Quemadores de grasa y termogénicos ¿funcionan?

Es mejor que no consumas quemadores de grasa o termogénicos hasta que leas esta información. No se trata de que no se puedan usar, pero es necesario conocer su funcionamiento así como sus riesgos para evitar posibles consecuencias negativas. Te explicamos más sobre ellos.

Los quemadores de grasa y termogénicos: qué son

Sobre el papel es sencillo: la termogénesis es la capacidad de crear calor dentro del organismo debido a reacciones de tu metabolismo. Es decir, los termogénicos lo que hacen es aumentar tu temperatura para así, mediante una reacción provocada de tu metabolismo, aumentar el consumo de grasas y reservas e intentar reducir el peso a base de quemar tejido adiposo, esto es, grasa.

La grasa de la que disponemos en nuestro cuerpo está pensada como despensa ante futuras necesidades. Al aumentar la temperatura, estos quemadores de grasa (que es como comúnmente se conoce a los termogénicos) acelera la transformación de esa grasa acumulada en energía. Este proceso, llamado lipólisis, provoca la reducción de esa grasa acumulada.

Por supuesto, un consumo aislado de quemadores de grasa o termogénicos no funciona así porque sí. Debe estar en relación con otro factor fundamental, que es el ejercicio físico. Porque no se trata de los famosos productos eliminadores del apetito o diuréticos, sino de químicos que harán subir tu temperatura, para lo que ayuda sobremanera salir en bici por ejemplo.

Tampoco estos quemadores de grasa o termogénicos son algo puramente químico artificial o con algún tipo de toxicidad. De hecho, en multitud de casos, están fabricados con componentes que ya de por sí naturalmente aportan este aumento de la temperatura corporal, como pueden ser la cafeína, la teína o la L-carnitina.

Aquí puedes encontrar algunos quemadores de grasa que combinan varios de estos ingredientes  y además añaden probióticos.

Cómo usar quemadores de grasa o termogénicos

Por supuesto, siempre con mesura y cautela. Claro que es posible alterar el metabolismo en tu beneficio con el objetivo de ganar en fuerza, en potencia o reducir el peso. Pero has de hacerlo sin perjudicar tu salud. 

Los quemadores de grasa o termogénicos son útiles usados en cantidades propicias para tu peso corporal y en momentos idóneos. Incluso hay algunos  tratamientos que combinan cápsulas diferentes para la noche y el día. Porque realmente estos componentes no te hacen adelgazar por sí mismos, sino que necesitan que salgas en bici para conseguirlo, necesitan una alimentación equilibrada y ejercicio para ser realmente útiles.

Si estás decidido a consumir quemadores de grasa o termogénicos, en primer lugar intenta conseguir algunos que contengan la mayor parte de compuestos y alimentos naturales. Cafeína, té, cítricos, frutas tropicales, frutos rojos o plantas infusionadas como el mate son algunos de los alimentos más termogénicos.

Si sufres algún tipo de afeción cardíaca, como hipertensión, enfermedades menores coronarias o problemas de tensión, es mejor que no los uses, ya que estos termogénicos pueden alterar tu ritmo cardíaco y, en caso de ser propenso a ello, aumentar el riesgo de accidente cardiovascular.

Tampoco si sufres de nervios o si tu sistema nervioso se aqueja de algo. Si ya eres una persona activa, quizá no necesites termogénicos. Y, en cualquier caso, si decides tomarlos sea cual sea tu situación personal, hazlo por la mañana, para que no altere tus últimas digestiones del día ni te perjudique en el descanso.

Y siempre combínalos con una dieta saludable y equilibrada y con un régimen de comidas idóneo para la práctica del ciclismo, es la mejor forma de perder peso. Tomar quemadores de grasas aisladamente no tiene sentido si no nutres a tu cuerpo con los hidratos de carbono y el resto de componentes necesarios para aportarle energía a la hora del esfuerzo.

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