Consejos para rodar con nuevos ciclistas

Carretera 02/11/22 13:55 Sergio P.

Conseguir animar a alguien para que comience a montar en bici no es fácil. Hacer que disfrute y se enganche a este deporte lo es menos aún. El ciclismo es un deporte duro que durante los primeros pasos puede ser tremendamente hostil para los no iniciados. Conseguir que las primeras pedaladas de quién se inicia en la bici sean una gran experiencia es esencial para lograr que esa persona se enamore del ciclismo.

Cómo guiar a alguien en sus primeras pedaladas

Iniciar a algún amigo o nuestra pareja en el ciclismo no es algo fácil. No deja de ser un deporte duro, con un importante componente agónico. A ello se suma también el elemento técnico, no ya el que dicta la conducción de la bici propiamente dicha sino lo referente a la posición sobre la bici, el pedaleo y el uso adecuado de los cambios.

Todo ello, sumado a la necesidad de disponer de un equipo mínimo: bici, casco, etc. hace que no sea fácil animar a probar a quién no ha tenido algún contacto con el ciclismo. En el lado positivo destacar que es un deporte menos agresivo que el otro rey del deporte popular que es la carrera a pie y que resulta altamente gratificante en cuanto se consigue adquirir un cierto hábito y se supera la fase de iniciación.

Ser un buen mentor y conseguir hacer que aquel que se inicia en el ciclismo acabe encontrando la pasión por este deporte no es fácil y requiere de nosotros unas buenas dosis de temple. Aquí te dejamos algunos consejos para ser el mejor maestro posible.

Tómatelo con calma

Tienes que asumir que el día que sales con alguien que se está iniciando en el ciclismo el ritmo no va a ser como el de tus entrenamientos. Si sigues un entrenamiento programado son días ideales para colocar una jornada de recuperación activa. Asume que vas a tener que parar en muchas ocasiones y que todo va a ir muy despacio.

Tener paciencia es esencial ya que, habituados a otros ritmos, puede resultar aburrido para el que guía. Trata de buscar la motivación en disfrutar del entorno y en observar como el nuevo ciclista va asimilando todo lo que les contamos.

Elije la ruta adecuada

Ponte en el lugar del nuevo ciclista y piensa que sus capacidades estarán lejos de las tuyas. Lo que a ti te puede parecer una vuelta sencilla para esa persona puede resultar todo un reto. Trata de diseñar rutas circulares, que no se alejen demasiado del punto de partida y en las que exista la posibilidad de adaptar la distancia, acortando en caso necesario.

También es importante controlar el dato del desnivel acumulado, donde trataremos de buscar recorridos más o menos llanos pero sin evitar incluir alguna que otra subida fácil que vaya introduciendo esta parte del ciclismo al novato en cuestión, eso sí, tratando de evitar las pendientes duras que pueden resultar frustrantes para alguien no habituado a pedalear.

A la hora de elegir la modalidad, la carretera, aunque más sencilla, añade un extra de tensión a aquellos no acostumbrados a lidiar con el tráfico y los totalmente novatos que aún no cuenten con un dominio mínimo de la bici. Salir por caminos y pistas sencillos será en ese caso un poco más agradable para quien se inicia aunque, en este caso, debemos tener en cuenta el componente técnico evitando senderos y bajadas que puedan suponer complicación. Lo que a nosotros nos puede parecer trivial puede ser inabordable para quién da sus primeras pedaladas.

El ritmo lo marca él

La sensación de que vamos pedaleando superfácil no significa que la otra persona tenga la misma percepción. Lo que a nosotros nos puede parecer ir parados puede estar suponiendo un importante esfuerzo para alguien no acostumbrado a realizar deporte de resistencia. No intentes forzar el ritmo en ningún momento porque si no es probable que el nuevo ciclista acabe pagándolo y haciendo que no recuerde con especial agrado ese día.

Aunque debemos dejar que sean ellos quienes marquen el ritmo con el que se sientan más cómodo, en nuestra experiencia a menudo debemos de intervenir, pero no para jalearlos sino para que levanten el pie. Es habitual entre los que se inician afrontar las subidas con demasiada intensidad o los inicios de ruta, donde se está fresco, con más alegría de la recomendable, lo que luego se puede pagar en la parte final del recorrido. Es parte de nuestro papel como guía el enseñar a gestionar los ritmos y las sensaciones.

No agobiar con demasiados consejos

Cuando acompañamos a alguien que se inicia es normal ir viendo detalles que no se realizan de forma correcta y tratar de corregirlos. En principio son muchos, sin embargo si comenzamos a saturar a esta persona con constantes consejos es posible que al final no acabe reteniendo ninguno, o incluso que se sienta tan agobiada que se acabe frustrando.

Es mejor ir dando pequeñas pinceladas, no en marcha, prefiriendo los momentos en los que se para y en los que este proyecto de ciclista disminuye su nivel de tensión y está más receptivo a lo que le podamos explicar.

En orden de importancia sobre los errores habituales de quienes se inician en la bici podríamos citar primero la posición sobre la bici, esencial para evitar lesiones y realizar un pedaleo efectivo, aunque sólo sea llevar el sillín a la altura adecuada. Después irían aspectos relacionados con la forma de circular en carretera en el caso de ir por asfalto o nociones sobre elegir la trazada más sencilla por los caminos. También es importante incidir sobre el correcto uso de los cambios de la bici y la necesidad de llevar un pedaleo alegre. Más allá de eso, el resto de aspectos resultan más secundarios y podemos ir dosificando su explicación.

Motivar y tener una actitud positiva

Aunque el ciclista novato seguramente hará muchas cosas mal, elegir para señalárselo un momento de máximo esfuerzo en medio de una subida quizás no es lo más adecuado. Ciertas explicaciones y consejos pueden esperar al final de la ruta o a una parada.

Durante el pedaleo es preferible intentar motivar a quién va con nosotros, explicándole el recorrido, contándole cosas sobre los lugares por los que vamos pasando de forma que se distraiga del esfuerzo y en general tratando de hacer la salida lo más agradable posible.

Cuando lleguen los malos momentos, esos en los que ya irán con las fuerzas al límite o se afronta alguna subida de especial dificultad, tendremos que estar ahí para apoyar, haciendo ver lo que ya ha superado. Explicando lo que resta de camino y haciendo ver que ese momento de gran esfuerzo o de bajón físico es sólo algo transitorio y que aprender a lidiar con ello es parte de este deporte. Tener una gran dosis de tacto es vital cuando aparecen estas situaciones para evitar que el ciclista novato acabe odiando la bici a las primeras de cambio.

A la hora de motivar también es importante los días previos a la ruta. Hacer partícipe a este nuevo ciclista de la planificación del recorrido y crear expectativa hará que esta persona espere el día de salir con la bici y realizar eso que lleva preparando varios días como algo especial.

Ir progresando poco a poco

Ser paternalista y pensar que el ciclista novato no puede afrontar ciertos recorridos o determinadas dificultades puede conducir a un estancamiento que haga perder a esta persona que se inicia en la bici la motivación. Si algo tiene bueno la bici es que en los comienzos es muy sencillo progresar con rapidez y debemos de ir adaptando las rutas y los ritmos a esa progresión.

Ir planteando nuevos retos y dejar que el nuevo ciclista se enfrente a situaciones que en algún momento le puedan superar es parte indispensable del aprendizaje. Coger una pájara por haber intentado encarar un recorrido demasiado duro para nosotros o tratar de seguir la rueda de un grupo que iba demasiado rápido es algo que hemos hecho todos y son errores que nos ayudan a aprender y aumentar el autoconocimiento en nuestras capacidades.

No descuidar la técnica

Los aspectos técnicos son el talón de Aquiles incluso de ciclistas teóricamente experimentados. Hacer que se desarrollen correctamente desde el inicio es vital para disfrutar al máximo de la bicicleta y, sobre todo, de la manera más segura.

En carretera los principales aspectos a tener en cuenta son los referentes a cómo rodar a rueda de otro ciclista, sabiendo interpretar por donde incide el viento. También ser capaces de circular correctamente y conviviendo con el resto de vehículos que transitan por la vía. Por último y no menos importante está el tema de afrontar las bajadas, importante fuente de temor para muchos y que con un correcto aprendizaje se pueden llegar a dominar. Explicaremos a nuestro pupilo la técnica adecuada para bajar, la teoría de cómo se han de trazar las curvas o como frenar correctamente y seremos su guía en las bajadas que vayamos encontrando.

En los caminos el aspecto técnico cobra si cabe aún mayor importancia a la hora de determinar la adherencia de las diferentes superficies que encontramos. De elegir la trazada más sencilla aprendiendo a anticipar lo que vamos a encontrar o de cómo utilizar el cuerpo para absorber las irregularidades del terreno. También en subida, a la hora de jugar con los pesos para lograr la máxima capacidad de tracción. Diseñar salidas que ofrezcan la posibilidad de trabajar la técnica concederá al nuevo ciclista unas sólidas bases sobre las que asentar su progresión en este deporte.

Atención a la mecánica

Aunque no os lo creáis, hay multitud de ciclistas, más o menos experimentados, que desconocen algo tan simple como reparar un pinchazo correctamente o realizar pequeños ajustes en los cambios. No nos referimos a que tengas que tener los conocimientos de un mecánico pero sí ser consciente de mantener la bici en buen estado es elemento indispensable a la hora de disfrutar al máximo del pedaleo.

La limpieza y los ajustes básicos son algo que deberemos enseñar al nuevo ciclista. Cómo lavar la bici, la forma correcta de realizar el aceitado de la cadena y la necesidad de hacerlo regularmente o como corregir un mal funcionamiento de los cambios actuando sobre los tensores. También la forma de reparar las averías que podamos sufrir en ruta como el típico pinchazo, una rotura de cadena o de un radio de la rueda.

También en el aspecto mecánico entraría la importancia de las presiones de los neumáticos y las suspensiones en el caso de las bicicletas de montaña, explicando su incidencia en la conducción de la bici y animando a probar distintos ajustes al nuevo ciclista para comprobar el efecto que se consigue con los cambios.

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