Un día más en la oficina: tercer Mundial consecutivo para Peter Sagan

Los genios hacen de lo extraordinario algo normal, rutinario. Así logró Peter Sagan ganar su tercer Mundial de Ciclismo de forma consecutiva, con la naturalidad del que no ha logrado nada más que hacer bien su trabajo, ir un día más a la oficina, fichar, y volver satisfecho. 

Pero la realidad, la historia de un deporte que ha conocido tres siglos diferentes, nos deja bien a las claras que lo que ha conseguido el eslovaco no es nada que hayamos visto con anterioridad. Porque si bien otros -pocos- había logrado tres Mundiales, nadie antes lo había hecho de manera consecutiva. Ni tampoco -casi- en solitario, por la ausencia de un equipo competitivo en el que apoyarse. 

Peter Sagan, desaparecido hasta el momento crucial

En esta ocasión Peter Sagan no echó mano de su repertorio más espectacular. No necesitó -o no quiso utilizar- las armas que le permitieron imponerse en Richmond 2015, en solitario, tras un ataque fulminante y un descenso excepcional. Consciente de la debilidad de la escuadra eslovaca pasó la jornada cubierto en mitad del grupo principal, rehuyendo el viento, los focos y el protagonismo. 

Así, sin exhibiciones, logró su tercer Mundial, que también fue el más ajustado. En segunda posición, lugar en el cajón que hubo que confirmar mediante la foto final,  entró el noruego Alexander Kristoff. En casa y ante un circuito proclive a sus características, el sprinter se quedó a centímetros de lograr su primer maillot arcoíris. Tercero fue el australiano Michael Matthews. 

Fue Julien Allaphillipe el ciclista más valiente de la jornada. En la última cota inició una temeraria aventura junto al joven italiano Gianni Moscon, al que logró dejar atrás. Un intento que estuvo cerca de llegar a buen puerto y que solo pudo ser neutralizado a escasos kilómetros de la línea de meta. 

El club de los tres Mundiales

Con su victoria Peter Sagan se suma -a sus escasos 27 años- al club de los triples campeones mundiales. Un colectivo muy reducido y en el que solo tenían hueco, hasta hoy, cuatro auténticos súper clase: Eddy Merckx, Alfredo Binda, Óscar Freire y Rikm Van Steenbergen. 

Parece difícil imaginar que Peter Sagan, en los muchos años que le quedan como ciclista profesional, no logre derribar esa barrera histórica. Sin embargo, la reciente experiencia de Óscar Freire -que logró su tercer triunfo con solo un año más que el eslovaco y persiguió sin éxito el cuarto hasta su retirada- sirven para poner en perspectiva lo difícil que es lograr cada uno de ellos. 

 

Un equipo español mermado y desaparecido

El equipo español, como era de esperar por la ausencia de Alejandro Valverde y las características del circuito, no pudo estar con los mejores. Además, una caída en la última vuelta que afectó a varios de sus integrantes eliminó las escasas posibilidades de lograr la machada. 

La emocionante dedicatoria a Michelle Scarponi

El final de la prueba dejó un último momento que sobrecogió, por lo emotivo, a los más sensibles. Peter Sagan quiso acordarse del ciclista italiano Michelle Scarponi, fallecido tras un atropello al poco de iniciarse la presente temporada. Un hombre muy querido en el pelotón y que "mañana habría cumplido años". Ambos mantenían una excelente relación, y el eslovaco pronunció esas palabras visiblemente emocionado. 

Además hizo una breve semblanza de lo que ha sido la temporada para él, que "pese a la mala experiencia de la expulsión del Tour, ha sido positivo". El del Bora Hansgrohe cierra el año, pues, feliz con el trabajo realizado. 

Clsificación del Mundial de Ciclismo 2017 en Bergen