecho que no permite adelantamientos, y cuando el ruido de tu respiración o de todos los hierros en el descenso te impiden saber qué viene por detrás, una señal sonora puede ahorrarte muchos problemas.

No vas a poder hablar, por el esfuerzo y por el ruido del viento o las bicis, así que pulsando un botón puedes avisar al ciclista que te precede que te facilite el paso. Es un método rudimentario para muchos, por el hecho de que es clásico y se inventó casi al tiempo que la propia bicicleta, pero es útil que es de lo que se trata.

El uso del timbre de bicicleta en los contextos ciclistas

Pero hay mucho más contextos en los que un buen timbre puede ayudarte. Uno de los más recurridos y en los que el timbre de bici aún goza de buena salud, es en los entornos urbanos o periurbanos. Ahí lo raro es justo lo contrario: ver bicicletas sin timbre. Porque en plena ciudad es un elemento fundamental, cuando tu bici se convierte en medio de transporte que intercala y se relaciona con otros muchos, además de los peatones.

Avisa a peatones que invaden el carril bici, puede ser útil para avisar a otros ciclistas de tu presencia, o para ahuyentar a algún pobre animal que se ha quedado pasmado y no escucha la que se le viene encima. Sea como sea, es un elemento que se convierte en seguridad.

Además, si estas razones no te han convecido te diremos que  la legislación vigente obliga a llevar timbre así que si no lo tienes aún instalado, recuerda que te pueden multar con hasta 80 euros.