Cómo saber si tu cuadro de carbono se ha roto o es solo la pintura
Rezas. Por favor, que sea la pintura. Que no sea mi cuadro de carbono roto. Pero no estás seguro. ¿Carbono o pintura? ¿Daño mayor o un simple arañazo?
El miedo a un cuadro de carbono roto
Ese frío que te hiela el corazón, ese calambrazo que te recorre toda la espina, esa adrenalina que te ciega. No quieres que sea cierto: acabas de ver algo en tu cuadro de carbono y no sabes si está roto o simplemente es desconchón de la pintura.
RECOMENDADO
Un ciclista le gana un juicio a Trek por la rotura de su mountain bike de carbono
Titanio, acero, grafeno, aluminio o carbono ¿por qué sigue habiendo bicis tan diferentes?
Carbono VS Artsenal de acero ¿qué bici es mejor para competir en carretera?
Aluminio v.s fibra de carbono ¿Qué cuadro es mejor?
Curiosidades y problemas de la fibra de carbono
¿Caducan los cascos de ciclismo?
Rezas porque sea la pintura, pero si es una fisura del cuadro también quieres saberlo. Quieres la verdad, por dura que sea, para relajarte o para buscar una solución. Pero ¿cuál es la verdad? ¿Cómo saber si tu cuadro está dañado o simplemente es la pintura?
Lo primero que te preguntas es ¿se ha caída la bici? ¿La he forzado al guardarla? ¿Es posible que una piedra o algo similar hayan hecho un daño significativo? Pero tras darle muchas vueltas, no tienes certezas, sólo miedos. ¿Cómo salir de dudas?
Cuadro de carbono roto o cuadro de carbono rayado
Hay auténticos oídos finos hechos al maravilloso sonido acartonado del carbono. Esos oídos intuyen que algo va mal porque el cuadro hace un ruido diferente. De hecho, a simple vista a veces es imposible saber si el cuadro se ha roto o no, y con estas técnicas sonoras resulta incluso más sencillo.
Pero como quizá no seas un experto en esta cuestión auditiva, puedes escuchar que alguien te aconseja usar una radiografía. Así es, hacerle una radiografía a tu bici en busca de daños reales. Pero, obviamente, esto no lo cubre ningún seguro sanitario, no vas a ir a hacerle una radiografía a un paciente que es una bicicleta.
Hay compañías que usan una combinación de esto más un control de ciclos de calor. Por lo visto, los baches en ese flujo de calor hablan mucho sobre posibles daños en tu cuadro de carbono. Pero, igualmente, queda lejano y bastante inaccesible.
Ante este escenario, ¿qué puedes hacer? Estos son algunos consejos. El primero: si parece una grieta, hay muchísimas posibilidades de que sea una grieta. Parece obvio pero tiene su ciencia. Digamos que el carbono, por sus particulares propiedades, si se daña, se daña de forma visible. Sus fibras provocan heridas visibles, identificables.
Digamos que si flexas, también notarás que la grieta crece. Y si la dejas en el tiempo, también verás que la grieta crece. Así que sí, es una grieta, suelen ir a más. Si ves que es un golpe, que hay restos de ese impacto o ese roce, como rasguños cercanos, puede ser un daño en la pintura. Examina la posible grieta con una lupa, o con unos prismáticos.
Por último, siempre te queda la opción de acudir a empresas y profesionales especializados en estas cuestiones. Su precio ronda los 200€, pero suelen usar ultrasonidos y rayos ultravioletas para revelar cualquier tipo de daño. Con ese informe, además, si tu bici está en garantía o tiene garantía de por vida, puedes acudir al propio fabricante para que reemplace el cuadro. Algunas marcas incluso hacen que te ahorres ese dinero del informe si acudes a tiendas oficiales. Aquí también depende de la suerte que tengas, aunque recientemente Trek tuvo que cubrir una garantía de este tipo tras años de litigio.
Así que, suerte, y que todo quede en un rasguño.