¿Veremos el DH en los JJOO?

Los deportes olímpicos no han sido siempre los mismos ni lo serán. Constantemente se están actualizando. Ante esta realidad, la gran pregunta es si el descenso ciclista tiene o no cabida en unos juegos olímpicos. La respuesta no es sencilla.

DH y nuevos deportes en los Juegos Olímpicos

Cuando hace más de 2500 años se celebraban las Olimpiadas, nada hacía presagiar la aparición del baloncesto. O del surf. Menos aún del skateboarding. Entonces, en la Antigua Grecia, el atletismo era todo cuanto componía unos importantísimos Juegos Olímpicos.

Sin embargo, todos esos que hemos listado son hoy deportes olímpicos. El baloncesto 3x3, el skateboarding, la escalada libre o el surf han desembarcado en estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y están sorprendiendo a muchos espectadores por su magnitud y madurez. Digamos que ya eran deportes consolidados, pero no olímpicos.

Ante esta circunstancia, la pregunta es si tienen cabida otras pruebas ciclistas. Esta edición ha visto el crecimiento del BMX, que tiene tanto carreras como freestyle. Pero, ¿podremos ver pronto el DH como deporte olímpico?

¿Podremos ver al DH como deporte olímpico?

La respuesta corta es que sí, algún día es posible que veamos DH como deporte olímpico, pero es complicado. La respuesta larga es que los deportes candidatos a engrosar la larga lista que constituyen las Olimpiadas deben seguir un proceso muy exigente. De hecho, esos cuatro que hemos dicho fueron seleccionados de entre una lista de más de 25 deportes entre los cuales se encuentran candidatos firmes a ser olímpicos en París dentro de 3 años. Dos ejemplos claros son el fútbol americano o el polo, que se quedaron fuera de Tokio 2020.

Por eso, la respuesta larga tiene tantos matices. Entre otras cosas, porque para integrar un deporte olímpico ciclista habría que prescindir de otro. Quizá la pista destaca por la enorme cantidad de pruebas y medallas que reparte cuando en realidad es el segmento menos seguido por la audiencia. Es posible que a la larga se pueda prescindir de alguna de esas pruebas y aparezca el DH en detrimento de la misma. Pero es complicado cuando todo está ya organizado y es sencillísimo construir o usar un velódromo en cualquier parte del mundo.

Hay un argumento que se ha desmontado durante la última década y es que el DH necesita de un terreno concreto. Es decir, una gran pendiente y un ambiente offroad. Pero todo se puede construir. Hemos visto surf en aguas mansas artificialmente alteradas; vemos descenso en canoas por ríos artificiales muy bravos. Crear una pista de DH no sería nada complicado, bastaría con un entorno medio propicio y una inversión importante. A cambio, la repercusión que ganaría el DH sería tremenda. Si vemos MTB y nos apasiona, ver DH sería un equivalente incluso para los menos duchos. Y Tomi Misser no tendría que haber elegido uno de los dos.

Sin embargo, como vemos, la pregunta no es si el DH puede ser un deporte olímpico, que lo puedes ser; o si sería interesante que el DH fuese un deporte olímpico, que lo sería. La pregunta es si es posible, si veremos DH en algunos juegos olímpicos del futuro. La respuesta, como hemos intentado discernir, no es sencilla, pero la realidad es que es muy complicado. Para los puristas del DH seguro que es una buena noticia, ya que sigue siendo un nicho muy exclusivo, muy particular. Para el resto del mundo, es una gran pérdida porque el DH es una disciplina ciclista sencillamente espectacular, muy vistosa, fácilmente comprensible, comparable a una bajada de esquí o de canoa, y con una exigencia propia de unas Olimpiadas.