El IVA de las bicicletas podría ser historia

La Comisión Europea está planteando durante estos últimos meses del año las reformas al sistema de impuestos en los países comunitarios. Entre las medidas, se está valorando muy seriamente reducir o incluso eliminar el IVA a las bicicletas normales con el firme propósito de potenciar el transporte sostenible. Sin embargo, se excluyen las bicicletas eléctricas.

Por qué la Unión Europea quiere eliminar el IVA a las bicicletas

Los planes de Europa son claros: aumentar el transporte sostenible y respetuoso con el medio ambiente es una prioridad. Las consecuencias climáticas arrecian y moverse en bici puede aportar muchísimo, ya que es el transporte más limpio que hay. Por eso, la Comisión Europea está proponiendo transferir a los países miembros la posibilidad de regular el IVA de las bicicletas convencionales, para reducirlo e incluso eliminarlo.

Los medios de transporte alternativos ganan peso diariamente en las ciudades. Ya es muy común ver servicios de bicicletas públicas, eléctricas o no, en las principales ciudades. Fuera de España, el uso de la bicicleta en las ciudades es incluso mayor, e incluso supone más del 50% del transporte en algunos núcleos urbanos.

Las consecuencias del uso de la bici son clarísimas y muy evidentes y contrastadas: mejoran el tránsito y el tráfico en los centros urbanos, reduciendo el número de vehículos; no emiten gases contaminantes a la atmósfera, que es uno de los principales problemas y preocupaciones de las administraciones locales; reducen los tiempos de desplazamiento con respecto al resto de transportes; y mejoran la salud de los ciudadanos, reduciendo enormemente las necesidades sanitarias de las personas, que mejoran en su salud física y psicológica.

Todas estas ventajas no les son ajenas a los consejeros europeos, que han decidido apostar fuerte por los medios de transporte alternativos y limpios y, con ellos, con la bicicleta como eje principal.

En qué consistiría esta eliminación del IVA de las bicicletas

De momento, los países miembros no pueden aplicar sus propias tasas de IVA reducidas a las bicicletas. Pero esta nueva normativa, en caso de ser aprobada, podría propiciar este hecho. Consistiría en valorar un tope de coste de la bicicleta, y de ese precio para abajo se traspasaría a los países la potestad de regular y legislar para indicar un IVA, que puede ser reducido, o incluso nulo.

Muchos países miembros ya tienen medidas para incentivar la compra de bicicletas. Es el caso de Suecia, Francia o Austria, que poseen planes que priman la compra de bicicletas, sobre todo eléctricas. No es una novedad, insistimos: hace no mucho tiempo que la Comisión de Transporte del Parlamento de España ya votó por una moción que solicitaba la introducción de incentivos fiscales para el sector ciclista, en la que se incluía la compra de bicicletas eléctricas y el IVA reducido para las bicicletas convencionales.

Eso sí, las bicicletas eléctricas, al menos de momento, han quedado fuera de la propuesta de la Unión Europea, algo que ha abierto algo de debate. Se recibe con ilusión la noticia, pero se echa de menos la inclusión de las bicis eléctricas, un sector que está en crecimiento constante y va en aumento año a año. Los organismos y conglomerados empresariales del ciclismo ya han afirmado que presionarán para que la Comisión reconsidere esta introducción. La propia European Cyclist Federation ha afirmado que considera un error considerar a las bicicletas eléctricas como vehículos a motor.

Países como Francia ya han introducido planes nacionales de incentivos a la compra de bicicletas eléctricas, y están intentando hacer recapacitar a la Comisión Europea para que las incluya. Francia, por ejemplo, afirma que tras este plan nacional las bicicletas eléctricas habían reemplazado el 61% de los viajes en automóviles en los centros urbanos.

Si la propuesta sigue adelante, los Estados miembros podrán establecer sus tasas de IVA reducidas o nulas. Una grandísima noticia para cualquier ciclista.