Pantani: 18 años de una muerte sin resolver

Un 14 de febrero como este, pero de 2004, la vida del 'pirata' más genial desde Long John Silver se apagaba en un hotel de la ciudad costera de Rímini. Aun hoy es uno de los ciclistas más recordados y amados en todo el mundo, y sobre todo en Italia, donde alcanza la categoría de héroe nacional. Casi tanto por sus irresistibles ataques en montaña como por su aura de poeta maldito sobre dos ruedas, todo sea dicho. Hablamos, claro está, de Marco Pantani, cuando se cumplen 18 años de una muerte que aun está sin resolver. De hecho, a la vez que sus fans le recuerdan en su localidad natal de Cesenatico, los 'carabinieri' han reabierto la investigación (ya es la tercera), y están interrogando a nuevos testigos.

Los 18 años de lucha de la madre de Pantani

Ha sido 'mamma Tonina', la madre del propio Marco, quien ha conseguido que se vuelva a indagar sobre lo ocurrido aquella noche en el hotel Residence Le Rose. De hecho, la familia siempre ha sostenido que había cosas que no cuadraban con un simple caso de sobredosis de cocaína y fármacos antidepresivos. La autopsia determinó que esa fue la causa de la muerte de Pantani, al provocarle un edema pulmonar y cerebral. También que las heridas y hematomas que presentaba el cadáver podía habérselos producido al caerse.

La primera parte del 'caso Pantani' se inició ese mismo 2004, y se resolvió con dos condenados: los traficantes Fabio Miradossa (4 años y 10 meses de cárcel) y Ciro Veneruso (3 años y 10 meses), por proporcionarle la droga causante del fallecimiento. Sin embargo, gracias a la insistencia de Tonina, los tribunales italianos volvieron a abrir la causa en 2014... solo para archivarla en 2016, pues el juez de instrucción consideraba que las sospechas de homicidio no eran más que "meras conjeturas fantasiosas".

Justo ese mismo año, el fiscal de otra ciudad italiana, Forlì, sí dio por probado en un escrito que la mafia napolitana había alterado la prueba del hematocrito por la que el legendario escalador fue expulsado del Giro de Italia 1999, cuando estaba a punto de ganarlo, y después sancionado. Una situación de la que nunca llegaría a recuperarse a nivel mental y que le llevaría a una profunda depresión y a sentirse hostigado por fuerzas que no conocía. Sin embargo, al haber prescrito los hechos (que tenían que ver con apuestas millonarias, en las que se desconoce si el propio ciclista era tenía que ver), no pudo haber condena.

A la vista de estas nuevas revelaciones, y de nuevo por la insistencia de 'mamma Tonina', la Comisión Antimafia del Parlamento italiano se hizo cargo del caso, y obligó a comparecer a diversos testigos, como el propio Miradossa, quien aseguró que, en su opinión, se había tratado de un asesinato. Al concluir, la Comisión envió sus conclusiones a la Fiscalía de Rímini, pidiendo que se reabriera de nuevo la investigación, algo que sucedió el pasado noviembre.

Los detalles sin resolver

Además del 'camello', los agentes están escuchando estos días (justo cuando se cumplen 18 años del suceso) a otro nuevo testigo estrella: un taxista que asegura que, esa noche, llevó a dos prostitutas de lujo al hotel donde se encontraba el ganador de Giro y Tour, y que más tarde las recogió con prendas de ropa que no llevaban al entrar.

Este es uno de los indicios a los que la familia se agarra para sostener su hipótesis de un homicidio ordenado, seguramente, por la camorra. Según las conclusiones de los dos procesos judiciales anteriores, el 'Pirata' murió solo en la habitación, con la puerta cerrada por dentro. Sin embargo, se habrían encontrado dos chaquetas de esquí, cuando él había llegado sin equipaje. Además, en 2014 se publicó que habían sido borradas 2 horas del vídeo grabado por la policía científica en el lugar de los hechos, y que no se habían tomado huellas dactilares.

Eso sí, estas sospechas (que, hasta ahí, no resultan tan descabelladas en un país con una cultura mafiosa omnipresente) han dado lugar a todo un subgénero de la teoría de la conspiración online, así como en forma de libros, con aseveraciones cada vez más estrambóticas y personajes políticos supuestamente involucrados; incluso el año pasado se estrenó una película que trataba de demostrar su veracidad.

Sin embargo, hoy por hoy, el abogado de la familia considera muy improbable que pueda probarse ni siquiera el homicidio 18 años después, aunque tiene la esperanza de que pueda esclarecerse algo más sobre cómo murió Marco Pantani. Habrá que ver en qué acaba todo, pero, pasadas casi dos décadas, esta página oscura del ciclismo sigue preñada de casi tantos misterios e incógnitas como en 2004.