Insultos y picante para mejorar en ciclismo

Cuando ya lo has explorado todo, cuando crees que no te queda nada por descubrir, cuando has experimentado todo lo posible y llevado a tu cuerpo a todos sus límites, siempre queda un paso más. Y aunque no lo creas, el picante, dentro y fuera del organismo, puede suponer esa diferencia.

Picante y bicarbonato para mejorar tu rendimiento

Sí, las emociones fuertes, el picante por dentro y por fuera, mejora tu rendimiento. En primer lugar, porque el picante, o cualquier alimento que lo contenga como la guindilla o algunos tipos de pimientos o especias, te potencia. Así es. Bueno, no es exactamente el picante sino la capsaicina, que es el componente que contiene ese picante.

Varios estudios comprobaron que con un poco de picante ingerido aproximadamente una hora antes del ejercicio físico, antes de tu salida en bici, el rendimiento puede mejorar en hasta un 23%. Parece mucho pero son los datos derivados de experimentos con atletas que lo probaron 45 minutos antes, y sí, es sorprendente. Apúntalo a tu lista de alimentos obligatorios.

Algo parecido pero con diferencias ocurre con el bicarbonato. Es un producto más común, con el que estamos más familiarizados en el ciclismo, pero no por acidez estomacal. El bicarbonato, o bicarbonato sódico que es su definición correcta, aumenta el rendimiento ciclista porque el pH de los músculos, que se acidifica cuando se les exige (de ahí viene el famoso lactato del que tanto se ha hablado en los últimos años).

Así, ácidos, es más complicado que produzcan energía. Pero el bicarbonato es una ayuda excelente para bajar esa acidez. De hecho, se estima que para lograr un resultado óptimo un ciclista debería ingerir unos 20 gramos de bicarbonato por cada 70 kilos. Así que si eres un ciclista dentro de la media, con 3 cucharitas de bicarbonato disueltas en agua o en cualquier otra bebida, tendrás suficiente. Es de los alimentos a no evitar.

Si nada te vale, insúltate

Así es, si todo esto te da rendimiento pero quieres más sobre la bici, o no te es útil, o no has comido picante y no llevas a mano bicarbonato, insúltate. Porque las palabras malsonantes, las palabrotas y los insultos suben tu rendimiento.

Varios estudios así lo corroboraron, en este caso con autoinsultos. Es decir, tú a ti mismo. El rendimiento de los ciclistas que se insultaban en un esfuerzo puntual durante menos de un minuto subió entre un 5 y un 8% más que entre los que se decían palabras o expresiones neutrales y sin significado.

Esto significa que insultarte, a modo de reto, te exige más. Si lo hace un tercero, aunque el estudio no abarcaba esta posibilidad, tendría seguramente también algún efecto. Sí, seguro que ya lo intuías porque cuando el compañero de grupeta te hiere en el honor, es cuando te levantas y haces crujir hasta el carbono. Pero ahora tienes datos: funciona. Pero recuerda, siempre insulto consentido, a propios y a extraños.