La UCI prohibe bajar así
En 2020, la UCI estuvo en el punto de mira de muchas críticas por la falta de seguridad en algunas carreras y por la gravedad de accidentes como los de Fabio Jakobsen o Remco Evenepoel. Y de hecho equipos y ciclistas propusieron que la seguridad de la carrera se externalizara y auditara por empresas privadas al margen de la UCI. En este marco, la Unión Ciclista Profesional ha tomado nota y ha anunciado grandes cambios en el reglamento para las próximas temporadas. El más llamativo hasta ahora es la prohibición de que los ciclistas adopten posturas peligrosas en los descensos.
Quedan prohibidas las posiciones peligrosas sobre la bicicleta en descensos
Entre las nuevas medidas anunciadas por la UCI para mejorar la seguridad en carrera habrá una normativa sobre la colocación del material de protección en las llegadas al sprint o en la distribución y señalización de obstáculos en carretera. Además, se contempla un nuevo estándar para las propias vallas que podría entrar en vigor en 2022.
Pero al margen de estas medidas de seguridad pasiva también incluyen una nueva tanda de normas con las que pretenden evitar conductas potencialmente peligrosas por parte de los propios ciclistas. Por ejemplo, no podrán arrojar bidones en la carretera o no podrán adoptar posiciones peligrosas de descenso sobre la bici, como la que popularizó Froome en el Tour de 2016 sentado sobre el cuadro de su Pinarello.
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En los próximos meses la UCI informará a los ciclistas y equipos sobre las nuevas normas que entrarán en vigor desde el 1 de abril y que de no cumplirse por los ciclistas, acarreará sanciones deportivas que llegan hasta la expulsión de la carrera.
La normativa está generando polémica entre los aficionados que defienden la profesionalidad de los ciclistas para decidir cuánto deben arriesgar en carrera.