Un rastreador GPS escondido en una bici eléctrica frustra un robo de 100.000€

A principios de semana una tienda austriaca sufrió un robo de 56 bicicletas eléctricas por valor de 100.000€. Pero la policía pudo dar con los ladrones y el botín gracias a un rastreador GPS escondido en una de ella.

Un localizador GPS consigue detener el robo de 56 bicicletas

La noche del lunes al martes un grupo de ladrones perpetraron lo que parecía un robo perfecto en una tienda de bicicletas de St. Johann in Tirol, una localidad austriaca con gran afición al mountain bike debido a su enclave montañoso.

Pero cuando los ladrones ya se imaginaban a salvo camino de Europa del Este, donde iban a "vender" las bicicletas eléctricas, la policía les localizó a 240 km del punto de partida, les detuvo y recuperó todo el material robado.

El éxito de la operación se debió a que las bicicletas incluían un localizador GPS oculto en su interior. Este tipo de dispositivos tienen el tamaño de un mechero y son imposibles de detectar desde el exterior, cuando la bicicleta se mueve sin el permiso del dueño el dispositivo lanza un mensaje de alarma directamente al smartphone con el que esté enlazado.

Estos dispositivos llevan varios años en el mercado pero su principal problema es que muchos necesitan una fuente de alimentación externa, por eso solo son 100% efectivos en bicicletas eléctricas que pueden compartir su fuente de alimentación. Estos dispositivos suelen ser fácilmente instalables en el tubo de dirección, en algunas luces traseras o directamente junto a la batería.

Hay muchos modelos en el mercado, pero os recomendamos que antes os informéis sobre si podéis instalarlos en vuestra e-bike.