Jay Vine, de la academia de Zwift a vencer en La Vuelta a España

En la primera etapa de montaña de La Vuelta 2022, la victoria fue a manos de Jay Vine que resistió el impulso de los favoritos para imponerse en el Pico Jano. Un atípico ciclista que ha forjado su camino hacia el profesionalismo en las competiciones virtuales en rodillo. 

Jay Vine, de ciclista virtual a su primera victoria como profesional

El camino del ciclista australiano de Alpecin-Deceuninck, Jay Vine, que a sus 26 años logró inaugurar su palmarés en la primera etapa de montaña de La Vuelta es de todo menos típico en lo que suele ser la carrera de un profesional que desde joven se cría en las escuelas de ciclismo y va pasando por las diferentes categorías de este deporte hasta alcanzar el profesionalismo.

No, el camino seguido por Jay Vine es bien distinto. Nacido en 1995 en la localidad australiana de Townsville, se forjó como ciclista en la modalidad de la bici de montaña. No fue hasta el año 2018 cuando debutó en carretera en su país para, en 2019, dedicarse plenamente al ciclismo tras fichar por la escuadra continental Nero de aquel país.

Sin embargo, a sus 23 años, parecía tener poco recorrido más en este deporte, sobre todo cuando la llegada de la pandemia en el año 2020 truncó su evolución en un año que había comenzado haciendo un 5º puesto en la general del Herald Sun Tour.

Los meses de confinamiento le sirvieron para descubrir el ciclismo virtual a través de la plataforma Zwift y comenzar a participar en las competiciones de la Zwift Cycling Academy. Lograr la victoria en esta escuela de desarrollo que la conocida plataforma virtual lleva a cabo en colaboración con Alpecin-Deceuninck y Canyon//SRAM Racing en categoría femenina le sirvió para obtener un contrato por una temporada con el equipo de cara al año 2021.

Su debut se produjo en el mes de abril en el Tour de Turquía, nada menos que con un 2º puesto en la etapa reina de la carrera que le sirvió para concluir en esa misma posición en la clasificación general. Sin embargo, fue el 5 lugar en la etapa de Vuelta a Burgos que finalizaba en Lagunas de Neila la que le dio el billete para debutar con Alpecin-Fenix en La Vuelta a España.

Una Vuelta a España en la que no pasó desapercibido, apareciendo con los mejores en jornadas como la que finalizaba en Balcón de Alicante o e Córdoba y, sobre todo, la etapa extremeña con el inédito final en el Pico Villuercas en la que fue el protagonista de la fuga de la jornada al sufrir un enganchón con su coche de equipo que le mandó al suelo, conseguir volver a reintegrarse en la fuga y encontrarse en condiciones de disputar la etapa, aunque no pudo con un inspirado Romain Bardet y un sólido Jesús Herrada. Una manera inmejorable de devolver la confianza a su equipo que el día anterior le había renovado el contrato hasta el año 2023.

En el inicio de esta temporada 2022, Jay Vine comenzó regresando a la disciplina que le valió su camino hacia el ciclismo profesional y se impuso, en el mes de febrero, en el segundo Campeonato del Mundo de eSports que contaba con la oficialidad del reconocimiento por parte de la UCI.

También en febrero, comenzó con un buen papel en Estrella de Bessèges, terminando segundo la etapa reina, lo que le sirvió para hacerse con el maillot de la montaña de la prueba francesa. Tras un paso discreto por Algarve y París-Niza, repitió el 2º lugar del podio en el Tour de Turquía. Un puesto al que parecía abonado y que volvió a conseguir en Tour de Noruega.

Ha sido en La Vuelta donde por fin ha llegado su buscada primera victoria como ciclista profesional, y lo ha hecho a lo grande, nada menos que en el primer final en alto de la ronda española y no desde la fuga. No, su victoria a sido a lo grande, cara a cara con los grandes nombres de la carrera y resistiendo el empuje de un monstruo de la talla de Remco Evenepoel en una jornada dantesca, marcada por el frío y la lluvia.

No cabe duda que el espigado ciclista australiano tiene aún mucho que decir en el ciclismo y que, seguramente, nos va a proporcionar grandes tardes en los años venideros. Habrá que estar pendientes de su evolución.