Ponemos a prueba la Cannondale Topstone Carbon 2L

Gravel 16/06/22 19:26 Ignacio P.

Cannondale lleva innovando en el gravel desde mucho antes que esta modalidad se convirtiera en algo mainstream y su modelo Topstone es el mejor ejemplo. Entre otros logros, con este modelo Lachlan Morton ganó la primera edición de Badlands. Para 2023 la Topstone se ha renovado incorporando nuevas innovaciones que potencian sus capacidades. La hemos probado.

Nueva Cannondale Topstone Carbon 2L: gravel de vanguardia

La Topstone se desarrolló bajo la premisa de crear una bici cómoda, orientada a las aventuras y largas distancias pero al mismo tiempo capaz de todo. Tratándose de Cannondale era de esperar que se diferenciara del resto, ¡y vaya si lo hace!

Observando su cuadro, lo primero que llama la atención es el sistema de absorción Kingpin. Una tecnología que conserva desde su primera versión y en la que los tirantes se unen al tubo vertical en un punto articulado. Este singular punto de unión unido al moldeado específico de zonas como las vainas, la parte trasera del tubo superior o la parte más baja del tubo vertical trabajan en conjunto para flexionar de manera controlada la estructura de carbono.

Según Cannondale, esto permite unos 30mm de recorrido en el sillín y alrededor de 10mm en el eje trasero. Lo que se traduce en comodidad y tracción sin que repercuta en un aumento considerable de peso. De hecho, el punto de articulación se confía a unos casquillos de baja fricción libres de mantenimiento que ahorran un buen puñado de gramos respecto a la opción del uso de rodamientos, según Cannondale el ahorro es de unos 100 gramos.

El cuadro de la Topstone, y por supuesto su sistema Kingpin, se beneficia de la tecnología Proportional Response, que ya está bastante extendida en la gama Cannondale y adapta la rigidez y respuesta del cuadro a cada talla, permitiendo que cada ciclista, sea cual sea su estatura, tenga las mismas sensaciones sobre la Topstone, al 100%.

Aparte del sistema Kingpin, el cuadro tiene detalles muy interesantes en su diseño. Por ejemplo, sus vainas asimétricas, siendo la derecha más baja, permiten el uso de neumáticos de hasta 700x45 o 2,1” de anchura si se montan ruedas de 27,5.

El guiado de los cables es continuo, facilitando así muchísimo las labores de mantenimiento. Y respecto a la versión anterior de la Topstone, llama la atención la adopción de la caja de pedalier BSA roscada y el cierre de sillín tradicional. Ambos detalles buscando fiabilidad, y tratándose de una bici orientada a la aventura nos parece todo un acierto.
También es compatible el cuadro de la Cannondale Topstone Carbon con el uso de tija telescópica que, de hecho, viene de serie en los modelos con horquilla Lefty.

Siendo la Cannondale Topstone una bici preparada para todo tipo de recorridos y aventuras, no podían faltar en su cuadro múltiples roscas para anclar topo tipo de portabultos y accesorios. Y en este modelo concreto, la Topstone Carbon incluye el sistema de luces inteligentes Cannondale SmartSense, para el cual se ha adaptado el cuadro, con el cableado necesario y el anclaje para la batería del sistema en la parte baja del tubo diagonal.

En cuanto a la geometría de la Cannondale Topstone Carbon se ha buscado que sea lo más equilibrada posible, priorizando la comodidad pero sin descuidar su rendimiento y efectividad.

Un claro ejemplo de esto es la inclusión en la Topstone de la geometría de dirección OutFront, la cual combina un ángulo de dirección ligeramente relajado de 71,2º, con una horquilla con un offset de 55mm. Esto nos ofrece un equilibrio en la agilidad de la dirección y al mismo tiempo posiciona la rueda delantera algo más adelantada, lo cual ofrece mucha seguridad en bajadas y situaciones comprometidas.  En la misma línea de equilibrio está el ángulo de tubo vertical de 73,1º.

Del resto de medidas destacaríamos las vainas de 420mm, que teniendo en cuenta el balón de neumático que puede llegar a albergar el cuadro es ciertamente reducida. En esto también tiene que ver su diseño de vainas asimétricas.

Su caja de pedalier está situada a 285mm del suelo, lo que le da un espacio suficiente para sortear obstáculos. Y por último su pipa de dirección de 15cm en talla 54 da como resultado un Stack generoso de 574mm, lo cual es de agradecer si vamos a pasar muchas horas sobre la bici.

Montaje de la Cannondale Topstone Carbon 2L. Fiabilidad para superar cualquier reto

Sobre el papel, la Topstone Carbon 2L no muetra ningún punto débil en su montaje, nada parece susceptible de dar problemas en mitad de una aventura, pero vamos a verlo en detalle.

Para empezar monta el grupo Shimano GRX 810 en su totalidad. Se opta por la opción de dos platos, con una combinación de platos de 48/31 y un cassette 11-34. Esta opción hace que no tengamos limitación alguna en los recorridos a realizar, y es que la Topstone Carbon 2L está claramente orientada a las largas distancias. Hay que destacar que, dentro de la gama Topstone, los modelos que equipan horquilla Lefty Oliver vienen con un solo plato.

En las ruedas tenemos una combinación de bujes Formula y llantas WTB KOM Light i23 tubeless ready con 28 radios. Sobre estas van montados los neumáticos Vittoria Terreno Dry tubeless ready en medida de 700x38C.

La potencia y el manillar los firma Cannondale. El manillar tiene 12º de flare y un drop reducido como viene siendo habitual en bicis de Gravel.
La tija también es Cannondale pero en este caso de carbono, modelo SAVE preparado para cableado SmartSense. Por último destacamos la comodidad de su sillín Fizik Terra Argo X5.

Como extra, aparte del SmartSense, del que hablamos a continuación, la Topstone incluye el sensor de rueda Cannondale, el cual registra por sí solo tus actividades, que puedes consultar a través de la App Cannondale, y además ofrece utilidades, como recordatorios de mantenimiento.

Cannondale SmartSense: tecnología en pos de la seguridad

Dentro de la gama Topstone de Cannondale hay dos modelos que incluyen el sistema Cannondale SmartSense de serie, se trata del modelo tope de gama Topstone Carbon 1 RLE, que lo monta al completo, incluyendo el radar Garmin Varia, y el modelo que nosotros probamos que monta el sistema de luces inteligentes.

El sistema de alumbrado SmartSense está fabricado en colaboración con Lezyne e incluye luz delantera, luz trasera, batería común extraíble en la parte baja del tubo diagonal, cableado, para el cual viene la Topstone preparada, y está vinculado al sensor de rueda Cannondale.

Tan solo tienes que acordarte de cargar la batería, el sistema se activa por sí solo cuando el sensor de rueda detecta movimiento, las luces se adaptan automáticamente a las condiciones lumínicas ambientales y transcurridos 6 minutos de inactividad se apaga solo.

Desde la app de Cannondale puedes seleccionar ciertas preferencias, pero en Europa vienen algunas opciones limitadas por normativa, como el parpadeo por ejemplo.
La luz trasera reacciona a la desaceleración brusca, alertando a los que vienen detrás.

Además tenemos la opción de completar el sistema con el radar Garmin Varia, que nos avisa mediante un display, o con dispositivos compatibles, de la aproximación de vehículos por detrás y, al mismo tiempo las luces reaccionarán a estas aproximaciones para hacernos más visibles.

Rodando con la Cannondale Topstone Carbon 2L

Tenemos que decir que cuando recibimos la Topstone nos cautivó al instante. Su diseño es muy atractivo y destila acabados de gran calidad. Además el color de nuestra unidad de prueba nos pareció elegante sin ser demasiado sobrio.

Llaman la atención las trabajadas formas del cuadro para favorecer las flexiones controladas del sistema Kingpin.

Antes de ponerle los pedales la pasamos por nuestra báscula, donde arrojó la cifra de 9,49 kg, incluyendo todo el sistema SmartSense con su batería.

La postura que adoptamos en la Topstone Carbon es realmente cómoda. Nos da la impresión de que podríamos pasar muchas horas en ella sin castigar el cuerpo en exceso. Eso sí, jugando con los espaciadores de la dirección podemos adaptar mucho la postura en un sentido o en otro. Si los quitamos todos, bajamos el manillar hasta adoptar una posición bastante racing, pero dejando los que trae nos parece que encontramos ese punto de comodidad suficiente, sin que por ello nos dificulte imprimir la energía suficiente a los pedales cuando la ruta es exigente.

También hay que reseñar que los manillares específicos de Gravel nos convencen cada día más para esta modalidad. El tener un drop tan reducido y ese ángulo de flare (la caída no es vertical, sino que se va ensanchando), hace que el agarre en la parte baja sea muy cómodo. Por un lado no está tan abajo ese agarre como en un manillar de carretera estándar, y por otro lado ese ángulo hace que nuestras muñecas estén en una posición mucho más natural y cómoda.

Esto hace que utilicemos muchísimo ese agarre de abajo, lo que nos permite alternar bastante de postura y que tengamos ese agarre tan eficiente a la hora de pedalear pero sin la exigencia postural de una bici de carretera muy racing, con la que no aguantaríamos muchas horas.

La Cannondale Topstone Carbon “pide” kilómetros

Tras esta primera toma de contacto nos dispusimos a realizar las primeras rutas variando recorridos para ver hasta dónde podíamos aventurarnos con la Topstone. En asfalto el rodar es muy muy suave, ya que la banda central del neumático es prácticamente lisa.

Hicimos algunas pruebas pedaleando de pie con energía para comprobar si notamos alguna pérdida de potencia debido a las flexiones del cuadro, y tenemos que decir que hemos sido incapaces de notarlo. El comportamiento del cuadro en este sentido se muestra tan eficiente como cualquier otro cuadro rígido de carbono.

Lo que sí hemos notado pedaleando de pie es que el cableado entra en el tubo diagonal de forma bastante abierta y molesta en las rodillas a la hora de ese pedaleo balanceando la bici. Pero es algo que creemos que tiene fácil solución, poniendo atención a la longitud que se deja a las fundas de cambio y tratando que no sobre demasiado.

Llegó el momento de salir del asfalto para entrar en pistas con buen firme. Aquí es donde la Cannondale Topstone Carbon 2L nos dejó impresionados. Pudimos rodar con mucha comodidad a unas velocidades que no esperábamos. Y empezamos a notar que el sistema Kingpin no es un cuento chino. Realmente funciona, y de una manera notable. Filtra las irregularidades que llegan a la trasera de manera que, por un lado el golpeteo del sillín con los baches se reduce muchísimo, y por otro nos permite seguir pedaleando en algunas situaciones donde con otra bici quizás tendríamos que parar para absorber con nuestra piernas.

Donde no notamos la misma absorción es en la parte delantera donde, si el terreno se vuelve más irregular, lo sufren nuestras muñecas. Tras las primeras pruebas, encontramos un equilibrio adecuado en la presión del neumático delantero para que pudiéramos ir más cómodos.

Para el usuario que vaya a tocar poco asfalto y le dé prioridad a las capacidades ruteras, los modelos Topstone equipados con la horquilla Lefty Oliver son una gran opción. Pero aquellos que busquen simplicidad y sensación más directa, además de mayores opciones para bikepacking, preferirán la horquilla rígida.

En cuanto a los desarrollos pasa algo parecido. La Topstone Carbon 2L viene equipada con dos platos (y los modelos con Lefty solo con uno). De esta manera con la Carbon 2L no tenemos limitaciones de ningún tipo en cuanto a subir cualquier puerto, por duro que sea, o rodar en terrenos favorables en asfalto a gran velocidad. La combinación de platos 48/31 es perfecta para una gravel.

Para rutas largas o aventuras de varios días cargados con equipaje nos parece la opción más acertada.

El funcionamiento del grupo Shimano GRX 810 nos ha parecido intachable. Su precisión es máxima y tenemos que destacar la ergonomía de sus manetas, con las que nos hemos sentido muy cómodos.

Y hemos quedado realmente impresionados con la potencia de los frenos. Con ambos discos de 160mm tienen un tacto directo pero, al mismo tiempo, muy dosificable, y sin gran esfuerzo en la maneta ofrecen una gran potencia.

Conclusión

Tras nuestras jornadas de pruebas a los mandos de la Cannondale Topstone Carbon 2L tenemos la sensación de haber recuperado el viejo espíritu ciclista. Rutas improvisadas sin tener en cuenta el crono ni las pulsaciones, simplemente disfrutando de cada kilómetro. Y es que la Topstone es la bici ideal para ello, gracias a la comodidad que ofrece a nivel postural y la sensación de eficiencia que ofrece tanto en asfalto como en pistas.
El gravel no es una moda pasajera y la Cannondale Topstone viene para demostrarlo.

Cannondale Topstone Carbon 2L: especificaciones y precio

  • Cuadro: Topstone Carbon, Kingpin suspension system
  • Horquilla: Topstone Carbon. 55mm OutFront offset
  • Cambio: Shimano GRX 810
  • Manetas: Shimano GRX 810
  • Cadena: Shimano HG701, 11-speed
  • Bielas: Shimano GRX 810, 48/31
  • Cassette: Shimano HG800, 11-34
  • Frenos: Shimano GRX 810, discos 160mm
  • Llantas: WTB KOM Light i23
  • Bujes: Formula 12x100, 12x142, centerlock
  • Cubiertas: Vittoria Terreno Dry, 700 x 38c
  • Manillar: Cannondale 2 ShortDrop, 12º flare drop
  • Potencia: Cannondale 2, 31,8, 7º
  • Sillín: Fizik Terra Argo X5
  • Tija: SAVE Carbon SmartSense, 27,2
  • Extra: Luces SmartSense
  • Peso: 9,49 kg
  • Precio: 5199€

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