Cuándo toca cambiar las calas

Mecánica 23/09/23 14:00 Sergio P.

Las calas son el elemento que nos mantiene unidos a la bici durante el pedaleo consiguiendo una aplicación de fuerza más eficiente y segura. Mantenerlas en buen estado y sustituirlas cuando estén desgastadas es esencial para lograr una buena fijación. Sin embargo, en muchas ocasiones, es uno de los elementos más descuidados por parte del ciclista.

Atados a nuestra bici

Sin duda, uno de los inventos más revolucionarios de la historia de la bici, que irrumpió en el ciclismo de carretera en torno a mediados de la década de los 80, fue el pedal automático que marcas como Look y Time desarrollaron tomando como inspiración las fijaciones utilizadas en el mundo del esquí y que rápidamente lograban relegar al sistema tradicional de rastrales y correas que, si bien cumplía con su función de fijar al ciclista a la bici, resultaba tremendamente peligroso en caso de caída al no tener el ciclista posibilidad de separarse de su máquina.

Para cumplir su función, los pedales cuentan con unas piezas, denominadas calas, que se atornillan en la suela de la zapatilla, sirviendo de interface de conexión entre esta y el pedal. Unas piezas que dependen del sistema de pedal utilizado aunque todas ellas guardan como similitud el contar con unas zonas de contacto en las que se realiza la fijación del sistema de anclaje del pedal.

Encontramos diferentes sistemas de calas aunque, los más utilizados son, en el mundo del ciclismo de carreteraa Look, Shimano SPD-SL y Wahoo-Speedplay. Los dos primeros utilizan calas de plástico de forma triangular mientras que el sistema Speedplay es tremendamente peculiar porque traslada el mecanismo de anclaje, en este caso un simple muelle circular, del pedal a la propia cala.
Por su parte, en el campo de la mountain bike el sistema más extendido es el SPD creado por Shimano y que adoptan un buen número de marcas para sus modelos. Aparte, encontramos otros tipos de cala como las utilizadas por Time o Crankbrothers.

Como podéis imaginar, una pieza que se conecta y desconecta a otra mediante unos muelles que la atrapan, se libera mediante un giro y cuenta con cierta fricción, no sólo a la hora de desenganchar sino con los movimientos laterales que se producen durante el pedaleo, va a sufrir desgaste con el uso, más acusado en los modelos de plástico de carretera que en los metálicos de bici de montaña. Además, caminar con las zapatillas de ciclismo también añade desgaste a las calas.

El desgaste de las calas puede afectar al funcionamiento del pedal automático pudiendo hacer más complicado el anclaje y la liberación y, lo que resulta más peligroso, pudiendo soltarse en marcha en el momento más inesperado y, por experiencia, os podemos contar que si te ocurre cuando estás esprintando a tope las consecuencias pueden ser una grave caída. Aparte, el desgaste de la cala también puede afectar a la posición del pie y la aplicación de fuerza al pedalear. Unas calas desgastadas pueden ser el origen de problemas de índole biomecánico como un inexplicable dolor de rodilla que aparece de repente u otro tipo de molestias.

En qué fijarse

Para decidir cuándo tenemos que cambiar las calas basta fijarse un poco en ellas. Más concretamente en las zonas de anclaje en las que el pedal aprisiona la cala. En las de carretera, al estar elaboradas en material plástico, esas zonas van perdiendo espesor hasta quedar reducidas a la mínima expresión pudiendo llegar incluso a romperse si se ha perdido mucho material.

También es importante comprobar la sección de la cala. En ocasiones pisamos de forma irregular, más de la parte interna o externa del pie algo que queda muy patente mirando la cala de frente y que provoca un apoyo incorrecto en el pedal. En cuando apreciemos cualquiera de los dos tipos de desgaste deberíamos sustituir sin más demora las calas.

Por su parte, los pedales Wahoo-Speedplay son un caso especial. Por su configuración, donde tanto el pedal como el muelle de anclaje que se ubica en la cala son metálicos tienen una duración mucho mayor que las de plástico teniendo únicamente que verificar que el muelle tiene libertad de movimiento y no se encuentra deformado. Las sustituiremos únicamente cuando la placa que cubre el muelle se haya desgastado claramente y más por un aspecto práctico ya que al hacerlo también se van dañando los tornillos que la fija pudiendo llegar al punto de que sea casi imposible retirarlos.

Al igual que con las calas Wahoo-Speedplay las de mountain bike, al ser metálicas, cuentan con una duración mucho mayor teniendo únicamente que verificar las zonas de contacto ya que se van redondeando los bordes pudiendo hacer más complicado el desenganche, especialmente cuando el barro y la suciedad hacen su aparición. Un desgaste que también provoca una clara holgura en la fijación de la cala que nos resta nitidez en el gesto de pedaleo. Ambos síntomas serán el indicativo de que deberíamos colocar unas calas nuevas.

Cómo colocar las calas nuevas

A la hora de cambiar las calas, lo más sencillo será marcar con un rotulador la posición en la zapatilla, retirar la cala vieja y colocar la nueva usando esa marca como referencia. Sin embargo, es posible que con el uso la cala se puede haber desplazado o no estar en su posición idónea por lo que podemos aprovechar el cambio de cala para volver a determinar la posición idonea que, como regla general se encuentra en la parte intermedia entre el primer y el último metatarso del pie y con una angulación de pie que respete el ángulo natural del mismo.

Ante cualquier duda, lo más recomendable es acudir a un biomecánico que, en unos pocos minutos, nos garantizará la colocación correcta de la cala, un detalle tremendamente importante y que en muchas ocasiones es el origen de problemas en el pie como dolor en los pies, sensación de quemazón o adormecimientos.

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