La UCI ya vigila las apuestas deportivas y posibles amaños en carreras ciclistas

El crecimiento de las apuestas deportivas y los casos de amaños que se han producido en otros deportes han hecho que la UCI se ponga en alerta considerándolo una amenaza para el ciclismo similar a la que pueden suponer el dopaje o el fraude tecnológico.

Vigilancia intensiva y una normativa más estricta, medidas de la UCI para prevenir apuestas ilegales

Las apuestas deportivas ilegales se han convertido en un auténtico problema en algunos deportes como demuestran los recientes escándalos destapados en la NBA o en la liga de Baseball de EE.UU. El ciclismo, por la facilidad de manipulación podría ser un deporte vulnerable a ser influido por apuestas ilegales por lo que la UCI ha decidido ponerse manos a la obra y vigilar estrechamente cualquier situación sospechosa.

A día de hoy, el ciclismo supone un mercado relativamente pequeño para las apuestas deportivas, sin embargo, las características de este deporte hace que se puedan manipular fácilmente algunos momentos de la carrera: qué ciclista corona en primera posición un puerto, un ciclista que en una fuga de dos se deja ganar de forma más o menos disimulada, un equipo que se pone a tirar sin que le vaya nada en ello para echar abajo una fuga, ciclistas que negocian en plena carrera para que les dejen ganar… son situaciones tan antiguas como el propio ciclismo que, sin embargo, las apuestas deportivas podrían convertir en mucho más habituales afectando a la imagen de un deporte que ha tenido que lidiar durante años con la lacra del dopaje.

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Para evitarlo en la medida de lo posible, la UCI está realizando un seguimiento vigilando el tipo de apuestas que ofrecen las diferentes plataformas, buscando relacionarlas con lo que sucede n competición para tratar de encontrar patrones inusuales que determinen que se están produciendo apuestas ilegales.

De hecho, la UCI ya dispone desde 2019 de un artículo en su reglamento que hace referencia a las apuestas deportivas, prohibiendo a todos los titulares de licencias de cualquier tipo la organización de apuestas sobre eventos ciclistas y la apuesta, ya sea de forma directa o a través de intermediarios en eventos en los que pudiera participar bajo pena de una una sanción de dos años.

Ahora la UCI endurece un poco más su política sobre las apuestas deportivas prohibiendo algunos tipos de apuesta fácilmente manipulables como puede ser el cara a cara en el que se apuesta respecto a dos ciclistas indicando cuál de ellos obtendrá el mejor resultado. Aparte, el máximo organismo del ciclismo ha regulado el patrocinio por parte de casas de apuesta de forma que los equipos no pueden dar visibilidad a estas empresas de apuestas para evitar el riesgo de que los intereses de esas empresas pudieran llevar a influir en la manipulación de las carreras.

Aunque por el momento, aún no se ha detectado ninguna situación anormal en el ciclismo, la UCI, tras ver lo ocurrido en otros deportes, ha preferido anticiparse y endurecer su postura en lo que a las apuestas se refiere para evitar cualquier tipo de escándalo que pudiera dañar una imagen del ciclismo siempre precaria.